Después de la Enfermedad, Renació el Amor romance Capítulo 27

Ximena sintió un apretón en el pecho, algo desconcertada, algo incrédula.

Tardó un rato en hablar: —Si es así, entonces, ¿cuándo irás conmigo a recoger...— el certificado de divorcio?

No llegó a decir las últimas palabras.

El celular de Diego sonó.

Él echó un vistazo a Ximena, se giró para contestar la llamada, su voz se suavizó involuntariamente, —Sí, ya vuelvo.

No se preocupó si Ximena tenía algo más que decir, de repente se giró y se alejó rápidamente con zancadas largas.

Tratándola con la misma indiferencia de siempre.

Ximena quiso aprovechar la oportunidad para preguntarle cuándo tendría tiempo para ver a Elena y aclarar las cosas.

Viendo cómo Diego se apresuraba hacia Carmen sin vacilar, Ximena subió al carro.

Olvídalo.

Lo hablamos la próxima vez.

Ahora no tenía la energía ni el ánimo para enredarse con él.

Desempacó las medicinas, las puso una a una en el frasco transparente y desechó el empaque antes de regresar a Zenith Innovations.

Ximena no mencionó que había ido al hospital a ver a un médico, Beatriz pensó que había ido a ver a Abelardo y le preguntó cómo estaba.

Al pensar en la expresión dolorosa de Abelardo, Ximena cerró los ojos y sacudió la cabeza: —Sigue igual.

La expresión de Beatriz se entristeció mientras abrazaba a Ximena.

Ximena le devolvió el abrazo: —No pasa nada.

Al salir del trabajo por la noche.

Ximena reflexionó sobre sus pensamientos en casa; los drones son el proyecto clave en tecnología futura, y Zenith Innovations se alineará profundamente con las políticas en los próximos dos años. Ya tenía un plan completo en mente, pero aún necesitaba discutirlo en una reunión con Valentín y los demás.

Sin darse cuenta, estuvo ocupada hasta cerca de las diez.

La alarma de la medicación de Ximena sonó, se tomó la medicina aguantando la náusea, y justo entonces recibió una llamada de Valentín, —Xime, hay algo que necesitas saber.

—¿... Sí?

—Esta noche fui a ver al jefe Víctor, y vinieron Diego y Carmen. Carmen quiere colaborar con Zenith Innovations en el próximo proyecto, ¡y sus demandas no son pocas!

Ximena se sorprendió de la confianza de Carmen: —¿Y la actitud de Diego?

Valentín rio despectivamente: —Está dispuesto a proporcionar apoyo financiero, siempre que Zenith Innovations acepte. Es como permitir que alguien entre al equipo con capital.

Ximena se inclinó ligeramente sobre la mesa, sin poder evitar mostrar una sonrisa amarga.

Carlos dejó las cartas en la mesa, sorprendido: —¿Rechazado?

—¿Carmen, doctora por la Universidad de Innovación Tecnológica, y Valentín ni siquiera la considera?— Carlos encontraba esto incomprensible: —¿A quién podría considerar Valentín?

Gabriel miró de reojo hacia el calmado y frío Diego, —Mi familia dijo que el Halcon X2 de Valentín es muy valorado por el país, es una innovación tecnológica, el sistema de armas no tiene ninguna debilidad en combate real. Los próximos proyectos de Zenith Innovations serán todos apoyados prioritariamente, es normal que exija altos estándares.

El Halcon X2 de hace cinco años ya le daba suficiente capital a Valentín para ser orgulloso.

Hasta hoy, el sistema y el enfoque de diseño del Halcon X2 siguen sin ser descifrados.

Eso basta para entender la importancia de Valentín.

—¿Qué papel juega exactamente Ximena? ¡No puedo creer que no esté aprovechando para saldar cuentas personales!

Carlos aún pensaba que Ximena tenía que estar interviniendo de alguna manera.

—Ella se ha unido a Zenith Innovations.— dijo Diego tranquilamente.

Carlos y Gabriel se sorprendieron.

—¿Ella? ¿Ximena?— Carlos se rio, anticipando un espectáculo, una expresión de disfrute en su rostro: —¿Qué puede hacer allí?

—¿Limpiar?

—¿Secretaria?