Castigado por su amor romance Capítulo 886

Para ser sinceros, la mujer frente a él se veía muy diferente a como solía hacerlo. Antes, su estilo de vestir solía ser maduro pero con un toque sexy, el preferido de Alex. Pero hoy, estaba vestida con colores vivos y brillantes, lo que le resultaba llamativo, sin perder su toque de madurez y sensualidad. Había una sensación extra de energía y vitalidad. Se mantenía en buena forma. Vestida así, no parecía una mujer de treinta años. En cambio, parecía una joven bonita y delicada.

Alex sintió calidez en su corazón. Con una sonrisa en el rostro, le dijo suavemente: "Te ves hermosa sin importar qué te pongas".

Jane sonrió. "Alex, Sabrina y yo vamos de compras ahora".

Alex solo asintió. Ella rara vez salía de casa. En Ciudad Kidon, muchas señoras adineradas querían ir de compras y tomar el té con ella, pero siempre se negaba y apenas salía. Solo estaba dispuesta a salir cuando él tenía un evento al que asistir y la llevaba con él. Por eso, Alex se sorprendió al escucharla decir que iba a ir de compras con Sabrina y Aino.

Podía darse cuenta de que Sabrina le caía muy bien. ¿Qué era esto? ¿Dios las cría y ellas se juntan? Ella disfrutaba de su paz y se mantenía siempre al margen, y Sabina mucho más. Por eso las dos mujeres se llevaban tan bien.

Alex sacó una tarjeta negra de su billetera y se la dio. "Soy mayor que Sebastian y Sabrina es más joven que tú. Como eres mayor, deberías pagar por ella".

"Lo haré". Jane aceptó la tarjeta.

"No te quedes hasta muy tarde. No te has sentido muy bien últimamente, así que no te canses demasiado", le recordó Alex. De alguna manera, cuando ella estaba vestida así, sentía que le podía ser arrebatada por otro hombre en cualquier momento.

"¡Está bien!". Jane sonrió suavemente.

Sabrina y Jane se miraron entre ellas y rieron.

"Señor Poole, Aino ha sido mimada por Sebastian, por favor, no le haga caso", dijo Sabrina disculpándose. "Ya nos vamos".

Alex asintió.

Sabrina había ido a recoger a Jane, ya que ésta no podía conducir, así que ella y Aino se fueron en el asiento trasero. La niña era una charlatana, así que habló alegremente con Jane apenas se sentaron en el coche. "Tía Jane, todavía tenemos que ir a buscar a otras dos tías".