Déjame ir, mi marido mafioso romance Capítulo 308

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Las ceremonias de boda finalmente terminaron y Sofía y Leonardo ahora estaban parados como marido y mujer. Los medios estaban por todas partes, capturando cada momento y detalle de la ceremonia. Los Ricci y los Morelli realmente se lucieron y lo convirtieron en un gran evento que todos recordarían durante años.

Después de la boda, todos se dirigieron al salón de baile. Leonardo estaba sentado junto a Sofía, absorto en su teléfono. estaba demasiado nerviosa para mirarlo, notó que fruncía el ceño

Sofía frunció el ceño al ver a Leonardo contestar su teléfono. No podía escuchar nada desde donde estaba sentada, pero la expresión de Leonardo se había agriado rápidamente. Sin decirle una palabra, se levantó de la mesa y comenzó a alejarse, hablando por teléfono. Sofía se quedó sola en el alón de baile, preguntándose qué podría haberlo molestado tanto.

Cuando se anunció el baile de recién casados, todos notaron que el novio había desaparecido. Sofía recibió miradas llenas de lástima de quienes la rodeaban. Se quedó allí, con la cabeza baja por la vergüenza y el insulto, una sensación demasiado familiar. Desafortunadamente, esta no era la primera vez que se encontraba en esta situación.

Observó cómo los padres de Leonardo intentaban desesperadamente comunicarse con él por teléfono. Podía ver la preocupación grabada en sus rostros mientras marcaban número tras número, pero parecía que no recibían respuesta. Estaba claro que estaban profundamente decepcionados con el comportamiento irresponsable de su hijo.

Sofía, queridadijo la madre de Leonardo con un tono educado y gentil al acercarse a ellaMe temo que Leonardo tuvo que atender algo urgente y no podrá unirse a nosotros. Sin embargo, estoy aquí para llevarte a tu nuevo hogar. Debes estar cansada de la ceremonia, así que por favor descansa y siéntete cómoda.

Mientras escuchaba a la madre de Leonardo hablarle con tanta amabilidad y respeto, su corazón se enterneció. Era una experiencia rara para ella, ya que la mayoría de la gente siempre la había tratado como si fuera invisible o sin importancia. Pero la forma en que esta mujer le hablaba la hacía sentir vista y valorada. Era una dama tan amable.

Sofía asintió con la cabeza y sonrió a la madre de Leonardo mientras la llevaba hacia un automóvil que había sido decorado para una pareja recién casada. Sofía tuvo que viajar sola en el porque su esposo la había dejado sola. La madre de Leonardo ayudó a a instalarse en el asiento trasero e instruyó al conductor para que la llevara a la mansión de Leonardo. Sofía no pudo evitar sentirse un poco nerviosa mientras emprendía este nuevo viaje con miedo y expectativas.

Durante todo el viaje en automóvil, no pudo evitar preguntarse qué tipo de trabajo importante tenía que hacer Leonardo en el día de su boda. Cuando llegaron a una mansión enorme, el conductor cortésmente se bajó para abrirle la puerta. Al al pavimento, se dirigió hacia la gran entrada, donde un guardia estaba en la puerta vigilante.

Y una fila de sirvientes también estaba allí, esperando a su amo. Pero al ver a Sofía llegar sola, la decepción era visible en sus rostros. La saludaron y la miraron con sus ojos compasivos. Sofía suspiró en su corazón. Trató de mantener una cara valiente, sonriendo a los sirvientes y bajando la cabeza al instante al entrar en la mansión.