Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 489

Gideon no lo negó. En cambio, mantuvo su sonrisa feliz y asintió pretenciosamente.

“Sip, solo te intimido a ti”.

Él dijo mientras jugaba con sus dedos y mientras la luz del sol iluminaba la habitación, lo que hacía que la habitación se calentara y relajara sus mentes y cuerpos.

Sintiendo una sensación de inquietud por todo el cuerpo, Nell sonrió tímidamente y lo apartó. “¡Detente, me haces cosquillas!”.

“Esposa, ¿tu cuerpo está mejorando ahora?”.

Nell frunció el ceño y le preguntó: “¿Qué quieres decir con mejorar?”.

Gideon la jalo abruptamente.

“Tú…”.

La cara de Nell se sonrojó. Ella quería ponerse de pie, pero su marido la presionó.

El hombre apoyó la cabeza en su cuello y olió su cabello fragante. El momento parecía tranquilo y apacible.

“No te vayas. Déjame abrazarte en silencio así por un rato”.

Gideon habló a la ligera. Su tono era gentil y su entorno era cálido y silencioso.

Nell puso rígida la espalda y dejó de moverse. Abrazó los hombros de su hombre con amor.

Desde que estaba embarazada, Gideon la había estado cuidando y solo tuvieron sexo un puñado de veces.

Después de un rato, Gideon levantó la cabeza y usó sus largos dedos para levantarle la barbilla para que ella pudiera mirarlo.

“¿En qué estabas pensando hace un momento? No te veías contenta”.

Nell jugó con su cabello y murmuró: “No mucho”.

“No me mientas”.

Los ojos de Gideon se entrecerraron y Nell finalmente dijo la verdad bajo su mirada.

“Gale Shelby vino esta mañana y me habló de la familia Shelby”.

Gideon se sorprendió.

Él apretó los labios y preguntó: “¿Qué dijo?”.

Nell luego reiteró lo que Gale le había dicho hoy.

“Estoy dudando bastante porque no quiero involucrarme en los asuntos de la familia Shelby. Honestamente, es demasiado complicado y va en contra de mis valores. Solo quiero vivir una vida sencilla”.

“Tampoco siento ningún tipo de amor familiar por ellos. Me sentiré resentida si hiciera algo por ellos y probablemente a ellos tampoco les gustará”.

Gideon se rio disimuladamente.

“¿Alguna vez has pensado en lo que representa hacerse cargo del Clan Bauhinia? La cantidad de poder y riqueza que obtendrás…”.

Nell se quedó estupefacta.

Ella miró a Gideon y parpadeó con sus ojos claros y llorosos.

“Nunca pensé en ello. Además, nunca quise riqueza ni poder. ¡Todo lo que quiero es a ti!”.

Nell entonces le dedicó su sonrisa más brillante. Bajo el sol de la tarde, parecía un elfo resplandeciente. Ella extendió la mano y rodeó el cuello de Gideon con los brazos.

“Te tengo a ti y a nuestro hijo. Puedo hacer lo que quiera y actuar en las películas que quiera; todo esto es suficiente. No quiero más que esto. Tener demasiado significa más responsabilidad y más sacrificios. No deseo que mi vida sea así. Solo espero que vivamos una vida sencilla, cálida y feliz”.

Gideon sintió que su corazón temblaba.

Él inmediatamente la agarró por la nuca y la besó profundamente.

Este beso trajo innumerables sentimientos complejos: su amor turbulento y esa alegría indescriptible.

Nell murmuró y chilló.