Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 1099

Shayne tuvo que hacer un viaje de negocios a Europa por unos días antes del festival de primavera.

Al principio, planeaba llevar a Yanny con él, ya que ella no iba a pasar el festival de primavera en el Pueblo Lushway y planeaba pasar un tiempo a solas con Shayne. Por lo tanto, ella decidió invitar a Heather a la Ciudad del Norte unos días antes para poder mostrarle a Heather la ciudad. También podría celebrar el año nuevo por adelantado con su abuela.

Justo cuando Yanny y Heather salieron de la mansión en la Residencia de Aguas Azules, un Lincoln modificado de apariencia más larga estaba estacionado frente a su entrada, bloqueándoles el paso.

En el coche se podía ver a una mujer mayor vestida de forma anormal. Se veía muy elegante.

Mientras Yanny le echaba un vistazo, encontró a la dama extremadamente bien arreglada con un aspecto muy familiar, pero no pudo recordar dónde la había visto antes.

La dama vestía un abrigo de lana blanco de gran tamaño. También estaba vestida con un vestido largo marrón tejido con la misma lana. Estaba caminando hacia Yanny con un par de tacones altos hechos a medida.

Heather miró a Yanny mientras le preguntaba: “¿La conoces, Yanny?”.

La dama esbozó una enorme sonrisa cálida y gentil en su hermoso rostro cuando se acercó a Yanny. Luego extendió la mano para saludar a Yanny, “Saludos, soy Maria Sanders, la madre de Shayne”.

‘Maria, la madre biológica de Shayne’.

Por eso la dama le parecía familiar a Yanny, ya que la belleza de Shayne se parecía un poco a la dama. No fue sorprendente para Yanny sentir que la dama le resultaba familiar.

Lo único era que Yanny no esperaba que la madre de Shayne viniera a buscarla ni sabía el propósito de la reunión.

Maria habló en un tono educado, “Sé que aparecer tan abruptamente en nuestro primer encuentro es un poco inapropiado, pero… Señorita Joy, ¿puedo hablar contigo en privado?”.

Maria le echó un vistazo a Heather, indicándole que se alejara.

Cada centímetro de la dama de mediana edad, desde la punta de su cabello hasta sus pies, emanaba elegancia. Parecía que la edad había sido amable con ella, ya que tenía muy pocas arrugas en su rostro claro. Incluso si las hubiera, las arrugas solo resaltarían la belleza y la elegancia de las personas de su edad.

No se sabía por qué la primera impresión que Yanny tuvo de ella no era uno agradable.

El comportamiento amable y cálido de la persona se sintió como una fachada para ella.

Yanny le dijo a Heather: “Vuelve a entrar, abuela. Saldremos a comer después de que termine mi conversación con la Señora Sanders”.

Heather no dijo mucho, ya que todo lo que hizo fue acariciar la mano de Yanny, indicándole que se comportara.

Después de que Heather regresó adentro, el conductor de Maria abrió la puerta del asiento trasero del Lincoln y dijo: “Por aquí, Señorita Joy”.

Maria y Yanny tuvieron su conversación en el asiento trasero del Lincoln.

Como Yanny no era una persona amable, ella generalmente actuaba con arrogancia con los invitados no deseados como Maria. Ella preguntó: “¿Qué quieres de mí, Señora Sanders?”.

Todo lo que se necesitó fue un par de declaraciones casuales y simples para cortar por completo los lazos con ella y dejar a Maria sin palabras. La expresión de Maria se volvió amarga en ese instante.

“Señorita Joy, solo has trabajado en la industria del entretenimiento durante un par de años, y tu éxito se debe principalmente a la ayuda de Shayne. No creo que termines siendo tan exitosa como lo eres hoy sin él. Hace un momento mencionaste que estos son asuntos de nuestra familia y que no tiene nada que ver contigo ya que no eres más que la novia de Shayne. Jum, de verdad eres una persona bastante materialista. Ya que lo eres, creo que no deberíamos contener nuestras emociones”.

Yanny parecía tranquila mientras mantenía su sonrisa sutil y se veía extremadamente fría. Ella preguntó: “¿Cuál es tu consejo entonces, Señora Sanders?”.

Mientras Maria miraba la expresión obviamente despreocupada de Yanny, ella dijo: “Hay muchas mujeres en la industria del entretenimiento como tú y no eres más que un don nadie que tuvo suerte al lado de Shayne. Básicamente, te han dado una fortuna que no podrías ganar incluso si trabajaras toda tu vida. Ya que ese fue el caso, ¿por qué no dices tu precio y me ayudas con este favor? ¿Qué dices?”.

'Dime tu precio… de verdad que es algo que diría una dama adinerada'.

Sin embargo, Yanny no era fácil de convencer.

Todo lo que Yanny hizo fue sonreír de manera despreocupada mientras decía: “Está bien, pero creo que… no podrás pagarme, Señora Sanders”.

Maria sonrió en secreto al darse cuenta de que Yanny realmente no era más que una celebridad humilde e ingenua y que no iba a encajar muy bien con Shayne. Ella luego dijo: “Adelante, dime tu precio”.

Maria estaba interesada en ver cuanta cantidad diría la mujer frente a ella.

Yanny tomó su taza de café y tomó un sorbo mientras dejaba que el regusto amargo se lavara en su boca antes de mirar intensamente a Maria y decir simplemente: “No tengo precio”.