Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 245

Nell asintió.

"Eso no suena bien". La anciana frunció el ceño. "Por cierto, ella habría predicho que algo podría pasarle con la otra mujer y su maldita hija mudándose allí. No hay forma de que ella simplemente le deje un collar a su hija".

"Abuela, lo que estás tratando de decir es..."

"Mira, si yo fuera tu madre, sabría que no sólo vendrán por tu padre, sino por la herencia de la familia.

"Si ese es el caso, primero transferiría parte de la herencia a tu nombre. De esta manera, si me pasa algo, no terminarás en una posición vulnerable. ¿No te parece?”.

Nell estaba aturdida.

No era como si nunca hubiera tenido sus dudas, pero en realidad, no valía la pena seguir adelante con la muerte de su madre.

Además, hasta donde ella sabía, muchos de los activos de Corporación Morrison ya fueron tomados por la fuerza por Shaun y Sylvia incluso antes de la muerte de su madre.

Su madre, Cathy, era una mujer de pocos deseos y nadie por quien luchar.

Por lo tanto, incluso cuando la combinación de madre e hijo aumentó su apetito a lo largo de los años y cambió Corporación Morrison a Corporación Jennings, ella nunca dijo una palabra.

Podría ser su idea errónea de que Nell siempre había pensado que su madre tenía algo en mente.

A veces, Cathy inconscientemente miraba a Shaun como si le hubiera hecho daño.

Esta debe ser la razón por la que el comportamiento de Shaun se estaba pasando de la raya.

Con el ceño fruncido, Nell se sumergió profundamente en sus pensamientos.

Como Gideon no quería detenerse demasiado en el pasado, interrumpió la conversación.

"Bien ahora. Es hora de comer. No hablemos de esto. Ven, Nelly. Prueba el cangrejo de manopla chino aquí”.

Cogió un cangrejo y lo puso en el cuenco de Nell.

Después de haber ordenado sus pensamientos, Nell asintió.

Por el contrario, Lizzy exclamó: "Papá, yo también quiero comerme el cangrejo".

Gideon le echó un vistazo antes de tomar un pequeño trozo de huevas de cangrejo en su cuenco para dárselo.

La pequeña no lo iba a tolerar cuando vio ese pedacito de huevas de cangrejo en su plato.

Hinchando las mejillas, dijo con rabia: "¡No lo quiero! Quiero que papá me pele un cangrejo enorme. ¡Uno tan grande como el de mamá! "

Luego Lizzy señaló el tazón de Nell.

Nell se echó a reír.

Gideon puso una mirada amenazadora.

"¿No eres consciente de tu salud? El médico dijo que no se puede comer demasiada comida fría. Puedes comer tanto hoy porque estoy siendo amable mientras tu mamá está aquí. Puedes devolvérmelo si no lo quieres".

Extendió la mano para agarrar su tazón.

La niña pequeña inmediatamente le arrebató el tazón.

Con esos ojos claros envueltos en rocío, frunció los labios, luciendo bastante agraviada.

“Papá malo, tomaste mi cangrejo. No quiero sentarme contigo".

Saltó del taburete, se dirigió hacia Nell y se sentó a su lado.

"Lizzy quiere sentarse con mamá".

Levantó la cabeza y le dedicó a Nell una sonrisa complaciente.

Mientras su corazón se derretía, Nell acarició la cabeza de Lizzy para consolarla.

Colocó un trozo de carne en el tazón de Lizzy y la animó suavemente. "Lizzy no puede comer cangrejos. ¿Por qué Lizzy no come carne de cerdo braseado? El cerdo estofado es realmente delicioso".

Lizzy asintió y sirvió la carne en su plato para comer. Ella entrecerró los ojos con satisfacción.

"Gracias mami. La carne que me dio mamá está deliciosa".