Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 256

Gideon vio lo que sucedía por el rabillo del ojo y después de desconectarse de la llamada de conferencia, él preguntó: “¿Qué estás haciendo?”.

Nell lo miró a él, “Oh, nada, simplemente estoy navegando”.

Ella frunció los labios y pensó durante unos segundos, pero eventualmente le contó sobre la desaparición de Celine.

Gideon también se sintió extrañado después de enterarse de eso.

A él no le preocupaba si Celine estaba viva, pero debido a este fenómeno, podría arrastrar a Nell en ello.

Después de todo, Nell solo estaba fingiendo que algo le había pasado y que eventualmente aparecería. Si algo le sucedía a Celine, entonces la culpa caería sobre Nell.

Él se levantó y se acercó a ella para mirar el mapa.

“¿Estás tratando de determinar dónde desapareció?”.

“Sí”, Nell asintió con la cabeza mientras hojeaba el delgado folleto y lo señaló, diciendo: “Jingchen está situado junto al mar y Vivienda Tranquila no está lejos de allí. Celine no se atrevería a tomar un avión y solo viajaría en barco. Quiero ver dónde probablemente se detendrán estos barcos de pasajeros y dónde podría haberse ido”.

Gideon tomó el folleto.

“¡No tienes que pasar por esta molestia!”.

Él sacó su teléfono para hacer una llamada y dio algunas instrucciones.

Al escuchar sus instrucciones, los ojos de Nell se iluminaron instantáneamente.

Después de hacer la llamada, Gideon sonrió y dijo: “Ella escapó. Naturalmente, ella no puede simplemente comprar un boleto para escapar. Si ella quería tomar un barco, debe ser del mercado negro. Con tal de que consiga a alguien que compruebe quién fue al mercado negro de barcos, podremos saber qué pasó”.

Los ojos de Nell se iluminaron de inmediato.

“Así es, ¿por qué no pensé en eso? ¡Esposito, eres increíble!”.

Un simple cumplido iluminó los ojos del hombre.

“Tu esposo tiene algo más increíble, ¿quieres probarlo?”.

Nell se quedó atónita y su rostro se sonrojó al instante.

Recientemente, debido a la presencia de Lizzy, ella corría a buscar a Nell de vez en cuando por la noche, por lo que Gideon no se atrevía a hacerle nada por temor a que la niña los encontrara en el acto.

Además, esa niña era traviesa. Incluso si la puerta estuviera cerrada, ella usaría la llave maestra que encontró en el hotel para abrir la puerta.

Gideon no cambiaría la cerradura a propósito, por lo tanto, desde que llegó a la isla, él no había tenido intimidad con Nell durante casi una semana.

Casualmente, ese día la Vieja Señora se llevó a Lizzy a jugar y ambos estaban solos en casa…

El rostro de Nell estaba rojo como un tomate y ni siquiera supo dónde colocar las manos.

“Um, Lizzy y los demás volverán pronto…”.

“No regresarán tan temprano”.

Nell sintió un agarre en sus delgadas caderas y fue levantada sobre la mesa.

Ella estaba atónita y no pudo reaccionar.

Hasta que él apartó la computadora y los libros y se inclinó.

“Uh… ¡Gideon Leith, animal!”.

Gideon le besó las cejas y no pudo evitar reír.

Nell lo miró enojada.

Sin embargo, él aún así se rió y sostuvo su mano junto a sus labios y la besó.

Nell se quedó sin habla.

Este hombre…

¡Ella lo mataría a mordiscos!