Castigado por su amor romance Capítulo 878

Jane era muy feliz, realmente feliz. La noche que Alex la llevó a su casa, lloró entre sus sábanas hasta empaparse de lágrimas. Desde su nacimiento, nadie la había tratado como un ser humano. No entendía por qué sus padres la habían traído a este mundo. ¿Por qué dar a luz a una niña si no iban a quererla? Intentó protestar contra la injusticia y discutir con sus padres, preguntándoles por qué no la querían. Pero siempre encontraban más excusas y razones.

Su padre le decía: "Jane, te hemos dado la vida y te hemos alimentado. ¿No solo no nos aprecias, sino que quieres pelear por atención? Tu madre y yo no somos personas crueles, así que ¿por qué tuvimos una hija como tú?".

"¿Todos mis hermanos y hermanas tienen sus propias habitaciones? ¿Por qué soy la única que duerme aquí fuera como un perro?", preguntó entre sollozos.

"Tus hermanos y hermanas son gemelos, ¿y tú?".

Su madre añadió: "¡Tus hermanos son mucho más dulces cuando nos llaman y nunca se quejarían como tú! Además, sabes que es difícil para Mamá y Papá criar a tantos niños, Jane. Es normal que haya momentos en los que no hay suficiente amor para todos. No hay nada que podamos hacer. Los otros son gemelos y tú eres la única que está fuera de lugar, así que tenemos que cuidar de ellos primero".

"Pensamos que ya no está mal que hayamos conseguido cuidar tan bien a ocho de los nueve niños que hemos traído al mundo. El hecho de que solo uno de ellos no reciba tanta atención es comprensible y estamos orgullosos de ello. Hay que entender que incluso los dedos tienen longitudes diferentes, ¿cortarías todos los dedos por la mitad solo para que coincidieran con la longitud de tu dedo meñique? Si realmente fuéramos el tipo de padres que no te quieren ni se preocupan por ti, te habríamos enviado lejos, teniendo en cuenta la cantidad de hijos que tenemos. Si te enviáramos a algún país extranjero, ¿qué harías? Muchas parejas en el extranjero se divorcian y abandonan a los hijos que han adoptado", se apresuró a decir su padre.

"¿Por qué?", preguntó ella en un murmuro, enterrando la cabeza en su abrazo.

Alex permaneció inexpresivo y su tono fue firme. "No puedo quitarte el derecho a ser madre. Hay muchas maneras de no quedar embarazada. Puedes optar por un implante anticonceptivo subdérmico sin quitarlo del todo, de modo que, en el futuro, si encuentras a alguien con quien quieras casarte, un hombre con el que puedas pasar el resto de tu vida, puedas seguir teniendo hijos".