El fin de semana llegó más rápido de lo que pensaba, para mi suerte los profesores solo dejaron lecturas así que tenía más tiempo libre para descansar un poco y mirar recetas por internet. Aquí en la universidad no tengo espacio para cocinar, pero cuando esté en mi casa intentaré varias cosas.
Miré el reloj, no había acordado hora con aquel hombre arrogante, pero cruzaba los dedos para que llegara en la mañana porque en la tarde llegaba mi madre y mis hermanos.
Los toques en la puerta me hicieron levantarme de inmediato de mi cama, abrí la puerta y la primera persona con la que crucé miradas fue con Louriza, la prometida del Sr. Belenger.
— Sigan— traté de ser amable.
La pareja entró a mi habitación y las miradas curiosas no se hicieron esperar. No me molestaba, después de todo mi cuarto es un poco simple, una cama individual, un pequeño closet, una mesa y algunos cuadros que me había regalado Blas para decorar.
— Pensé que las habitaciones de la universidad eran más grandes— exclamó el hombre de traje.
¿Solo utilizaba esos trajes elegantes? Deje el cuestionario, lo miré mal.
— Disculpe Sr. Belenger, pero no todos tenemos llenos los bolsillos— le reproché.
Aunque mi madre tenga dinero eso no significa que yo los tenga también, al final de cuentas ella dejara de mantenerme en algún momento.
— Zerek por favor, no vinimos a pelear, deja de ser tan criticón— regañó la chica a su prometido.
El hombre solo rodó los ojos y se quedó callado, se ve que la chica sabe cómo controlar.
— No le demos vueltas a esto y comencemos rápido tengo cosas que hacer— dije.
No quería que mi madre llegará y me encontrara con estos dos en mi habitación porque ella haría muchas preguntas para encontrar la verdad.
— Tienes razón, ustedes intenten imaginar la escena— explicó la chica.
Parecía emocionada ¿Acaso le ve algo de entretenido a que su prometido se bese con un hombre? No le encuentro sentido a su comportamiento.
Me acerqué a mi profesor intentando demostrar seguridad en mis pasos, este miró como si tuviera alguna peste mortal ¿En serio odia tanto tener que hacer este tipo de cosas con un hombre?
— Espera Tarik— me detuvo la chica cuando estaba muy cerca del Sr. Belenger— Zerek estás muy tenso, parece que estuvieras a punto de vomitar, cálmate es solo un chico no es como si te fueras a morir— dijo la chica.
—Lo dices como si fuera muy fácil, ve y besa a una chica para que veas que no lo es— se defendió.
No entendía por qué tanto tabú a un beso, el hecho de que una persona se bese con alguien de su mismo sexo no la hace homosexual.
— No tendría problema con hacerlo si fuera para ayudarte— dijo tranquilamente la chica— Solo relájate, tú tienes que ser el que lleve el control en ese momento porque si nuestros padres ven a Tarik llevando el control podrían decir que te está obligando. Ellos te conocen desde que naciste y saben que eres un tipo controlador hasta en las relaciones— explicó esta.
El hombre parecía confundido, una parte de mí quería comprenderlo y pensar que el hecho de tener una familia conservadora es la causa de que sea un imbécil, pero luego recuerdo que él ya está lo suficiente grande para decidir sus ideales, si es un imbécil es porque quiere.
— Si se tratara de una chica… sería más fácil, pero un chico, no sé, no tiene atributos interesantes — exclamó con frustración.
Me volví acercar a él y le pedí a la chica que se sentara.
— Coloqué sus ojos en mí, por un momento olvide que soy un chico, piense en mí como una chica sin tetas si se le hace más fácil, acérquese a mí y haga lo que haría con una chica — pedí.
El Sr. Belenger se acercó a mí, pero cuando estuvo a punto de colocar su mano en mi cintura se alejó rápidamente.
— Ya pareces directora de cine con todo lo que pides— se quejó el hombre.
La chica negó rápidamente antes de acercarse a su novio y guiarlo hasta mi cama para que se sentara.
— Solo quiero que todo salga perfecto tú sabes que nuestros padres son muy detallistas y si encuentran fallas en su actuación no lograremos nada— expuso la chica con tranquilidad— Tengo una idea, Tarik siéntate en su regazo y dense un beso apasionado con lengua y todo— pidió Louriza.
No pude evitar sorprenderme ante su petición ¿Acaso eso no era mucho? Una cosa es un beso y otra muy diferente es estar de esa forma con mi profesor.
— Pero...— la chica no me dejó quejarme.
— Esto es necesario, tienen que sentirse cómodos— explicó la chica.
Mi profesor me miró con incomodidad, yo estaba más incómodo que él, con torpeza me senté en el regazo de mi profesor ¿Por qué tengo que hacer algo tan vergonzoso como esto? Sentía que mi cara está ardiendo así que trate de tranquilizarme.
— Está como gordo Sr. Evans— se quejó mi profesor.
Lo miré mal y de maldad me moví en su regazo para que sintiera el peso.
— No me hagan esperar— se quejó la chica.
Me acerqué lentamente a los labios de aquel hombre, este cerró sus ojos con fuerza así que no lo pensé mucho y pegué sus labios con los míos. Coloqué mis manos alrededor de su cuello y acerqué su cuerpo más él mío, no sé en qué momento el hombre que me estaba besando dejó la incomodidad, pero sus manos estaban en mi cintura atrayéndome más hacia él.
Quería más, mordí su labio con desesperación para poder introducir mi lengua en su boca, nuestras lenguas tenían una lucha casi sensual, me estaba dejando llevar, no estaba luchando por tener el control porque él ya lo tenía. Mordió mi labio y sin poder evitarlo un jadeo salió de mi boca, no tuve vergüenza de ello, mi mente está perdida por la excitación.
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