Era temprano por la mañana, pero algo ya sucedía en la ancestral casa de la familia Bai. Los grandes ejecutivos de Bai Group estaban sentados enfrascados en una ávida conversación. El brote del virus de neumonía AS era, sin dudas, un desastre para los residentes de la ciudad de Jiang, pero para las compañías farmacéuticas, era una oportunidad en un millón.
La primera persona que elaborara una cura para la neumonía AS podría, en muy poco tiempo, tomar las riendas y monopolizar el mercado farmacéutico de la ciudad de Jiang y de varias ciudades grandes aledañas.
Esto era cierto sobre todo para Bai Group. Si alguno de los tres amos, el mayor, Bai Hai, el segundo, Bai Chuan y el más joven, Bai Shan, crea una cura, está por demás decir que serían venerados y ganarían el derecho de tomar decisiones propias en la compañía.
-¿Escuchaste? El amo Bai Hai encontró un maestro en medicina china y elaboraron una receta antigua. ¡El medicamento es capaz de mantener a raya el virus de la neumonía AS durante un mes! Aunque igual uno recaería, ¡es un gran paso!
-Ja, ja, ja. El amo Bai Chuan tampoco va tan mal. Buscó varios expertos chinos y extranjeros y también elaboró un medicamento. Al parecer, puede inhibir el virus por quince días.
—Je, je, je. Como era de esperarse de los amos Bai Hai y Bai Chuan, ¡los pilares de Bai Group! ¡Parece que nuestro querido amo Bai Shan está en un aprieto esta vez!
Escuché que todos los expertos en medicina chinos y extranjeros le fallaron. Me pregunto cómo le explicará eso al gran amo Bai en un rato.
Se escuchaba mucho murmullo proveniente de los grandes ejecutivos, y se escuchaba que hablaban más que nada del amo Bai Hai y del amo Bai Chuan, ya que todos sabían que habían elaborado tratamientos que podrían contener el virus por un corto periodo de tiempo.
Aunque todavía no habían encontrado la cura, ser capaz de contener el virus por un tiempo era por demás valioso; el amo Bai Shan, por el contrario, se convertiría en el
objeto de las bromas.
Al oír las risas burlonas a su alrededor, Bal Shan no pudo evitar apretar los puños mientras una ola de tristeza y amargura lo cubrían. Se había preparado mentalmente para que el abuelo Bai lo regañara. Detrás de él, Bai Vi no podía evitar sentir un dolor en el pecho al ver la tristeza de su padre.
«Tal vez esta vez echen a nuestra familia de Bai Group ...» Lin Fan apareció en su cabeza sin siquiera pensarlo. «Me pregunto si sucedería un milagro si es muchacho estuviera aquí»
Cuando esa ¡dea cruzó por la cabeza de Bai Vi, la descartó rápidamente. Todos los involucrados en la investigación de medicamentos eran famosos expertos en medicina china u occidental. Aunque el comportamiento de anoche de Lin Fan la asombró, tampoco es que él era un dios; no había manera de que supiera algo de medicina. En poco tiempo, fila tras fila de personas entraban al salón murmurando.
—¡Ja, ja, ja! Bai Shan, ¿cómo te fue esta vez? ¿Pudiste encontrar un tratamiento para la enfermedad? —preguntó una voz alegre seguida de una carcajada.
Todos eran recibidos con la imagen del amo Bai Hai y el amo Bai Chuan entrando lado a lado, seguidos de cerca por sus hijos. Este grupo de personas miraba a Bai Shan y a Bai Vi con ojos llenos de burla y desprecio.
—¡B...Ba¡ Hai! ¡Bai Chuan! -Bai Shan se apresuró a recibirlos algo agitado.
Al observar la reacción de Bai Shan, un indicio de burla apareció en los ojos de sus hermanos Bai Hai y Bai Chuan.
-¡Bueno! ¡Tomen asiento! -dijo con una sonrisa el amo Bai Hai mientras palmeaba el hombro de Bai Shan-. Incluso si no has dado con ningún resultado, padre a lo sumo te regañará. ¡Solo eso!
Al decir esto, Bai Hai señaló a su hijo, Bai Vitan, parado detrás de él, y continuó con el rostro lleno de orgullo:
—Todo lo que he logrado es también gracias a Vi Fan. ¡Fue él mismo quien invitó al maestro en medicina china quien elaboró la medicación capaz de contener al virus! ¡Mi padre incluso acaba de elogiar a Vitan! Ja, ja, ja.
Aunque pareciera que Bai Hai intentaba reconfortar a Bai Shan, cualquiera podía leer entre líneas que en realidad estaba presumiendo a su hijo, Vi Fan. Y como era de esperarse, todos los grandes ejecutivos se pusieron de pie para agasajar a Bai Hai al oír sus palabras. Las voces, cargadas de adulación, trataban de ganarse el favor de Bai Hai. Frente a la adulación de todos, los rostros del amo Bai Hai y de su hijo, Bai Yifan, se llenaron de orgullo y deleite. ¡Pero eso no era todo! Una joven mujer se dirigió hacia Bai Yi y comentó:
-¡Pero si no es nada más que nuestro hábil y brillante prima! ¿Por qué no hiciste nada para ayudar al tío Bai Shan? ¿Acaso no eres la mujer más hermosa en la ciudad de Jiang? Si buscaras, estoy segura de que encontrarías innumerables maestros en medicina tradicional china y expertos en medicina occidental dispuestos a besarte los pies.
Las palabras de esa mujer eran ácidas y rencorosas. Bai Yi sintió como de inmediato su pecho se llenaba de ira.
Al escuchar la serie de preguntas, Bai Shan respondió con una sonrisa irónica:
—Creo que Lin Fan escribió esto en el baño anoche. Cuando tomamos un trago, me especificó que lo trajera hoy.
¡¿Qué?! ¿Lin Fan lo escribió en el baño? Bai Vi sintió como su cabeza quedaba en blanco por un momento. Pero antes de que pudiera emitir palabra, su prima, Bai Van, que estaba sentada al lado, había presenciado la escena y le arrebató la bola de papel higiénico.
—¡Por Dios! ¡Así que todavía tienen un as bajo la manga!
Parece que ese yerno inútil mío no es tan inútil después de todo, ¿ah? -exclamó Bai Yan con desdén-. ¡Píldora de resurrección! ¡Por favor! ¡Qué nombre! ¿Tiene síndrome de octavo grado? ¡¿En verdad cree que esta cosa puede revivir a los muertos, regenerar la piel con un hueso y rejuvenecer a los muertos con el espíritu?!
»Y esta fórmula: Perilla frutescens, Solanum nigrum, membrana de molleja de pollo... ¡Ja, ja, ja, que porquería! -Al hablar, agitó el papel en su mano y dijo en su ataque de risa-: ¡Ja, ja, ja! ¡Ey! ¡Vean esto! ¡Este es el brillante plan que el inútil de mi yerno, Lin Fan, le dio al tío Bai Shan! ¡Una píldora de resurrección!
¡Bum! Sus palabras produjeron un alboroto en los grandes ejecutivos de Bai Group. Claro que habían oído hablar de esta persona; Lin Fan era el famoso parásito de la familia Bai. Era un hombre sin trabajo ni habilidades, que la familia adoptó y que pasaba sus días haciendo tareas hogareñas; cocinando y lavando ropa.
En un instante, todos reventaron en un ataque de risa: -¡Ja, ja, ja! ¡Oh, Bai Yi! ¿Tu marido leyó demasiadas novelas? ¡Y pensar que éste es su as bajo la manga!
-¡Sí! ¿Qué rayos es la píldora de resurrección? ¿En verdad cree que esa porquería que escribió en vano se puede comparar con los tratamientos creados por maestros en medicina tradicional china y renombrados expertos en medicina occidental?
-¡Ja, ja, ja! ¡Y en serio lo escribió en el baño! ¡Este Lin Fan es todo un personaje!
Mientras se escuchaban voces y risas burlonas una detrás de otra, las expresiones de Bai Shan y Bai Yi se endurecieron al punto de que no podían ponerse peor. Pero lo que todos ellos no sabían era que ese mismo momento, los dos ancianos detrás del corredor principal debatían seriamente sobre la píldora de resurrección.

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