Castigado por su amor romance Capítulo 909

Harry Payne aprobó de inmediato el matrimonio.

En otras palabras, Holden ahora era el prometido de Selene.

Por eso Lincoln se dirigió a él como su yerno.

Al escuchar a Lincoln dirigirse a él de esta manera, Holden se sintió tan disgustado que quiso abofetear al anciano con fuerza.

Por desgracia, los tres miembros de la familia Lynn eran invitados de su hermano.

Holden no tuvo más remedio que reprimir su ira y, en su lugar, optó por mirar con frialdad a su sobrina.

"¡Minerva! ¿Qué pasó?".

Minerva le temía a su cuarto tío. Ella encogió su cuerpo y dijo tímidamente: "Tío, yo... yo estaba de camino a la escuela, pero cuando pasé, escuché el alboroto de las personas que peleaban saliendo de tu jardín delantero, y sentí curiosidad, así que me acerqué a echar un vistazo. Mm... Tío, iré a la escuela ahora. ¡Adiós!".

Con esto, Minerva se escabulló como una rata escapando de las garras de un gato.

Holden llevó su mirada hacia Jade y Lincoln.

Jade forzó una sonrisa en su rostro y miró a Holden. "Ye... Yerno".

"¿Qué sucedió aquí?". Por un momento, no reconoció a Selene, cuya cabeza y rostro estaban cubiertos de grandes bultos morados. Solo miró a Jade con una expresión de desagrado.

"Holden, esto fue lo que pasó; Selene escuchó que lograste capturar a la esposa y a la hija de Sebastian tú solo, y se alegró por ti, así que vino a felicitarte y, al mismo tiempo, decirte lo malvada que es esta mujer. Ella es una ex convicta, ha cometido todo tipo de crímenes y malas acciones. Todo el mundo en Ciudad del Sur conoce su desagradable historial. ¡Selene quería aconsejarte que no te dejes engañar por ella!”.

Holden se exaltó un poco. "¿Esto es cierto?".

Jade respondió: "¡Estoy diciendo la verdad, mi querido yerno!".

Luego, señaló a Sabrina y Aino. "¡Estas dos son tus prisioneras, pero también son nuestras enemigas! ¡Los tres no tuvimos más remedio que escapar a esta isla por culpa de esta mujer! Como tú, la odiamos profundamente".

Holden permaneció en silencio, solo mirando a Sabrina y Aino.

Eran solo etiquetas impuestas por personas que estaban celosas de ella.

Al verlo mirar sin pestañear a Sabrina, Selene, que se escondía detrás de su madre, pensó que se estaba preguntando cómo matar a Sabrina.

Inmediatamente, corrió hacia Holden, se paró frente a él y lo agarró del brazo.

"Amo Holden, le explico, ¡es muy difícil tratar con esta mujer! Ella es tan astuta como un zorro. ¿Por qué no la deja en mis manos? Tengo formas y medios para hacer que ella obedezca mis órdenes. No se preocupe, Amo Holden, yo... la odio más que usted. Le seré leal y haré lo que usted quiera que haga".

Con esto, no esperó a que Holden respondiera antes de volverse para mirar a Sabrina. Hizo alarde de su prometido diciendo: "Sabrina, ¿no dijiste que tu esposo es el hombre más capaz del mundo? Es cierto, es capaz, pero ¿es más capaz que mi prometido? No importa lo capaz que sea, aun así, caíste en las manos de mi prometido, lo que significa que caíste en mis manos. Sabrina, hoy te mostraré lo que se siente sentir demasiado dolor, ¡me rogarás que termine con tu vida!".

"¡Cállate!". Detrás de ella, Holden la reprendió repentinamente.

Selene se dio vuelta y miró seductoramente a su prometido. "¿Qué pasa, Amo Holden?".

"Sabrina y la pequeña princesa Aino son mis valiosas invitadas. ¡Atrévete a lastimar un solo mechón de sus cabezas!". Holden le advirtió a Selene con frialdad y sin emociones.