Zac
Aún recuerdo fugazmente la primera vez que vi a Blas Jones aquel chico con mala fama que era el terror en el instituto, nuestra relación no comenzó siendo la más romántica y sana, fue un caos de sentimientos... descubrí que soy gay gracias a él y a partir de eso solo hemos sido nosotros dos contra todo.
Tres años a su lado, quien diría que aquel chico de cabello rubio con tatuajes intimidantes y mirada peligrosa duerme en la misma cama que yo. Con su sensual cuerpo y actitud dominante cautiva más que cualquier, soy adicto a él y lo amo demasiado.
— Apuesto que estás pensando en tu novio— asentí al escuchar el comentario de Aria, aquella chica siempre logra meterse en mi cabeza—Te entiendo si mi novio fuera como el tuyo no lo dejaría solo— murmuró está.
Aria es una compañera de clase muy agradable y extrovertida, desde el primer día nos hicimos amigos, ella es la única que sabe que soy gay en la universidad, no es que sea un secreto o algo parecido es solo que no me gusta ventilar mi vida privada a la gente por qué sí.
— Eres exagerada Jhon es guapo y atento contigo, lo haces ver cómo un mal tipo— defendí al novio de la chica.
Varias veces el chico me llevo hasta el apartamento de Blas y nunca demostró asco o rechazo al saber que tenía de pareja a un chico al contrario siempre es amable.
— Es que es demasiado bueno... a veces me gustaría que tuviera un aura más peligrosa que deje de preocuparse si es correcto lo que hace, lo amo, pero él un chico muy tierno y eso me da diabetes a veces— me confesó la chica.
Ella es todo un cuento complicado. Habíamos pasado por la cafetería por algo de comer, pero al final Aria no se decidió por nada así que salimos de ese lugar. Decidimos salir de la universidad para esperar que vinieran por nosotros.
— A mí me parece que es perfecto para ti, calma tú ansias de locura— su personalidad arriesgada superaba a la mía, Aria le gusta romper reglas y siempre contradecir argumentos para crear debate.
Blas me dijo que pasaría hoy por mí para ir a patinar un rato aprovechando que tiene tiempo libre, estaba emocionado desde el fin de semana no nos hemos visto mucho, Tarik nos visitó y el tiempo se fue muy rápido lo cual me enojo, quiero pasar más tiempo con mi mejor amigo y con mi novio.
Quería preguntarle mil cosas a Tarik ¿Quién es él chico que le gusta? ¿Dónde lo habrá conocido? ¿Hasta qué punto se han acercado? Él tan ingenuo que me da miedo que estén jugando con él. Y ni hablar de Jacob que sé la ha pasado preguntándome si Tarik está saliendo con alguien, de seguro está celoso, pero la verdad es que ya no soy tan fan del shipp Tarob porque Jacob es un pendejo lento que solo se mueve cuando ve que mi mejor amigo se fija en alguien más. Adoro a Jacob, pero él no tiene claro lo que quiere y yo quiero que Tarik esté con alguien que lo quiera al 100% sin dudas.
— Locuras no son, son ganas de vivir al límite y es genial sentir esa adrenalina, quiero llegar a vieja y tener historias interesantes que contarle a mis nietos no quiero ser la abuela aburrida— dijo Aria decidida.
Para ti interesante es sinónimo de locura.
— Como tú digas — dije sin ánimo de contradecirla.
Ella iba a decir algo, pero alguien la interrumpió, mejor dicho Xian aquel chico de piel morena y ojos claros que ponía a la mayoría de la universidad caliente.
— Xian Blu, tan guapo como siempre, escuché por ahí que lograste el puesto número uno en los debates académicos, dejando a la universidad en los mejores puestos— Halago Aria con cierta coquetería.
Está chica no pierde el tiempo, pobre Jhon, él está tan enamorado que seguro deja que le sean infiel como diez veces.
— Tú siempre informada, gracias por los cumplidos— respondió este amablemente antes de regalarle una de sus perfectas sonrisas— Quería preguntarte algo a ti Zac— dijo este llamando mi atención.
El sonido del auto de mi novio me hizo distraerme por unos segundos, ahí estaba Blas Jones bajando de su auto logrando llamar la atención de las chicas y chicos que estaban cerca, su cabello rubio lograba hacerlo resaltar y ni hablar de su típica vestimenta sutil, pero peligrosa que siempre estaba acompañada de una chaqueta de cuero, su cuerpo está aún más ejercitado que antes y ni hablar de los tatuajes que se han sumado a su piel.
— Si dime— dije mientras le hacía señas a Blas para qué se acercará.
Xian se metió las manos a su pantalón con cierto nerviosismo que nunca había notado en él.
— ¿Podrías darme tutorías de Francés? Es que hay muchas cosas que no entiendo— admitió.
Blas se colocó a mi lado logrando llamar la atención de las dos personas que estaban conmigo.
— Claro... Solo tendría que acordar horarios— dije de inmediato mientras sonreía como pendejo al ver a mi novio.
Aria se colocó al lado de Blas y le dijo algo que no alcance a escuchar.
— ¿Me das tu número? Digo hablar sobre los horarios— dijo.
Asentí, Xian saco su celular y me lo pasó, anoté mi número y se lo entregué recibiendo la mirada analítica de Blas.
— Eres lo mejor que me ha pasado en la vida— susurró antes de besarme.
Nuestros pijamas fueron desapareciendo en el cuarto salvajemente, los dos queremos esto y para nadie es un secreto que me encanta sentir a Blas dominando cada parte de mi ser.
Me acosté en la cama y este se colocó en medio de mis piernas mientras besaba mi cuerpo y se detenía en la cicatriz que se escondía en aquella serpiente tatuada que significaba más que una cosa. Era el inicio con Blas, el desenlace que me unió a Tarik y el fin que terminó con lo que yo creía que podía ser mi padre. Cambie de posición y me coloque encima de Blas, cogí el lubricante de la mesa que tenía cerca y comencé a prepararme yo mismo mientras Blas comenzaba a masturbar nuestros miembros en dolorosos y placenteros movimientos.
— Quiero que hagas un desastre dentro de mí— le susurré al oído casi en súplica.
Este no lo dudo y se colocó encima de mí, subió mis piernas a sus hombros y luego lubrico su miembro antes de entrar en mí.
— Te amo Zac Maxwell quiero vivir toda mi vida contigo— dijo antes de besarme.
Sus besos eran tan intensos que sentía que me ahogaba de placer, sus embestidas eran lentas, pero profundas esperando que acostumbrara para aumentar la velocidad. El cuarto estaba lleno de nuestros sonidos más obscenos y solo nosotros éramos testigo de ello. Sus movimientos fueron más violentos y rápidos hasta el punto que sentí que estaba en mi punto máximo de placer, pedía más y él me daba lo que quería.
Nos corrimos al mismo tiempo, nuestros cuerpos estaban sudados y nuestra respiración acelerada, no apartamos nuestras miradas sentía que no quería alejarme ni un segundo.
—Cásate conmigo— me propuso.
¿Espera que?
— ¿En serio?— pregunté nervioso, Blas asintió antes de alejarse de mí y sacar una pequeña caja de su chaqueta.
Me senté en la cama con incomodidad por lo que acabábamos de hacer.
— Es curioso, pero ver a Keira y a Damiano me hizo pensar las cosas, Te amo Zac Maxwell y sé que estamos muy jóvenes todavía y nos falta mucho recorrido, pero quiero vivir mi vida contigo— admitió mientras se acercaba a mí— No es el momento más romántico, tengo preparado una cena en la noche, pero simplemente no aguante las ganas de preguntarte— dijo con nerviosismo.
— Sí, quiero ser tu esposo — dije a punto de morir de la felicidad.
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