Castigado por su amor romance Capítulo 76

Ella misma viviría y pasaría por cualquier cosa. Permitir que su bebé naciera era su máxima prioridad.

En realidad, el director se fue inmediatamente después de que terminó de hablar.

Sabrina se sentó en silencio en su asiento.

"¡Sabrina!". Una pionera del departamento de diseño, Amanda Cloud, gritó ferozmente.

"Señorita Cloud, si tiene alguna tarea para mí, hágamelo saber y lo haré".

Sabrina habló con total naturalidad, dándole a Amanda una mirada sin expresión.

Esto sorprendió a Amanda. "Tú...".

Sabrina esperó las órdenes de Amanda sin decir nada más.

Una sonrisa fría y cruel apareció en el rostro de Amanda. "¡Ve! Consigue la información que hemos recopilado del proveedor. Lleva todas las muestras a la obra y deja que los ingenieros las examinen. Dado que el director está fuera, no podremos utilizar los coches de la empresa. ¡Llévalos tú misma y toma el transporte público!".

Sabrina se quedó sin palabras.

Muestras de construcción, ladrillos, cubos de arcilla de silicona e incluso esquemas. Todo estaba hecho un desastre. Sabrina los miró fijamente, sabiendo que necesitaría un gran saco para llevarlo todo.

¿Pero mover todo eso a través del transporte público?

Amanda miró a Sabrina, con una sonrisa maliciosa en su rostro.

Sabrina asintió con la cabeza. "Está bien, iré inmediatamente".

Con eso, se dirigió al almacén y tomó un gran saco antes de meter las cosas una por una. Ella tiró, jaló y cargó, arrastrando lentamente todo fuera del departamento de diseño.

Cuando se fue, todo el departamento de diseño comenzó a burlarse de ella.

“¿Qué tiene de especial ella? ¡Ella piensa que es la gran cosa solo porque le gusta al director!".

"Ya que el director no está, ¡deshagámonos de ella!".

Al caer, sintió una repentina sensación de impotencia. Incluso si el autobús estuviera solo dos escalones arriba, cuando ella golpeara el suelo, el niño en ella todavía estaría en riesgo.

¿Fue este el destino?

Las lágrimas de Sabrina empezaron a caer.

Sin embargo, en lugar de caer al suelo, se encontró en los brazos de alguien.

Sabrina miró hacia arriba. La sonrisa falsa de Nigel la saludó, siete partes malvada y tres partes juguetona.

"Ni...Nigel...". La cara de Sabrina enrojeció mientras luchaba por levantarse.

Nigel sonrió. "Sabrina, no puedo creer que sigas guardando rencor".

"¿Qué estás diciendo?".