Castigado por su amor romance Capítulo 930

Cuando vio que era realmente Nigel, Kingston preguntó: "Joven Amo, ¿nos bajamos del coche para preguntar?".

Sebastian se dio la vuelta, sin contestar, mientras le decía al conductor: "¡Sigue conduciendo!".

El conductor respondió: "¡Sí, Joven Amo!".

El coche siguió su camino.

En el coche, Sebastian permaneció callado, por lo que nadie habló tampoco.

El conductor no le preguntó a Sebastian a dónde iban. Se limitó a seguir conduciendo hasta que el coche entró silenciosamente en la Mansión Poole, y las puertas de la Mansión Poole se cerraron tras ellos.

La noche era extremadamente tranquila.

De hecho, era extrañamente tranquila.

Esa noche podía dejar a cualquiera dormir plácidamente. También podía llevar a muchos a realizar cambios inesperados y drásticos.

La noche permitió que la hinchazón en la cabeza de Selene bajara considerablemente después de la medicación. También permitió que Sabrina y Aino durmieran tranquila y dulcemente.

Para evitar que alguien en la Mansión Poole descubriera el paradero de Sebastian, Sabrina había mantenido su teléfono apagado.

A la mañana siguiente, el cielo estaba despejado cuando despertaron.

Aino y Sabrina se ducharon antes de bajar, y vieron que Holden ya estaba en la sala.

"¡Buenos días!", las saludó Holden.

"¡Hombre sinvergüenza!". Aino parecía haber perdido toda su buena voluntad hacia aquel hombre en cuanto despertó.

Holden miró a Aino con fastidio. "Ayer hasta jugué a ser tu caballo. ¿Por qué me tratas mal después de solo un día?".

"¡¿Dónde está mi papá?!", preguntó Aino mientras miraba a Holden.

La cara de Aino se calmó un poco después de escucharla, después continuó: "¿Esta es la Isla Estrella?".

"Sí, esta es la Isla Estrella", respondió Holden con expresión seria por Sabrina.

"Entonces, ¿hay algún paisaje bonito? ¿Puedes llevarme a verlos?". Lo que más le gustaba a Aino era salir. Sin embargo, solo tenía seis años, así que no había estado en muchos lugares.

Por eso, cuando se enteró de que su padre era el que quería que ella y su madre se quedaran allí, bajó mucho la guardia.

"¡Claro que no hay ningún problema! Estamos en una isla tropical, así que aquí hay muchas frutas que no se pueden encontrar en Ciudad del Sur. También estamos rodeados por el mar, ¡así que el paisaje es excepcional! Después del desayuno, las llevaré afuera. ¿Qué dices?". Holden era el mejor en seguir el juego de la pequeña.

Sobre todo porque podía llevar a la mujer que amaba y la niña que más le agradaba con él.

Antes de que salieran, una escena ya había aparecido en el corazón de Holden.

En el mismo coche, él se sentaría con Sabrina y Aino. ¿Parecerían una familia de tres?