Castigado por su amor romance Capítulo 805

Al otro lado de la línea, Ruth tomó la llamada rápidamente. "Hola, Sabrina. ¿Dónde estás?".

Sabrina sonrió. "Estoy en casa. ¿Cómo estás? ¿Dónde estás?".

Ruth miró a Ryan a su lado y de repente se sonrojó un poco. "No tengo donde quedarme, así que he estado viviendo en casa de Ryan. Sabrina, yo... Hay algo sobre lo que quiero pedirte tu opinión".

"¿Qué cosa?", preguntó Sabrina con curiosidad.

"Mis... mis padres...".

"¡Ni se te ocurra perdonarlos! ¡El no enviarlos a la cárcel ya es el mayor favor que puedes hacerles!", dijo Sabrina inmediatamente.

Ruth dijo: "¡Está bien, lo entiendo, Sabrina! Los echaré de aquí ahora mismo".

Sabrina preguntó: "¿Qué? Tus padres, ¿ellos…?".

"Están en la puerta de la mansión de Ryan", dijo Mindy con gran tristeza. "Me criaron por más de veinte años, y nunca he visto que se preocuparan por mí en lo absoluto. Sin embargo, ahora, por el bien de mi prima, vinieron a la mansión de Ryan para rogarme que la ayude. Sabrina, los echaré primero y luego te llamaré".

"De acuerdo".

Después de terminar la llamada, Ruth salió a la puerta principal.

Miró a sus padres con una expresión triste y fría. "Disculpen, ¿qué quieren de mí?".

"¡Ruth, eres nuestra hija!", dijo la Señora Mann mientras lloraba.

Ruth sonrió con dolor. "Disculpen, Señor y Señora Mann, si creen que por que mi apellido es Mann y ahora será un privilegio para ustedes, entonces puedo cambiarlo. Mi nombre también me lo pusieron ustedes, ¿no? Entonces también puedo cambiarlo. Simplemente lo haré, ya que no tengo padres. A partir de ahora, mi apellido será 'Arrepentimientos', y mi nombre será 'Sin'. ¡De ahora en adelante, llámenme 'Sin Arrepentimientos'! No me llamen más nunca Ruth Mann".

Su madre se aferró al brazo de Ruth. "Ruth, ¿cómo puedes ser tan despiadada?".

Ruth estaba tan enfadada con su madre que se rió. "¿Qué dijiste? ¿Que soy despiadada?".

La Señora Mann se quedó sin palabras.

"Señora Mann, no sé qué clase de error cometí hace dos meses para que me quitara mi teléfono y me echara a la calle sin un centavo a mi nombre. ¿Puedo preguntarle si cuando me echó de casa, yo estaba siendo despiadada?".

"Señora Mann, aparte de esto, no se me ocurren otras razones válidas".

Al oír a Ruth decir esto, el Señor y la Señora Mann se sobresaltaron.

El Señor Mann dijo rápidamente: "Tú...".

Sin embargo, solo dijo esto y dejó de hablar.

Ruth, en cambio, hizo una mueca y dijo: "Considerando que me criaron durante veinte años, no voy a discutir más con ustedes. Por favor, váyanse de aquí inmediatamente. A partir de ahora, no hay ninguna relación entre nosotros".

Tras decir esto, Ruth se dio la vuelta y regresó dentro de la casa.

"¡Vuelve! ¡Detente ahí mismo! ¡Desalmada! Legalmente hablando, ¡tienes la obligación de hacerte cargo de nosotros! ¡No puedes ignorar nuestra vida o nuestra muerte!". La Señora Mann sujetó la puerta y discutió descaradamente.

Detrás de ella, una voz fría y severa dijo de repente: "Quiere decir que, si no hubiera relación sanguínea entre ustedes, ¿Ruth no seguiría teniendo la obligación de mantenerlos?".