Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 521

Aunque Jada solía tener una relación con Joel, ellos se separaron después de una pelea.

Joel nunca la tocó y él tampoco admitió que era su novia. Además, la última vez, él había revelado públicamente las intenciones de ella en acercarse a él.

Sin importar cuán desvergonzada fuera Jada, a veces, ella tenía que cuidar sus propias acciones.

Por lo tanto, en este momento, ella podía fingir que no había pasado nada entre ellos, pero ella no podría ofrecerse a él descaradamente.

De hecho, Joel no era el de siempre hoy. Normalmente, él no estaba interesado en conversar con otras mujeres, y mucho menos con Jada.

Esta noche, sin embargo, él le permitió a ella sentarse y acompañarlos mientras bebían.

Evidentemente, él estaba de muy mal humor.

“Joven Amo Foster, ¿qué es lo que te molestó hoy? ¿Te importaría decírmelo?”.

Jada descubrió que Joel no la rechazó hoy, lo que significaba que ella podría tener una oportunidad. Entonces, ella fingió curiosidad y le preguntó.

Joel la miró de una manera dudosa.

Él sabía lo que estaba pensando Jada.

En un día normal, él se habría negado a responderle.

Por alguna extraña razón, él decidió responder hoy.

“Una mujer”.

Joel pensó por un momento antes de pronunciar esas dos palabras calmadamente.

Luego, Jada hizo un análisis audaz frente a Joel y a Nevile.

Después de unos tragos, Jada se volvió más audaz. Ella sostuvo su propia copa y se sentó al lado de Joel.

“Dime, ¿qué clase de mujer es ella para ignorar tu encanto?”.

Jada puso una mirada de incredulidad.

Joel bebió tranquilamente, y cuando la mujer se sentó a su lado, apareció una leve arruga entre sus cejas.

Él pensó que podría aprender un par de cosas sobre la psicología de las mujeres si mantenía a Jada a su lado, pero aun así, él no disfrutaba de su compañía.

“Si yo fuera esa mujer, no me habría comportado de esa manera. Eres un hombre atractivo y atento. Eres el tipo de pareja que todas las mujeres sueñan con tener”.

Al darse cuenta de la falta de hostilidad de Joel hacia ella, Jada asumió que Joel la había aceptado y, por lo tanto, se volvió más directa con sus palabras.

“¿Qué tipo de hombres les gustan a las mujeres, entonces?”.

Joel de repente se interesó en saber qué pensaban las mujeres cuando escuchó las palabras de Jada.

Ahora, Jada sonrió tímidamente.

Luego, ella se inclinó hacia Joel.

“Bueno, nosotras las mujeres…”.

Ella pasó una mano por el cuerpo de Joel.

Su voz adquirió un tono coqueto.

“Nos gustan los hombres como tú”.

Joel empezó a fruncir el ceño. Él no pensó que esta mujer sería tan lasciva.

De hecho, a Joel no le gustaba que nadie lo tocara en absoluto, y esta mujer frente a él se reía de manera cochina.

Su mirada se endureció cuando extendió una mano y empujó a Jada lejos, haciendo que cayera al suelo.

Al principio, Jada estaba satisfecha consigo misma. Cuando ella estaba con Joel, él nunca la dejaba acercarse a él a menos que estuvieran en público.

Ella casi había perdido la esperanza y creía que nunca tendría una oportunidad con él. Al contrario de sus expectativas, ella se topó con él hoy e incluso estuvo tan cerca de él.

Por lo tanto, ella estaba tan emocionada que sus gestos se volvieron desquiciados.

Él se sintió nervioso por Joel cuando fue testigo de lo que sucedió hace un momento.

“Levántate”.

Nevile no fue tras Joel. Él comprendió lo terrible que se sentía Joel en ese momento y no quería molestar más a su amigo.

Entonces, se puso de pie y ayudó a Jada a levantarse.

Nevile no era un hombre honorable. Él solo era alguien que le gustaba ver a las bellas mujeres, por lo que no tuvo mucha opinión de Jada. Ella estaba bien siempre y cuando no lo ofendiera ni se acercará a él.

“¡Estoy muy molesta!”.

Jada se sentó en el mismo lugar donde había estado sentado Joel y dijo con enojo.

“¿No provocaste eso tu misma?”.

Jada miró a Nevile y murmuró: “No es asunto tuyo”.

Luego, ella también se fue furiosa.

Cuando los dos se fueron, Nevile decidió no quedarse en el bar más tiempo. Él salió después de intercambiar algunas palabras con los empleados del bar.

La habitación privada, que servía como un lugar de paz y tranquilidad para los tres individuos, se quedó en silencio de inmediato.

Jada estaba de mal humor cuando se fue.

A diferencia de lo feliz que se sintió cuando entró al principio, ahora estaba llena de rabia.

De hecho, ella sabía muy bien que a Joel le gustaba Lucy, por lo que ella simplemente lo estaba poniendo a prueba en ese momento.

Sin embargo, él nunca la rechazó rotundamente al principio, entonces, ¿por qué se comportó de esta manera con ella al final?

Los hombres de su tipo… realmente no se las ingeniaban con las mujeres.

Jada se mordió el labio inferior con fuerza.