Castigado por su amor romance Capítulo 871

Nunca habían descuidado a Jane en cuanto a necesidades básicas, como la comida o la ropa. Pero cuando sus padres miraban a los cuatro pares de gemelos, siempre solían llamarlos "bebés" y les decían lo increíbles y guapos que eran. Sin embargo, cuando miraban a Jane, era casi como si estuvieran mirando a un extraño.

Nunca recibía un cumplido por parte de ellos. A veces, Jane se aferraba a los pies de su padre y lo miraba con esperanza, esperando que la levantara, la cargara en sus brazos y le diera un beso. Pero su padre solo respondía con impaciencia: "¡Vete a jugar sola!".

Jane se escondía a menudo en una esquina de la habitación y observaba a sus hermanos. Cada uno tenía una pareja que llevaba la misma ropa que ellos. Todos eran hermosos y alegres, y pedían la atención de sus padres siempre que les apetecía. Jane no podía sentir más envidia por ellos.

Noche tras noche, lloraba hasta que su almohada quedaba empapada de lágrimas. Para ganarse el amor de sus padres, Jane destacaba tanto en casa como en la escuela. Era una excelente alumna en su clase, con notables logros académicos, mientras que en casa aprovechaba cualquier oportunidad para ayudar a sus padres con las tareas, como levantar toda la caja de frutas ella sola a pesar de su corta edad.

Cuando sus padres se cansaban, les llevaba pequeñas sillas para que se sentaran y les daba un masaje en las piernas o en los hombros. Todo ello para que la quisieran, aunque fuera un poco. Sin embargo, por mucho que trabajara, nunca parecían verla. La mayoría de las veces, sus padres preferían ignorarla.

Cada vez que había un evento al que la familia Sheen era invitada, como una boda, el Señor y la Señora Sheen vestían a los gemelos de maravilla y se los llevaban fuera, dejando a Jane sola en casa.

Con el paso del tiempo, no solo sus padres la ignoraron, sino que sus hermanos también empezaron a intimidarla. Aunque la familia Sheen era de clase media, criar a nueve hijos suponía un gasto económico inmenso. Además, su negocio de venta de fruta se vio obstaculizado por la introducción de las compras en línea, el servicio de entrega y las cadenas de tiendas, y por ello, empezó a fracasar.

Cada vez era más difícil mantener el negocio, y a duras penas lograban sobrevivir con sus ahorros cada año. Empezaba a ser un reto criar a sus hijos a pesar de que tenían dos propiedades y unos ahorros de aproximadamente ocho millones de dólares.