Cielo y Barro romance Capítulo 69

Noelia intuía que Manuel había notado algo; durante todo el camino, él evitó hablar de sus padres y, en cambio, conversó sobre los cambios en Río Verde a lo largo de los años, la opulencia de la gran ciudad y cómo su salud ya no era la de antes.

Aunque no se habían visto mucho antes y, aunque compartían la camaradería de ser del mismo pueblo, eso era más cosa de sus padres.

Noelia apretó los labios y notó que Manuel deliberadamente evitaba el contacto visual con ella, dándole a entender que él había descubierto algo.

Por supuesto, su regreso solo al pueblo y su reacción cuando se mencionaba a su familia habían sido suficientes para revelarle algo.

Sintiéndose cuidadosa y delicadamente protegida, Noelia sentía una opresión en la garganta y un picor en la nariz. Suspiro y, pretendiendo indiferencia, miró a su alrededor, conteniendo las lágrimas con esfuerzo.

Después de un rato, Noelia logró calmar sus emociones. Miró la tarjeta de la habitación que sostenía en la mano, adornada con bonitas ilustraciones en ambos lados. La agitó hacia Valentina y preguntó, —¿Estudiaste diseño de interiores?

Los ojos de Valentina se iluminaron, —¡Sí, exacto!

Soltando el brazo de Manuel, giró sobre sí misma con los brazos abiertos, mostrando su entusiasmo y orgullo. —Diseñé todo el hospedaje yo misma, ¿no es impresionante?

Valentina buscaba claramente elogios, mientras Noelia observaba sus aspiraciones con calma. Recordando su propia formación profesional, asintió con aprobación, —Está de veras muy bien.

Admiraba a quienes tenían el coraje de perseguir sus sueños y emprender.

Manuel, que había estado observando desde un lado, intervino tras escuchar esto, picándole la frente a Valentina con fuerza, —¿Impresionante? ¿De qué hablas?

Frunce el ceño y dice, —Este hospedaje no atrae a muchos huéspedes al año. Aunque es nuestra propia casa, administrarla tiene costos. ¿Cuándo empezaremos a recuperar la inversión?