Por la mañana, Angelina había enviado un coche a buscar a Denise para que salieran a tomar café juntas. El lugar elegido por la joven fue un café al aire libre, con vista al la gran London Eye. El sitio era muy elegante, y aunque ya estaba acostumbrada a frecuentar lugares así con Saulo, todavía no se había habituado a tanto lujo.
— Qué bueno que mandaste a alguien a buscarme, quiero evitar pedir favores o cosas por el estilo a los empleados de esa casa — confesó Denise.
— No deberías evitarlo, ya que también son tus empleados. Eres la prometida de Saulo, y pronto serás la futura señora Taylor. La gente debe acostumbrarse a eso, les guste o no. Obedecer tus órdenes es lo mismo que obedecer a Saulo.
— No me importan esas cuestiones. En realidad, a estas alturas, ni siquiera quisiera que Saulo fuera rico; así evitaríamos muchas cosas. Ese asunto de clase social y familia tradicional solo está entorpeciendo todo entre nosotros. A veces desearía que fuera una persona común. Tal vez así las cosas serían mucho más fáciles de manejar.
— No digas eso, Denise. Mira, sé que no está siendo fácil para ti, sobre todo ahora que Saulo no está para defenderte. Pero quiero que sepas que puedes contar conmigo. Mientras él no regrese, puedo hacerte compañía. No tienes por qué quedarte encerrada tanto tiempo en esa casa. Podemos salir siempre que quieras.
— Gracias, Angelina. Eres un amor.
— Mira, sé que no tienes interés en vivir aquí, pero siendo un poquito egoísta, me encantaría que te quedaras. Me hace falta una amiga para conversar y me caíste tan bien — decía mientras el camarero llegaba con el pedido de ambas.
— Tú también me caíste muy bien, ¿pero no tienes amigas aquí?
— Tengo algunas conocidas, pero son completamente diferentes a mí. Parecen vivir en un mundo cerrado. A mí me gustan más las personas sencillas y auténticas. Digamos que hasta hoy las amistades que he hecho aquí han sido por interés. Y aparte de eso, la cultura… nosotros los brasileños somos mucho más cálidos en todo.
— Te entiendo y me imagino lo difícil que debe ser. Pero no te preocupes, mientras estés por aquí, podemos vernos siempre. Aunque el señor George mejore, Saulo no se alejará de él tan pronto.
— La mayoría de la gente aquí es muy educada, pero por desgracia conozco a algunas que son un fastidio. Y lo peor es que con ellas tengo que tratar la mayor parte del tiempo —río, agotada. — Pero con el tiempo me fui acostumbrando. Solo tengo cuidado de no terminar siendo como ellas.
— Oh, por favor, ¡no lo seas! — Denise juntó las manos en señal de súplica.
— Dime, Denise, ¿qué tipo de situación estás pasando con tu suegra? — preguntó mientras llevaba la taza a los labios.
Denise se sentía cómoda con Angelina, que además de ser brasileña, era muy simpática. No le veía maldad, como si lo hacía con Arya o Linn.
— Me rechaza por mi color, mi raza, mi país. Creo que el simple hecho de que respire ya la incomoda. Ha sido así desde el primer día que me vio. Ni siquiera se tomó el trabajo de conocerme primero.
— ¿Saulo sabe todo lo que ella te hace?
— No he tenido tiempo de contarle los últimos acontecimientos. No quiero sobrecargarlo, no ahora que está mal por la salud de su padre. Serían dos preocupaciones. ¿Entiendes? Él no estaría tranquilo, estaría allá con la cabeza aquí… o al revés.
— Si quieres, puedes quedarte en mi casa. Me encantaría tenerte como mi invitada — sugirió.
— Muchas gracias por la invitación, Angelina. De verdad eres una gran persona. Pero Saulo me pidió que me quedara con su madre, y me quedaré de una forma u otra hasta que sepa toda la verdad. Mientras tanto, intentaré evitarla lo más posible para que los días pasen más rápido.
— Pareces tan fuerte y decidida, Denise. Te envidio mucho, porque cuando pasé por lo mismo que tú, solo sabía llorar. Cualquier cosa que me decían o me hacían, me afectaba mucho. Te admiro por ser así, tan firme. Dime, ¿de dónde sacas esa motivación para querer luchar sola?
Denise se detuvo un momento para pensar. Miró el paisaje a su alrededor, a las personas cerca. Sabía que vendrían días difíciles lejos del hombre que amaba, pero había algo que debía hacer. Tenía sus planes y quería continuar hasta el día de la boda. Una vez más, por instinto, pasó la mano por el vientre, cerró los ojos y respiró hondo, como si quisiera absorber todo el aire puro de ese lugar, como si pronto tuviera que entrar en una prisión.
— ¡Ya no estoy sola! — afirmó, con la mano sobre el vientre.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Destinos entrelazados: una niñera en la hacienda
Que hermosa novela , rei , llore la vivi y me la goce muchísimo...
Alguien que ya haya comprado capt del 501 ??...
Parte da página não está sendo traduzida!!!!...
La novela llega hasta el capítulo 501? Es muy interesante, quedé encantada con esta historia...
Como que nos tiene abandonadas Yano han vuelto a subir más capítulos que pasó 😱😱😱😱...
Subirán más capítulos?...
Que linda novela,me encantó...
Cuando van a subir capítulos ya me termino de comer todas las uñas por la ansiedad 🥺🥺🥺...
Me encanta y lo peor es que es adictiva. La triste es que suben pocos capítulos ya es 1 al día...
No puedo leer 😩...