Castigado por su amor romance Capítulo 776

Ruth estaba llorando miserablemente al otro lado de la línea. "Sabrina, date prisa y rescátame, por favor".

"No llores, Ruth. Dime la dirección y voy enseguida a buscarte", dijo Sabrina inmediatamente.

"Es un albergue secreto en la zona de los barrios más pobres, tú viviste aquí hace seis años. Me habían dicho que solo era un albergue secreto cuando en realidad está lleno de gente dedicada al tráfico de personas. Me dijeron que me van a vender a un viejo… y que va a estar aquí en una hora".

El corazón de Sabrina se estrujó en su pecho al escuchar la voz de sufrimiento de su amiga. "Iré enseguida. Si ese viejo llega antes que yo, tienes que luchar contra él con todo lo que tengas. Intenta ganar algo de tiempo, ¿entendido?".

"De acuerdo".

Sabrina colgó, tomó su bolso y salió rápidamente de la oficina, sin detenerse para informarle al Director de Diseño antes.

Se subió a su coche y no fue hasta que estaba de camino cuando llamó al Director para explicarle su repentina ausencia.

"Lo siento, Director, hay un asunto urgente del que tengo que ocuparme. Volveré en cuanto termine". Sabrina no quería que nadie se enterara de lo que le había pasado a Ruth, ya que podría arruinar fácilmente su reputación. Nunca imaginó a su amiga en una situación en la que sus propios padres la enviaran a un lugar tan horrible.

Ese barrio de mala muerte era el lugar al que ella había llamado hogar años atrás. Ruth no tuvo que decir nada más para que Sabrina supiera lo infernal que era vivir ahí.

A Marcus nunca le había agradado la esposa de su abuelo, a la que no había conocido en toda su vida. Después de todo, las personas que se convierten en amantes de alguien no pueden ser muy decentes.

Sin embargo, al ver el cuadro, el poema que contenía y la delicada caligrafía, le hicieron comprender que había una historia detrás de esa mujer. Por desgracia, su abuelastra había fallecido hacía tiempo cuando él nació.

Por esa razón, cuando su amigo le ofreció vender el cuadro y le dijo que era obra de su abuelastra, Marcus no dudó en hacer la compra. A partir de ese momento empezó a sentir respeto por la mujer. Estaba convencido de que, a pesar de que su tía había sido criada por su abuelastra, habría sido educada para ser alguien como su madre y había crecido como alguien íntegra y digna.

A partir de ese momento, supuso que los hijos de su tía también heredarían la misma perseverancia y fuerza inquebrantables, precisamente como Sabrina.