Castigado por su amor romance Capítulo 885

¿Cómo podía ser tan ingeniosa una niña tan pequeña? Ella recordó lo que Alex siempre le había dicho. Siempre decía: "¡Sebastian se ha convertido en un esclavo de su hija! ¡El hombre que solía ser, él que nunca pestañeó para matar a otros, nunca sonrió ni sintió el más mínimo afecto hacia otro! Ahora, ¡míralo! Corre a casa todos los días después del trabajo para jugar con esa niña".

Jane podía entenderlo. ¿Quién no se derretiría cuando tiene una niña tan dulce en casa?

"Vamos, Tía. Mi Mami está esperando abajo".

Jane fue a lavarse y a maquillarse, y luego bajó al salón de la mano de Aino. Aino solo había escuchado que su madre iba a invitar a otra tía para ir de compras con ellas. Nada le gustaba más que hacer nuevos amigos. Tenía muchos amigos en su jardín de niños, y una amiga de su madre era amiga suya. Sin dilación, la niña del vestido rojo guió a Jane escaleras abajo.

Jane solía vestir con un estilo más maduro y elegante siempre que estaba con Alex, hoy era diferente.

El consejo de la niña la había animado sorprendentemente más de lo habitual. Originalmente, una mujer de treinta y cinco años no era considerada muy joven, pero había sido bien cuidada por Alex durante los últimos años, había vivido sin preocuparse por nada en absoluto, y por lo tanto, no parecía tener una edad diferente a la de Sabrina.

Sabrina estaba sentada en el salón y charlaba con Alex. Alex sonreía amablemente, pero Sabrina siempre había sido una persona tranquila. Aunque los dos llevaban un rato sentados en el salón, Sabrina no había hablado mucho y Alex era el que más preguntas hacía.

"¿No fue divertido practicar el tiro al blanco ayer?".

"Sí".

"Tus diseños…".

"¿Qué pasa con ellos?".

"¡Jane, estás muy guapa!". Puede que no esté familiarizada con Alex, pero le había tomado cariño a Jane. Incluso ahora, Sabrina podía recordar claramente la primera vez que Sebastian la llevó a reunirse con Alex y los demás en la enorme sala VIP.

Estaba allí como si fuera una prisionera esperando a ser decapitada, y Jane fue la única que la miró con una suave sonrisa todo el tiempo. Se sintió eternamente agradecida de que, en su momento más oscuro, hubiera alguien que la animará con una sonrisa. Alguien que le pasara un pañuelo para limpiarse o le ofreciera un sorbo de agua.

Cuando Alex escuchó lo que Sabrina dijo sobre Jane, también levantó la mirada para mirarla mientras bajaba las escaleras. Sus ojos se encontraron y las mejillas de Jane se sonrojaron.

"¿Me veo bien, Alex?", preguntó vacilante.

Alex estaba completamente hipnotizado.