Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 1168

Resumo de Capítulo 1168: Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd

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La lluvia se detuvo por un tiempo.

La torre de señales en la montaña finalmente se conectó una vez más.

El celular de Yanny volvió a tener cobertura. Había muchas llamadas perdidas de Shayne.

Shayne no la habría llamado tantas veces sin razón. Yanny le devolvió la llamada, pero nadie contestó.

Tuuu… tuuu… tuu…

El sonido de la llamada sin respuesta hizo que Yanny se preocupara un poco como si fueran señales de que algo malo estaba sucediendo.

Yanny no pudo comunicarse con Shayne. Ella dudó un rato antes de llamar a Henry.

Henry contestó la llamada. Él dijo aliviado y agradecido: “Señora, ¡se encuentra bien! ¡Es genial! ¡El Amo Shayne fue a la Aldea del Arroyo de Hadas a buscarla a usted! ¿Se ha encontrado con él?”.

Yanny se sorprendió. “¿Qué dijiste? ¿Shayne fue al Arroyo de Hadas?”.

“Sí, una vez que vio la noticia, tenía miedo de que le hubiera sucedido algo a usted en el Arroyo de Hadas, así que se apresuró a ir allí. Señora, ¿no ha visto todavía al Amo Shayne?”.

Yanny sacudió la cabeza. “No. Lo llamé, pero nadie contesta”.

Henry sintió que algo malo estaba sucediendo. “Demonios, ¿le pasó algo malo al Amo Shayne en el Arroyo de Hadas?”.

Yanny se dio una palmada en la frente. Ella instruyó con calma: “Estoy en la Casa de Campo en el Monte Lily. Creo que el teleférico debería estar fuera de servicio ahora. No creo que pueda bajar de la montaña para buscar a Shayne. Henry, comunícate de inmediato con el personal del equipo de rescate local para buscar a Shayne en el Arroyo de Hadas. Deben encontrarlo. Contáctame cuando haya noticias”.

“De acuerdo. Señora, manténgase a salvo. Me pondré en contacto con ellos de inmediato”.

Después de colgar, Yanny miró por la ventana la primera lluvia torrencial. Estaba oscuro y no había luna.

La montaña estaba llena de niebla húmeda y de un frío punzante después de la lluvia.

Yanny apretó su celular en la mano y se quedó junto a la ventana, aturdida, esperando las noticias de Henry.

Peter durmió un rato, luego se dio cuenta de que Yanny aún no dormía. “¿Cómo eres más un noctámbula que yo? M*erda, son casi las dos. ¿No vas a dormir?”.

Yanny se mordió el labio y luego dijo con decisión: “Deberías dormir primero. Voy a bajar de la montaña. Vendré a recogerte una vez que haya terminado”.

Peter agarró su cabello desordenado y miró a Yanny con incredulidad. “¿Estás loca? ¿Bajar la montaña? La lluvia acaba de cesar y el teleférico todavía está fuera de servicio, ¿y aún así quieres bajar? ¿Estás buscando la muerte?”.

Antes de que Peter pudiera terminar su oración, Yanny ya había salido rápidamente de la habitación. Cerró la puerta tras ella.

“A la m*erda. ¡Esta mujer ya no quiere vivir!”.

Peter todavía estaba en pijama. Él rápidamente se cambió de ropa, se puso los zapatos y la persiguió.

Los pasos de Yanny fueron rápidos. Ella jadeó y corrió hasta la sala de control del teleférico.

La sala de control estaba hecha de vidrio. Una cadena estaba esposada alrededor de las puertas.

Yanny corrió y llamó a las puertas un par de veces. La puerta de cristal se movió un poco pero no se abrió.

Yanny bajó la cabeza y encontró un pesado trozo de roca a sus pies. Abrazó la piedra y la arrojó violentamente contra las cadenas.

El candado de las cadenas no se movía.

Ella lo golpeó un par de veces más antes de finalmente romperlo. Sus ambas manos estaban rojas.

Sin embargo, no tenía tiempo para preocuparse por sus manos. Una vez que irrumpió en la sala de control, estudió los interruptores de la sala de control con una luz prestada.

Este tipo de teleférico antiguo tenía controles simples. Solo había dos interruptores. Yanny no lo pensó y activó el teleférico.

El teleférico se deslizó lentamente sobre un cable metálico. Yanny entró rápidamente en el teleférico y cerró la puerta.

Peter, que la había perseguido desde la Casa de Campo, notó que Yanny ya estaba en el teleférico. Él jadeó y gritó: “¡Oye! ¡Regresa! ¡De verdad quieres morir! ¡Es peligroso! ¡M*erda! ¡Dios mío!”.

En medio de la oscuridad fangosa, apareció un rayo de luz como el amanecer.

“¡Hay alguien aquí!”.

Muchos pasos desordenados se acercaron a la oscuridad.

Shayne evitó la roca rodante, pero también había caído por la pendiente. Tenía moretones y heridas por todas partes. Su celular cayó en un arbusto no muy lejos de él.

Él se acostó en el suelo y estiró sus largas y delgadas manos, sacando el celular que sonaba constantemente del arbusto.

Era una llamada de Henry.

Shayne hizo un esfuerzo para contestar el celular. Cuando levantó el celular, estaba apoyado contra un árbol enorme y respiraba con dificultad.

En el celular estaba la voz aliviada y eufórica de Henry: “¡Amo Shayne! ¡Al fin contestaste! ¡La Señora está bien! Ella no está en el Arroyo de Hadas. ¿Dónde estás? ¿Estás bien?”.

Los ojos oscuros de Shayne se iluminaron. Dejó escapar un suspiro de alivio. Gracias a Dios que ella no estaba en el Arroyo de Hadas.

“¿Dónde está ella?”. La voz de Shayne era extremadamente ronca. Perdió la voz al llamar a gritos a Yanny. En ese momento, incluso hablar en voz baja era insoportablemente doloroso, como si estuviera tragando fragmentos de vidrio.

“La Señora está en el Monte Lily, en la Casa de Campo. Ella dijo que no hubo deslizamientos de tierra en el Monte Lily. Actualmente está a salvo. Amo Shayne, ¿cómo estás?”.

Shayne usó su brazo débil y dolorido para empujarse contra el suelo embarrado y sostuvo su alta figura. Lentamente se levantó del suelo en una posición encorvada.

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Capítulo 1168 2

Capítulo 1168 3

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