Castigado por su amor romance Capítulo 769

La relación entre Nigel y Marcus parecía ser más estrecha que nunca, y, curiosamente, fue Marcus quien se acercó a Nigel primero. Tal vez fue porque se dio cuenta de que Nigel era más responsable últimamente, por lo que Marcus quería trabajar con él en algunos proyectos. Sin embargo, hoy no lo trajo a la oficina para hablar de trabajo. Nigel fue quien le pidió a Marcus que lo trajera aquí, solo quería ver a Sabrina.

Nigel sujetó el brazo de Sabrina y le preguntó ansiosamente: "¡Sabrina! ¿Sabías que los Lynn han escapado a Isla Estrella?".

Sabrina levantó las cejas y le preguntó: "¿Y?".

Nigel la miró extrañado. "¿Lo sabías?".

Sabrina se limitó a mirar a Marcus en silencio. Marcus bajó inmediatamente la cabeza y comenzó a hablar. "Sí... mi abuelo los ayudó a escapar. Sabrina, lo único que puedo hacer por el momento es disculparme. Yo... no pude detener a mi abuelo. No solo eso, él trató de ocultármelo. Si lo hubiera sabido, definitivamente lo habría detenido. Lo siento".

Sabrina negó con la cabeza. "Está bien, esto no tiene nada que ver contigo".

"¡Pero sí tiene que ver contigo!", exclamó Nigel.

Sabrina se sobresaltó. Ella quería decir que su esposo ya había pensado en un plan detallado para hacer frente a este asunto y creía que definitivamente podría conquistar la isla.

Pero en ese preciso momento, no podía contárselo a ellos. Porque ese era su secreto.

"Gracias, Amo Nigel, por su preocupación", dijo agradecida.

Nigel negó con la cabeza. "Sé que odias a la familia Lynn y conozco una forma de ayudarte a conseguir tu venganza".

Aunque Sabrina ya no se preocupaba por Nigel, en los últimos seis años, él había llegado a preocuparse por ella. Como si ella fuera el propósito de su vida.

"¿De verdad?".

"¡De verdad!". Sabrina lo miró con una gran sonrisa.

"¡Ahh... puedo ser amigo de Sabrina otra vez! ¡Puedo ser amigo de Sabrina otra vez! Por fin me perdonó, ¡por fin puedo volver a ser amigo de Sabrina!". En ese momento, Nigel hablaba como un niño emocionado. A su lado, Marcus no pudo evitarlo y estalló en carcajadas.

Nigel sujetó la mano de Sabrina con fuerza y le dijo: "Soy tan feliz. Ahora puedo morir sin remordimientos, Sabrina".

Sabrina sonrió incómoda. "Mm, Amo Nigel, por favor... suélteme".

"Incluso ahora, eres tan salvaje y no sabes cómo mantener a los otros hombres lejos de ti. No entiendo qué ve Sebastian en ti. ¡Un día, lo destruirás!". Detrás de ella, una voz aguda sonó de repente.