Castigado por su amor romance Capítulo 804

Sabrina tenía una sonrisa perezosa en su rostro. "¿Qué clase de sorpresa?".

A ella realmente no se le ocurría nada.

Sebastian siempre había sido un hombre frío, serio y nunca había sabido cómo complacer a una mujer. Por lo tanto, Sabrina realmente no podía pensar en qué tipo de sorpresa le daría. Sin embargo, vio que el hombre extendía su mano desde la espalda hacia el frente de sí mismo.

Llevaba un ramo de flores en la mano.

No era ese tipo de rosas delicadas compradas en una tienda.

Eran varios tipos de flores silvestres combinadas en un gran ramo.

Sabrina se quedó inmediatamente asombrada. "Querido, tú...".

A ella le gustaba cultivar flores y plantas, pero nunca se lo había dicho.

"¿Las recogiste temprano en la mañana?", preguntó Sabrina.

El hombre no le contestó, sino que se limitó a decir despreocupadamente: "Levántate rápido y ponlas en un jarrón. Como señora de la casa, no puedes dormir todo el día".

"¡Está bien! ¡Está bien! Me levantaré a arreglar las flores ahora mismo". Aunque las flores elegidas por su hombre no eran del todo fáciles de combinar, Sabrina estaba muy contenta de cuidarlas.

Esta mañana, Sabrina estaba muy animada por el ramo de flores silvestres. Tarareaba una melodía mientras arreglaba las flores, y ya se había olvidado del disgusto de la discusión de ayer con el Viejo Amo Shaw.

La casa de Sebastian era realmente espaciosa y también estaba bastante vacía. En el último año y medio, fueron Sabrina y Aino quienes añadieron algunos toques de ambiente familiar a esta casa.

Especialmente con el creciente número de plantas y flores en macetas.

Sin embargo, hoy era la primera vez que se colocaba un gran jarrón de flores silvestres en la mesa del comedor.

"Mamá, esta flor no se ve nada bien". Cuando Aino vio las flores en la mesa del comedor justo después de levantarse de la cama, primero se sintió sorprendida. Sin embargo, una vez pasada la sensación de sorpresa, le pareció que las flores no se veían muy bien.

Sí, la combinación era un poco desordenada.

"¿No se ve bien?", preguntó Sabrina con indiferencia. "Pero lo que pienso es, ¿cómo pueden quedar tan bien? Son las flores más bonitas que he visto. ¡Me encantan!".