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Cuando Lucy Katz pensó en esto, ella dijo: “Solo ríndete. ¡Nunca te daré más dinero!”.
El otro extremo entró en pánico al escuchar esto.
“¡Lucy Katz! Ten un poco de conciencia. ¿Quién fue el que las acogió a ti y a tu madre cuando estaban muriendo? ¿No me digas que quieres verme muerto ahora?”.
“Déjame advertirte. Si me ignoras ahora, ¡no me culpes por exponer todo! Después de todo, estoy a punto de morir de todas maneras. Después de exponer todo, no será asunto mío”.
Al escuchar las palabras de Lucy, el hombre de la llamada se sintió agraviado.
Él no pensó que Lucy lo rechazaría directamente y no se preocuparía por él.
Ya que ella era tan despiadada, ella no debería culparlo por decir esas palabras.
“¿Qué quieres?”.
Lo que mencionó el hombre era el momento más oscuro de Lucy. Ella no quería que su audiencia, amigos y fanáticos se enteraran de su infancia.
“Puedes ignorarme ahora y expondré todo al público, o puedes traerme una pila de efectivo y reunirte conmigo en el bar”.
El hombre sabía que este truco siempre funcionaba.
Lucy era actualmente una figura pública, por lo que ella tenía más miedo a los chismes y el escándalo.
Estas cosas podrían hacerla viral.
Lucy también temía esto.
Además, ella necesitaba el dinero ahora más que nunca.
Si ella necesitaba dinero, entonces tendría que empezar a filmar programas de renombre.
En ese momento, Lucy no podía permitirse el lujo de que su pasado quedara al descubierto porque sería perjudicial para su carrera.
“Bien. Espérame allá”.
Aunque Lucy temía ir allá, ella necesitaba hacerlo.
Todo esto solo para poder ganar dinero para vivir.
Poco después, ella tomó un taxi hasta el lugar donde el hombre estaba esperando.
En realidad, aunque él era su padre, era simplemente su padrastro, no su padre biológico.
Y como era su padrastro, uno podía considerarlo como su padre, por lo que Lucy no podía deshacerse de él.
A pesar de que él a veces era exagerado, ella no era tan despiadada.
Lucy estaba en el bar y había traído el dinero en efectivo para salvar a su padrastro.
“¡Oh! ¡Finalmente estás aquí! ¿Dónde está el dinero?”.
Ella inicialmente pensó que su padrastro estaba al borde de la muerte, pero cuando llegó al bar, él estaba relajado en una silla.
Él estaba apretando un palillo de diente entre los dientes y la miró con una cara engreída.
“¿No dijiste que estabas a punto de morir? ¿Por qué no estás muerto todavía?”.
Lucy vio la escena frente a ella y supo que él la había engañado una vez más.
“Oh… el método no es importante. Lo importante es que ya estás aquí con el dinero. No importa si me estoy muriendo o no”.
Después de que él dijo esto, se puso de pie y le arrebató la bolsa de dinero a Lucy.
Él luego contó los billetes frente a ella.
“¿Cómo es que solo tienes esta cantidad recientemente? ¿Puedes traerme más la próxima vez? Esto no es lo suficientemente remoto como para llenar los vacíos de mis dientes”.
Mientras él decía esto, metió montones de dinero en su ropa.
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