Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 1056

“Cuando era joven, recuerdo que mi padre no era tan indiferente conmigo. Me compraba caramelos y vestidos bonitos. Cuando volvía de un viaje de negocios, él siempre me cargaba y me hacía reír. También me traía regalos”.

“No sé cuándo empezó, pero mi madre fue perdiendo poco a poco la sonrisa. Mi padre también empezó a ser frío. Él empezó a no regresar a casa. Aunque todavía era pequeña y como todos los niños son criaturas sensibles, podía sentir que había problemas entre mis padres. Sin embargo, en ese momento, pensé que solo estaban peleando y que se reconciliarían”.

“Más tarde, mi padre tuvo una aventura. No solo tuvo a otra mujer, sino que también tuvo una hija. Cara solo era dos años más joven que yo. Cuando crecí fue que me di cuenta de que el amor entre mis padres era solo una farsa”.

“Mi madre era hermosa. Cuando yo era joven y ella asistía a las reuniones de padres de familia, ella siempre era el centro de atención. Sin embargo, no sé por qué mi padre tendría una aventura con una mujer como Lina. Supongo que sintió que la hierba siempre era más verde en el otro lado”.

Yanny se atragantó y continuó con los ojos enrojecidos: “Esta forma retorcida de relación entre marido y mujer duró hasta que yo tenía unos ocho años. Supongo que fue porque mi madre siempre estaba deprimida que le diagnosticaron cáncer de mama. El doctor dijo que mientras ajustara su mentalidad, podría recuperarse por completo después de la cirugía”.

“Sin embargo… Un día, Lina trajo a Cara, de seis años, y vino a visitar a mi madre al hospital. Aunque dijeron que la estaban visitando, Lina solo quería provocar a mi madre. Ella dijo muchas cosas que la agravaron. Los escuché mientras estaba parada afuera de la puerta escuchando”.

“Cuando Lina se fue con Cara, vi a mi madre sollozar por un largo tiempo. Poco después, las células cancerosas se esparcieron. A partir de ese momento, odié a mi padre. En comparación con Lina y Cara, odiaba a Winson mucho más. Si no fuera por él, mi madre no habría tenido que sufrir”.

“Él permitió en silencio que otros intimidaran a mi madre. Si él no hubiese tenido una aventura, tal vez mi madre aún estaría viva. Ella podría verme ir a la universidad y tener novio. Estaría allí en cada etapa de mi vida”.

Shayne la escuchó pacientemente hablar tanto por primera vez en su vida. Él enterró el rostro lleno de lágrimas de ella en su pecho y preguntó: “¿Qué sucedió después?”.

Yanny lo agarró por la camisa con ambas manos y enterró su rostro en él. Debido a su asfixia, la voz de ella se volvió ronca y dijo: “No mucho después de que mi madre falleciera, dentro de medio año, Winson trajo a Lina y Cara a nuestra casa. Me convertí en una carga completa para ellos. No solo le arrebataron la posición a mi madre como señora de la casa, sino que también empaquetaron y tiraron todas las cosas que ella dejó antes de morir, diciendo que era un tabú”.

“Cuando vi a Lina haciendo todas estas cosas terribles, Winson estuvo de acuerdo. Era como si él temiera que si se quedaba con las pertenencias de su exesposa, atraería su espíritu. Supongo que quizás se sentía culpable y le temía al castigo”.

“Cuando mi madre acababa de fallecer, hubo un periodo en el que él dijo que no había podido dormir bien. Lina contrató a un Maestro del Feng Shui, y él dijo que el árbol de acacia en el patio era un tabú y podía atraer a los espíritus malignos”.

Al hablar de eso, Yanny lloró y se rio burlonamente. Ella sonrió y dijo: “¿No crees que es muy irónico? ¿Atraer espíritus malignos? Él también podría decir que su corazón está lleno de conciencia culpable y que el fantasma de mi madre lo perseguirá y no lo dejará dormir en las noches”.

Shayne recordó la primera vez que fue a la casa de los Jacob. El árbol de acacia creció bien con densas ramas y hojas, y era un árbol lleno de flores floreciendo en verano, luciendo muy acogedor y hermoso.

Shayne bajó la cabeza y besó la frente de Yanny. Él preguntó gentilmente: “¿El árbol cómo consiguió mantenerse con vida?”.

“El árbol lo plantó mi madre cuando se acababa de casar con Winson. Esto se debió a que la acacia simbolizaba el amor y la alegría eterna entre marido y mujer, por eso puso la palabra Joy en mi nombre. Mi madre dijo que quería que yo fuera alegre y despreocupada en mi vida, y que también conociera a alguien que me gustara”.

“Sin embargo, el Maestro dijo que había que cortar el árbol y no dejarlo allí. En la superficie, parecía que fue Lina quien instó a Winson a talar el árbol, pero sé que el propio Winson quería deshacerse del árbol. Él tenía mucho miedo de que el fantasma de mi madre lo persiguiera”.

“Sin embargo, eso fue lo más preciado que mi madre me dejó. Teníamos tantos recuerdos maravillosos debajo de ese árbol. Recuerdo que en verano, ella me abrazaba debajo del árbol para refrescarme y me contaba cuentos para dormir. También recuerdo las innumerables veces que ella se quedaba parada debajo del árbol, esperando a su esposo, que siempre llegaba tarde a casa”.

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