DESVIADO (COMPLETO) romance Capítulo 87

Tarik.

Estoy realmente cansado, hoy ha sido un día muy loco me despedí de mi padre y de mis hermanos luego de que le hicieran un interrogatorio a Zerek dónde le preguntaron de todo, este parecía tranquilo y muy amable.

— Está es la dirección de la casa de Zac— dije mientras escribía en el GPS del auto las indicaciones de cómo llegar.

Este me miró y luego miro a la carretera unos minutos antes de hablar.

— Ven conmigo al hotel— me pidió.

Me negué de inmediato, los fines de semana son los únicos momentos que puedo pasar con los chicos.

— Me encantaría en serio me encantaría, pero les prometí a mis amigos pasar tiempo con ellos, además quiero hablar con Jacob seguro la está pasando mal por mi culpa digo somos amigos y yo solo tengo ojos para ti, pero no me gusta hacer sufrir a las personas que me importan— explique esto último un poco rápido.

Zerek quitó una de sus manos del volante y me miró, se veía tranquilamente.

— Tranquilo, si es lo que quiere lo entiendo sé que antes de mí ellos hicieron parte de tu vida y nunca te diría que te alejes de ellos, confío en ti y sé que las cosas con ese chico ya está aclaradas— fue comprensivo.

El auto se detuvo enfrente del edificio.

— ¿No te pone celoso está situación?— pregunté.

Este negó de inmediato.

— Esos chicos que han estado detrás de ti son solo niños, creería que apenas comenzaron su carrera universitaria... ¿Por qué estaría celoso de ello? Creo que ese sentimiento debe tener fundamento cuando la otra persona es superior a ti — explico su tono de egocentrismo cotidiano.

En parte tenía razón, pero una parte de mí quería verlo celoso. Salí del auto y él me siguió.

— Eres egocéntrico— señalé.

Aunque esas son de las cualidades que mi gusta.

— Tu egocéntrico— dijo de forma juguetona mientras se colocaba sus manos en mi cintura en me acercaba a él.

Coloque mis brazos alrededor de su cuello y bese su mejilla.

— Me gusta demasiado esto tengo miedo de despertar y que todo sea un sueño— confesé.

Zerek acaricio mi rostro antes de acercar nuestras frentes.

— No es un sueño y créeme que está vez estoy tratando de hacer las cosas bien— dijo antes de atraerme más a él.

La noche estaba un poco fría y tener su cuerpo junto al mío me hacía sentir caliente en muchos sentidos.

— No quiero presionarte, antes te pedí cosas muy egoísta, pero ahora simplemente quiero que dejemos los juego y disfrutemos esto no importa si los demás se enteran solo quiero estar contigo— exclamé mientras apoyaba mi cabeza a su cuello.

Cada uno tiene un proceso diferente y tengo que entender que no puedo arrastrarlo a que salga del armario cuando él no está listo.

— No me presionas, estoy haciendo esto porque quiero... además mi vida necesita un cambio por eso renuncie a mi trabajo como profesor de la universidad— dijo esto último con tranquilidad.

¿Espera que?

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Agus

Fiore está cumpliendo años hoy y me acabo de dar cuenta por qué quería ver su foto militar que siempre guarda en su cartera y que sorpresa me llevo cuando me doy cuenta de que su cumpleaños es el 17 de marzo y hoy es ese día.

— Karen necesito que todo lo que te pedí se haga correctamente prometo aumentar tu sueldo— dije entrando en desesperación.

Me gusta que cuando planeo algo salgo súper bien, ningún error o problema en medio.

— Espero que la paga lo valga— dijo está mientras salía de mi campo de visión.

El dinero que gaste es lo de menos, necesito que Fiore la pasé genial.

— Llegue— aviso Fiore colocando las botellas de vino que le había pedido que buscará.

¡No! Ese no era plan se suponía que se iba a demorar toda la tarde esperando el pedido y llegó en menos de una hora. Vamos Agus piensa, piensa él no puede estar acá.

— No tardaste nada— exclamé disimulando perfectamente mi nerviosismo.

Este se acercó a mí y dio un pequeño beso en la mejilla.

— El señor que me atendió fue muy amable y adelantó el pedido, mejor así puedo pasar más tiempo...—lo interrumpí.

—Necesito que compres este tipo de alcohol, en este lugar—dije mientras escribía en un papel el nombre de aquella empresa de licorería que tenía muy buena referencia y calidad, pero que estaba a unas horas de aquí.

— Dos cafés— pidió Connor cuando una de las chicas del lugar se nos acercó.

Yo le dije que no le aplicará tanta azúcar.

— Soy un imbécil, te trate de la peor forma y complique las cosas entre nosotros demasiado, no te merecías nada esto por eso quiero pedirte de corazón que me perdones— admitió Connor.

Supongo que todos cometimos errores.

— Está bien, todo está bien créeme que no guardo rencor de nada— exclamé con tranquilidad.

Si dolieron sus palabras y sus acciones, pero ahora mismo siento que Fiore hace que esas cosas se vuelvan insignificante. Además reconozco que yo actúe mal.

— Eres muy bueno, yo como tú daría un par de golpes— se burló.

No pude evitar reír ante su ocurrencia, me acerqué fingiendo que le iba a pegar.

— Si tanto quieres el golpe...— detuve mis palabras cuando es sostuvo mi mano con delicadeza y la beso.

Sentí mis mejillas arder ante la sorpresa y traté de apartarme.

— Eres muy lindo cuando sonríes— Susurró mientras se acercaba a mí.

Negué inmediatamente y me alejé, me levanté de la silla teniendo mis pensamientos claros.

— No solo mi sonrisa es hermosa, todo yo lo soy y lo sabes— expuse con seguridad— Sé lo que tus palabras significa así que dejó esto claro, estoy con alguien al cual quiero y respeto así que no caeré en estos juego más, somos amigos nada más, además tú tienes a Benjamín— le dejé claro.

Este se levantó y trato de acercarse nuevamente pero me alejé.

— Solo pienso en ti, no importa que lo bese a él solo puedo tenerte a ti en mi mente y en mis deseos, intentémoslo sé que funcionará...— lo detuve.

— No hay un nosotros, tuviste tu oportunidad, pero no la aprovechaste, solo te puedo ofrecer mi amistad porque mi corazón ya lo está cuidado alguien que en verdad si me quiere— dije mientras caminaba lejos de él.

Tropecé con alguien en la puerta y me sorprendí al ver que alguien había escuchado toda nuestra conversación, sonreí y recordé las palabras que este me dijo para lastimarme.

— Todos obtenemos lo que merecemos, cariño— le susurré a aquel chico que quitaba el rastro de sus lágrimas con enojo.

Benjamin hasta lástima me das.