Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 1002

No se podía culpar a Shimon por el estado de nerviosismo en el que se encontraba. Después de todo, una familia con tanto poder se quedó atrás con bastante facilidad.

No sonaba bien por mucho que se devanara los sesos al respecto.

Jeff podía leer su mente.

Él preguntó solemnemente: “¿Todavía recuerdas el nombre del primer líder de la familia Flinders?”.

Shimon estaba perplejo.

Si su memoria no le fallaba, el primer líder de los Flinders parecía llamarse… ¡Jefferson Flinders!

Así es, ese era el nombre.

Él se dio cuenta de algo. Aunque increíble, todavía abrió los ojos con incredulidad.

Jeff frunció los labios sin decir una palabra.

Shimon detectó claramente la certeza en los ojos de Jeff y la presencia digna que venía con la constante morada en la supremacía.

Él estaba impresionado.

Louis intervino en el momento adecuado. “¡Deberías saludar al Señor Flinders!”.

Con el rostro pálido, Shimon empezó a sudar frío.

Él negó con la cabeza con incredulidad y murmuró: “Es-es imposible. Cómo podría ser esto…”.

De hecho, como ateo nacido en el nuevo siglo, ¡él simplemente se negó a creer que una persona pudiera vivir mil años en este mundo!

Un milenio. Sus huesos ya deberían haberse convertido en cenizas o piedras. ¿Cómo podría seguir vivo?

La gran consternación de Shimon cayó sobre los ojos de Jeff.

Él no encontró esto sorprendente. Basado en la educación que recibió Shimon y su perspectiva del mundo, sería extraño si pudiera aceptar y creer que Jeff era de hace mil años inmediatamente.

Jeff sonrió levemente. Sin prisa, cogió la taza de té de la mesa y tomó un sorbo.

Después de dejar la taza, él respondió: “Nada es imposible. Puede parecer fantástico, pero no está más allá de los límites de las posibilidades. Siempre hay milagros en el mundo, ¿verdad?”.

Louis, que estaba cerca, se hizo eco de sus puntos de vista. “Sí, sí, sí, Amo, tienes razón”.

Él fue elegido personalmente por Jeff para asumir el cargo de líder. El día que asumió la responsabilidad, se reunió con Jeff.

Incapaz de creerlo al principio, Louis incluso estaba descontento de que hubiera alguien por encima de él, un patriarca.

Sin embargo, fue entendiendo gradualmente a lo largo de los años. El hombre que tenía ante él tenía sus propios medios y poder, así como una mayor habilidad que supera mucho más la suya.

Si Louis no lo escuchaba, no solo perdería su posición como patriarca, sino también su vida.

Además, Louis, un simple hombre común no podía competir con el misterio y la fuerza detrás de este hombre.

Poco a poco, Louis fue capaz de dejar ir el descontento que lo nublaba.

Aunque Jeff era poderoso, él no estaba muy preocupado por los asuntos relacionados con los intereses familiares.

A sus ojos, la riqueza y los activos eran solo cosas materiales.

La vida que vivió no fue lujosa.

Para estar en buenos términos con Jeff, Louis había traído tesoros raros incluso en este siglo, pero este primero simplemente los miró inexpresivamente.

Después, Jeff incluso le dijo con impaciencia que se llevara estos tesoros y que nunca más le regalara tales cosas.

Louis entonces se dio cuenta de que este hombre no tenía ningún interés en las riquezas.

Esto parecía correcto. Toda la familia Flinders le pertenecía. También se podría decir que él solo construyó la familia.

¿Por qué iba a encantarle esa miserable riqueza?

Jeff podía conseguir lo que quisiera.

Todo lo que necesitaba era una palabra, un movimiento o incluso ponerse de pie para aclarar su identidad si quería el puesto de patriarca. Entonces, mucha gente confiaría en él y lo seguiría. No había necesidad de que Jeff se asegurara de alguien más o ganara algo a través de las manos de otros.

Por supuesto, también existía la posibilidad de que no fueran creyentes.