Jazmine, muy impaciente, espera en el consultorio del Doctor Reginald los resultados de sus exámenes. Toda la mañana estuvo siendo sometida a una serie de estudios, y estaba de muy mal humor.
—¿Hasta cuando tendré que esperar, Regie? —Le pregunta a su médico de cabecera, cómplice y amigo de toda la vida.
—Tranquila Jazmine, no tardan. —Le dice el hombre, de avanzada edad, cuando tocan la puerta. —Vez. Deben ser los resultados.
—Por fin...
—¡Adelante!
—Permiso… —Dice y pasa una enfermera con varios documentos en su mano, que entrega al médico y se retira.
Luego de agradecerle a la enfermera, Reginald Reeds, lee con atención cada hoja, mostrando una preocupación notable al ver a Jazmine a los ojos, luego de releer varias veces los resultados y observar con detenimiento las imágenes de los estudios que eran muy claras.
—¿Qué pasa? ¿Por qué no dices nada? —Le pregunta Jazmine al ver su rostro, deduciendo claramente que los resultados habían mostrado que tenía algo grave. —¿Qué tengo?
—Es… un glioblastoma.
—¿Y en español?
—Tienes un tumor maligno en el cerebro.
—¿Estás seguro?
—Sí. —Asiente muy triste Reginald, y Jazmine incluso en esos momentos, intenta controlar sus emociones.
—Pero, se puede operar, ¿cierto?
—No. Está en fase II, pero compromete varias zonas importantes, operarte sería como matarte.
Jazmine que estaba preparada para recibir una mala noticia, no creyó que fuera tan mala. Se levanta de la silla, y empieza a caminar por el consultorio, de un lado a otro, procesando todo en su mente.
—¿Cuánto tiempo? —Finalmente pregunta, más calmada, con su habitual frialdad.
—¿Qué?
—¿Que cuánto tiempo me queda?
—¡No sé! Todo dependerá de cómo avance y como tu cuerpo se defienda. Quizás 6 meses, un año. Máximo 1 y medio, o 2 si contamos con suerte.
—Durante ese tiempo, ¿Volveré a desmayarme como ocurrió ayer?
—No solo te desmayarás, también olvidarás las cosas, tus pares cerebrales se verán dañados, afectando tu movilidad, tu vista, tu voz, y tu inteligencia. Pueden ocurrir dos cosas, pasar el año y degenerar tu cerebro y sistema nervioso por completo, hasta no poder valerte por sí misma, ni siquiera entender lo que pasa en el mundo; o que mueras en un lapsus corto debido a una posible metástasis, que afecte primero tus otros órganos y todo acabe para ti.
—¿6 meses?
—Es lo que creo, por el estadio en que se encuentra.
—¡Muy bien! —Jazmine toma su bolso, sin otra cosa que hacer allí. —Gracias por la información Regie.
—¿Jazmine?
—¿Eh?
—¿Le dirás a Ares?
—¡No! ¡Claro que no! Este será un secreto entre tú y yo.
El hombre, le muestra una media sonrisa.
—Otro más que agregar a la lista.
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