Entrar Via

Cupido Juega al Despiste romance Capítulo 6

Ella ya había considerado la idea de casarse con Pedro.

No era del tipo de mujer que se complicaba de más, ni tenía ideas anticuadas o rígidas.

Sin embargo, apenas se acababan de conocer, así que necesitaban tiempo para entenderse mejor.

Pedro, al verla con esa timidez tan dulce, dejó escapar una pequeña sonrisa, casi imperceptible.

Recordando la llamada telefónica de hace un momento, le preguntó:

—¿Necesitas que te ayude con algo?

—No... no hace falta, yo puedo encargarme. Solo te pido un poco de tiempo. No te preocupes, voy a dejar las cosas claras con Jaime —se apresuró a responder Mónica.

Pedro se sorprendió. Normalmente, ¿no querría cualquier mujer que su esposo la defendiera después de casarse?

—Está bien. Dentro de tres días pediré a mi asistente que pase por ti. Prepara tus cosas y, cuando puedas, me acompañas a ver a mi abuelita.

—De acuerdo —asintió Mónica, sintiéndose conmovida.

Apenas se conocían y ya estaban casados, pero él ya incluía a su abuelita en sus planes.

Mónica no pudo evitar comparar. Había salido con Jaime por años, y podía contar con los dedos de una mano las veces que había ido a ver a su abuelita. Y siempre iba de mala gana.

Ahora que lo pensaba bien, se daba cuenta de que había estado engañada todo ese tiempo.

Pero al menos, ahora veía su verdadera cara y podía dejar de insistir.

—Bueno, cualquier cosa, márcame. Por ahora, te llevo a casa —Pedro, con esa presencia firme, rodeó a Mónica con el brazo y se dirigieron hacia el carro de lujo.

Mónica se tensó un instante, pero recordó que ya era una mujer casada y tendría que irse acostumbrando.

¡Cómo cambia la vida!

¿Quién habría imaginado que ayer era la novia de Jaime y hoy ya era la esposa de Pedro?

Aun así, Mónica no se arrepentía. Sentía que había tomado la mejor decisión para ella.

...

Al llegar a casa, Mónica guardó su acta de nacimiento.

¿Y el acta de matrimonio?

Pedro se había llevado ambos documentos. Su excusa era bastante rara: tenía miedo de que Mónica los perdiera.

Así que decidió guardarlos en la caja fuerte de su casa.

Mónica solo pudo quedarse callada ante eso.

Pero parecía que Jaime jamás había hecho ese esfuerzo.

Pero ya daba igual. Eso ya no importaba.

Por la tarde, Mónica fue directo a la empresa. Iba a buscar a Jaime para hablar sobre asuntos de la compañía.

Cuando fundaron la empresa, ella se quedó con el 40% de las acciones.

Jaime, queriendo demostrar que podía solo, sin ayuda de su familia, puso en marcha Glamour Épico junto a Mónica.

Empezaron siendo solo unos cuantos, pero ahora ya eran más de cien empleados y la empresa era reconocida en el sector.

Contaban con un equipo de diseño consolidado, y Mónica era la directora creativa y la diseñadora principal.

Cada colección que lanzaba se convertía en un éxito, así que en los últimos años, los ingresos de la empresa no dejaban de crecer.

Pero Jaime nunca lo reconocía, siempre pensaba que todo era por su gran administración.

Por eso se volvió cada vez más arrogante.

Gracias a eso, la familia Navas también empezó a mirarlo con otros ojos.

Pero ahora, todo eso estaba a punto de cambiar.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Cupido Juega al Despiste