Resumo de Capítulo 802 – Castigado por su amor por Internet
Em Capítulo 802, um capítulo marcante do aclamado romance de Romance Castigado por su amor, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Castigado por su amor.
Sebastian se sentó de inmediato. "¿Qué pasa, Kingston?".
"Amo Sebastian, finalmente encontré a esa...", en principio Kingston quería decir "mujer sin hogar", pero cambió las palabras justo cuando salieron de su boca, "la residencia de esa señora".
"¿Qué?". Esta vez, Sebastian realmente se quedó sorprendido.
Sabrina, que estaba en sus brazos, no pudo evitar preguntarle: "¿Qué pasa, Sebastian? ¿Es un asunto de la empresa? Has estado bastante ocupado últimamente, pero aun así te pedí que me siguieras a casa de los Shaw y me dieras tu apoyo".
Se sintió apenada mientras miraba a su esposo.
Sebastian negó con la cabeza. "Voy a salir a ocuparme de unos asuntos urgentes".
Sabrina asintió. "Ve. Solo no te fatigues demasiado".
"Duerme bien. Mañana a primera hora tendré una sorpresa para ti".
De repente, la voz ligeramente cansada de Sabrina preguntó sorprendida: "¿De verdad? Esperaré tu sorpresa".
"¡Duerme bien!".
"¡Está bien!".
Ella tenía mucho sueño. Ayer había pasado todo el día consolando a Ruth, e incluso dejó de lado su trabajo. Se quedó despierta hasta las tres de la mañana, luego estuvo ocupada con el trabajo toda la mañana, y finalmente fue a casa de los Shaw con Ruth e Yvonne por la tarde. Hasta ahora, no había descansado como debía. Para colmo, había tenido una gran discusión con el Viejo Amo Shaw en su casa.
En ese momento, su ira había disminuido, y solo sentía que su cuerpo estaba particularmente agotado.
Después de que Sebastian se marchara, Sabrina se quedó dormida profundamente. No tenía ni idea de qué había hecho exactamente su hombre esa noche.
Cuando Sebastian llegó a la planta baja, un coche ya le estaba esperando en la entrada del edificio. Subió al coche y éste arrancó a toda velocidad, dirigiéndose directamente al lugar que le dijo Kingston.
Aquel lugar estaba a casi ocho kilómetros de la residencia de Sebastian.
Era una ciudad considerablemente antigua que tenía una gran cantidad de callejones.
El lugar del que hablaba Kingston estaba justo detrás de un baño público.
Inconscientemente, rodeo el lugar y echó un vistazo. Para ese momento, Sebastian ya había bajado del coche y se acercó lentamente. Cuando llegó frente a Kingston, Kingston dijo: "Amo Sebastián, yo... ya he llamado dos veces, pero no ha habido movimiento".
Sebastian no dijo nada.
Levantó silenciosamente la tela de plástico cuadrada, de solo 60 centímetros, que cubría la puerta. Al mismo tiempo, asomó la cabeza para echar un vistazo.
Sebastian se quedó sorprendido cuando vio la escena que había dentro del cobertizo.
El interior del cobertizo estaba limpio y ordenado. A simple vista, se podía decir que alguien había vivido allí. Sin embargo, en ese momento, no había ni una sola persona dentro.
Se dio la vuelta y miró a Kingston.
Kingston le preguntó: "Amo, ¿qué... qué sucede?".
Después de preguntar esto, Kingston se acercó a la puerta y asomó su cabeza también. Al igual que Sebastian, no vio nada.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Castigado por su amor