Castigado por su amor romance Capítulo 879

Sintió una punzada en el corazón cuando escuchó lo que Alex dijo, realmente la había lastimado, pero Jane forzó una sonrisa. "De acuerdo, lo que tú digas, vamos a poner el implante".

Aquel día, Alex la llevó a ponerse los implantes anticonceptivos subdérmicos, y la trató con más cuidado a partir de ese momento. Se ocupó de la familia de Jane enviando a algunos a prisión y dejando que algunos se enfrentaran a ciertos castigos de acuerdo con la ley. Incluso llevó a Jane de vuelta a la familia Sheen e hizo que sus padres firmaran una declaración oficial de que ya no tenían ninguna relación con su hija.

Cuando terminaron, Jane se marchó sin mirar atrás, y sus padres y hermanos se quedaron helados. Ya estaba a unos pasos de ellos cuando su madre gritó: "Estúpida Jane, ¿abandonas a tu Madre y a tu Padre?".

Las lágrimas se deslizaron por las mejillas de Jane. Se tomó un tiempo para calmarse antes de volverse para mirar a sus padres con una expresión inquietantemente tranquila. "La estúpida Jane está muerta".

Ambos padres se quedaron perplejos al instante.

"Murió mientras todos ustedes estaban durmiendo en sus habitaciones con camas gigantescas y disfrutando del aire acondicionado y ella solo podía dormir en el suelo del balcón. Ella se había caído del balcón y se había roto en pedazos. Luego, murió asfixiada cuando sus suegros la encerraron en el sótano. Habían pasado cuatro años y su cuerpo probablemente se había descompuesto hasta el punto de no encontrar sus huesos. Después, su cuñado discapacitado la agarró por el cabello y la pateó en el estómago y en la cara hasta matarla a patadas en una obra en construcción en Ciudad Kidon".

"Jane...". Su madre empezó a llorar.

"A partir de ahora soy solo Jane, no tu estúpida Jane. Lo siento, ¡pero espero que no nos volvamos a ver jamás!". Dicho esto, Jane se dio la vuelta para marcharse.

"Solo contéstame si puedo decirlo primero".

Esa fue una de las pocas veces que ella insistió obstinadamente en algo. Alex estudió la forma en que ella trataba de ser irracional mientras lloraba, de repente, la encontró vulnerable, como un pequeño bebé, tan lamentable como adorable. Asintió con calma y dijo: "No te culparé por decir lo que tengas que decir, continúa".

"¡Te amo!". Ella lo miró a los ojos con sinceridad.