Después de la Enfermedad, Renació el Amor romance Capítulo 19

Ximena, de manera inconsciente, apretó los utensilios con nerviosismo. —No, estoy bien, probablemente es porque he estado muy ocupada y no he comido a tiempo.

Después de enfermarse, había perdido mucho peso, su apetito había disminuido y no absorbía bien los alimentos, algo que ni Diego ni Miguel habían notado.

Solo Elena, que la amaba, lo percibió de inmediato.

Pero no podía decirlo.

Elena ya era mayor, y desde la muerte de su madre, no soportaba los golpes emocionales. Su tío Abelardo Aguilar también había estado viviendo en un sanatorio debido a un cáncer de hígado. Si ella caía, ¿cómo podrían soportarlo?

—Xime, ¿no estás feliz? —Elena siempre sentía que el estado de Ximena no era bueno, lo que la hacía sentir algo insegura: — ¿Es que has discutido con Diego?

¿Por qué si no Diego casi nunca venía con Ximena?

Ximena dejó los utensilios y abrazó a Elena: —No, con él estoy bien, no te preocupes, algún día lo haré venir personalmente para decírtelo.

Solo después del divorcio.

Ambos estarían bien por su cuenta.

Elena no podía hacer más que seguir llenando el plato de Ximena, deseando poder hacerla engordar diez libras.

Aunque a Ximena le disgustara comer debido a su mal apetito, lo terminó todo con una sonrisa.

Al irse, Ximena se llevó la bufanda que Elena había tejido para ella.

Lunes.

Ximena no fue a TeraGlobal, sino directamente a Zenith Innovations.

Diego había aceptado su solicitud de renuncia, y ella ya había terminado la transición de su trabajo, lista para comenzar una nueva vida.

Dejó la bufanda de hombre en el carro y subió llevando la de mujer.

Beatriz y Valentín ya la estaban esperando.

En la gestión de Zenith Innovations solo estaban ellos, y ahora que Ximena se incorporaba como accionista técnica se convertía en la tercera mayor accionista, muchos empleados tenían sus reservas sobre su llegada.

Todos en Zenith Innovations eran graduados de las mejores universidades nacionales e internacionales.

Sin embargo, el currículo de Ximena no era muy impresionante, su única experiencia laboral era en relaciones públicas.

¡Y Zenith Innovations no necesitaba a alguien que solo tuviera fachada!

—¿Cómo que no lo dijeron, que aquí el mínimo tenía una maestría? —Ximena se enteró de la situación en Zenith Innovations y se sorprendió.

Aquí un posgrado no parecía tener mucho valor.

El asistente ofreció una sonrisa forzada.

Bien, eso sonó aún peor.

Era como decir que ella había venido sin ser invitada.

Sin embargo, Ximena no parecía verlo como un problema; desde que supo que Carmen estaba en la industria de los drones, sabía que este escenario era inevitable.

Ella ya estaba acostumbrada, sus emociones y asuntos personales no interferirían en su trabajo.

—No hay problema por mi parte, ustedes no se preocupen. —dijo ella.

Beatriz torció el labio: —De verdad quiero ver la cara de Carmen cuando se entere de que tú eres la verdadera desarrolladora del Halcon X2, ¡ella no te llega ni a los talones! ¡Diego debe estar ciego!

En aquel entonces, Ximena había alcanzado un acuerdo secreto de cooperación con el gobierno; el dron de combate y reconocimiento Halcon X2 había sido utilizado en operaciones reales y había sido incorporado bajo un contrato de confidencialidad de cinco años, que no permitía revelar la identidad de Ximena durante ese tiempo.

Si no fuera por eso, ¿dónde estaría la oportunidad para que Carmen se pavoneara?

De repente, la puerta de la oficina se abrió bruscamente.

Una voz masculina impaciente declaró: —Quiero ver qué visitante tan importante es este.