Castigado por su amor romance Capítulo 989

Aquello le recordó a Sabrina a su madre de nuevo. Esos ojos con los que se encontró fuera de su área parecían perdidos, y aunque Sabrina no podía ver su rostro, estaba segura de que esos eran los ojos de su madre. La idea de todo lo que su madre había estado pasando le atravesó el corazón como una cuchilla afilada. Salió de la ducha con un dolor silencioso, ni siquiera bañar a Aino pudo ayudar a alegrar su estado de ánimo. La niña se dio cuenta de la lucha interna de su madre y decidió quedarse callada también. Después de ducharse, Sabrina arropó a Aino para que durmiera una breve siesta y se dejó llevar lentamente por el sueño de Aino. Estaba agotada, pero no parecía poder encontrar la paz en el sueño.

Sebastian también estaba cansado, pero no tenía tiempo para descansar. Después de ver que Sabrina y Aino se habían ido a dormir, se dirigió a su estudio para trabajar. Hacía medio mes que no se presentaba en la oficina. Todo funcionaba como de costumbre, a excepción de los documentos que estaban pendientes de ser aprobados amontonados en una unidad electrónica. Después de tramitarlos todos, ya era hora de cenar, por lo que salió del estudio, solo para encontrar a Aino sentada sola en el comedor.

"¿Dónde está Sabrina?", le preguntó Sebastian a la Tía Lewis.

Antes de que la Tía Lewis pudiera responder, Aino lo hizo callar, diciendo: "Papi, Mami está demasiado cansada. Déjala descansar un rato. Podemos volver a calentarle la comida cuando se despierte".

Sebastian acarició suavemente la mejilla de su hija. "Mm, lo que diga Aino. Qué niña tan considerada".

Entonces, tomó asiento en la mesa del comedor y le dio de comer a Aino. "Tienes que comer bien. Come más, para que así puedas crecer más rápido y más grande para proteger a Mami. Ella está sufriendo mucho".

"Sebastian, ¿a quién llamas?", preguntó ella, confundida. Al principio, pensó que estaba llamando a Kingston para pedirle ayuda para encontrar a su madre y estuvo a punto de detenerlo. Al fin y al cabo, Kingston debía de estar agotado por todo el viaje y necesitaba tiempo para descansar o ir a casa a ver a su familia.

Para su sorpresa, Sebastian habló en cuanto se conectó la llamada. "¡Mañana a primera hora, trae a Selene y al Viejo Amo Shaw al hospital y oblígalos a hacerse una prueba de paternidad! ¡Quiero resultados en blanco y negro con los que pueda convencer al Viejo Amo Shaw! Una vez que los resultados salgan, mata a Selene en el acto...".

"¡Sebastian...!". Sabrina lo interrumpió arrebatándole el teléfono y terminando la llamada a la rotundidad.