Castigado por su amor romance Capítulo 777

Y, al comparar a Selene con Sabrina, Selene era todo lo contrario. ¿Acaso Selene alguna vez demostró ser una persona íntegra? Mindy, la prima que había mimado su abuelo durante más de veinte años, no era diferente tampoco. Cuanto más miraba a Mindy, más repudio sentía. Sin embargo, al pensar en Mindy se acordó de Ruth, por lo que decidió llamar a Sabrina para preguntarle por ella.

"Lo siento, Sabrina", dijo disculpándose. "Me precipité y quiero pedirte disculpas por eso. No voy a forzarte más, si no quieres hablar del tema, lo entiendo. Sin embargo, seguimos siendo buenos amigos, ¿no?".

"Sí. Siempre te veré como un buen amigo. ¿Por eso me llamas?". El tono de Sabrina se suavizó un poco.

"En realidad, no. Recibiste una llamada de Ruth justo antes de irte y han pasado unos días desde la última vez que vino a trabajar. ¿Le pasó algo?".

Sabrina se puso aún más nerviosa cuando Marcus mencionó a Ruth, pero sabía que no podía decirle a nadie todavía. Decidió actuar como si no supiera nada. "Ella se encuentra bien. Solo que no se ha estado sintiendo bien durante estos últimos días. Son cosas de mujeres. Le hice té de jengibre para que se sienta un poco mejor".

"Bueno, dile que descanse lo suficiente. Su trabajo puede esperar, debe recuperarse primero", dijo Marcus, preocupado.

Sabrina asintió. "De acuerdo, colgaré ahora".

"Está bien".

Tras terminar la llamada, Sabrina se concentró en la carretera. El barrio estaba en dirección contraria de donde trabajaba, pero no era lo suficientemente buena conductora como para manejar rápido a pesar de la situación.

Tardó casi una hora en conducir con cuidado hasta el barrio. Ruth no había vuelto a llamarla durante ese tiempo. Cuando Sabrina sacó su teléfono para volver a llamar a Ruth, se dio cuenta de que el teléfono de Ruth estaba apagado. ¡Estaba apagado!

Sabrina les mostró una foto de ella y Sebastian y dijo: "Soy la esposa de Sebastian Ford, estoy aquí para pagar el rescate de alguien. ¿Dónde está Ruth?".

Ninguno de los hombres respondió.

"¡Ruth! ¿Dónde estás?", gritó con todas sus fuerzas.

"¡Sabrina…! ¡Sabrina! ¡Estoy aquí!". Los lamentos de Ruth llegaban desde una habitación oscura. Sabrina corrió hacia su voz y se detuvo de golpe al ver lo que había en la habitación..