Castigado por su amor romance Capítulo 988

Sebastian atrajo a Sabrina a sus brazos con el corazón lleno de culpa.

"Mamá, te echo mucho de menos. ¿Realmente eres tú, mamá?". Sabrina sollozaba incontroladamente. "¿Por qué no sales a verme? Mamá, Aino, el padre de Aino y yo te echamos de menos. Mamá, ¿podrías salir, por favor? Mamá...". Sus lamentos empezaron a llamar la atención de los transeúntes e incluso sorprendieron a Aino.

"Sabrina, estás preocupando a Aino. No llores", susurró Sebastian con suavidad.

Sabrina hizo lo posible por calmarse y se dio la vuelta para encontrar a Aino, que también estaba a punto de llorar.

"Mamá...". Aino se acercó a Sabrina y le dijo: "Mami, no estés triste, ¿de acuerdo?".

"Cariño...", murmuró Sabrina.

"En realidad, yo también te compré un regalo. Quería esperar a que llegáramos a casa para sorprenderte, pero, mami, quiero decirte cual es tu regalo ahora mismo". Aino se acercó para ofrecerle consuelo.

Sabrina rodeó a Aino con sus brazos. "Lo siento, cariño, ¿mamá te preocupó?".

Aino limpió las lágrimas del rostro de Sabrina como una pequeña adulta. "Mami, mi regalo para ti es una muñeca de señora. Esa muñeca parece ser muy amable y gentil".

Sebastian asintió, antes de dirigirse con un brazo cargando a su hija y el otro sosteniendo a Sabrina. Kingston les siguió de cerca con todas sus pertenencias y se marchó tras dejarlas dentro. Tanto la Tía Lewis como la Tía Tianna se alegraron mucho de ver a los tres de vuelta a casa.

"Amo Sebastian, Señora Ford, pequeña princesa, por fin han regresado". La Tía Lewis tomó sus maletas mientras decía: "El Viejo Amo vino hace unos días, preguntando dónde estaban. No me atreví a decirle la verdad por miedo a que se preocupara. Ahora, por fin están en casa. Eso es genial. Es genial".

Sabrina sonrió a la Tía Lewis. "Gracias, Tía Lewis, nos alegramos de tenerte aquí mientras estamos fuera".

"Solo hicimos lo que se nos pedía. Señora Ford, debería ir con el Amo Sebastian y la pequeña princesa a lavarse y descansar un poco. Voy a empezar a preparar la cena, los llamaré cuando esté lista. Debes estar agotada después de tanto viaje, ¿no?". La Tía Lewis les habló en un tono maternal.