Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 140

No mucho después, John Fudd llevó a Porotita Dulce al hospital.

Madame Leah, que seguía a John Fudd, colocó un recipiente de comida sellado sobre la mesa y lo abrió para preparar el desayuno.

Porotita Dulce corrió hacia Heaton Fudd y le preguntó, “Papá, ¿qué te pasó? El abuelo dijo que si tu brazo está roto, no puedes cargarme más. Papá, ¿cuándo volverás a estar bien?”

La niña frunció el ceño y lo miró preocupada, lanzándole muchas preguntas. Luego se acostó sobre su pecho por lo que Nancy Xander dijo, "Porotita Dulce, ten cuidado, no te acuestes en el brazo de tu papá."

Heaton Fudd levantó su mano izquierda y acarició la cabeza de Porotita Dulce. Con su voz ronca, le dijo suavemente, "No te preocupes, papá se recuperará muy pronto."

“Papá, debes recuperarte pronto, porque Porotita Dulce está preocupada. El abuelo también está preocupado."

John Fudd se sentó a un lado, agitando la mano hacia Porotita Dulce. “Porotita Dulce, ven a sentarte con el abuelo. Si tocas accidentalmente el brazo de papá y no se recupera, no podrá cargarte más."

La niña asintió con comprensión y corrió hacia John Fudd.

John Fudd abrazó a su nieta y le preguntó en voz baja, “Tu brazo está herido. ¿Cómo es que no veo a esa mujer, Verian Mont, cuidando de ti?”

Al escuchar la mención del nombre de Verian Mont, Porotita Dulce frunció los labios y preguntó con curiosidad: "Papá, ¿no volviste con Monty?"

El rostro de Heaton Fudd se oscureció y él no respondió.

John Fudd frunció el ceño y preguntó: “¿Volvieron a estar juntos? ¿Pelean ustedes dos con frecuencia?”

Verian Mont nunca le agradó. Ciertamente, no era tan elegante como su nuera, Nancy Xander. Sin mencionar que Heaton Fudd la trajo a casa sin consultarlo. Esa era la razón principal por la que Verian Mont nunca estuvo en su lado bueno.

Además, se asoció con Heaton para mentirle. Esto solo lo hacía enojarse aún más con ella.

"Ya que ustedes dos no están casados ​​y si no se llevan bien, simplemente terminen."

La voz del Viejo Amo era tranquila, pero su tono era serio.

Tan pronto como dijo eso, Porotita Dulce fue la primera en estar en desacuerdo. "Abuelo, quiero que Monty sea mi mamá, ¡no quiero a nadie más!"

John Fudd la complació, "Está bien, está bien, lo que quiera Porotita Dulce."

Después de un tiempo, Porotita Dulce dijo que quería usar el baño, así que Madame Leah la llevó al baño. John Fudd caminó hacia la cama de Heaton con su bastón y dijo con total seriedad, “Considera muy cuidadosamente lo que acabo de decir. Esa chica no te sienta bien. Estoy seguro de que lo sabes después de estar con ella tanto tiempo.”

Heaton levantó sus ojos oscuros. Con severidad, dijo, "Papá, por favor no interfieras, estoy muy seguro de a quién quiero."

El rostro de John Fudd se oscureció. Al ver su expresión, Nancy Xander dijo gentilmente, “Heaton, ¿por qué debes ir en contra de papá? A papá no le agrada Verian Mont, ¿no lo ves?”

"Jugaste un papel importante en la aversión de papá hacia Verian Mont".

La fría represalia del hombre dejó atónita a Nancy. "Heaton, de qué estás hablando ..."

John Fudd frunció el ceño más profundamente. "Suficiente. Todos ustedes nunca pueden dejarme en paz. ¡Ni siquiera se comparan a Porotita Dulce, que solo tiene tres años! "

Cuando Madame Leah regresó del baño con Porotita Dulce, John Fudd le dijo a Heaton, "Me voy. Cuídate. ¡Piensa bien en lo que dije! Nancy, quédate y cuida de él."

"Está bien, papá."

Porotita Dulce saludó a Heaton Fudd y dijo adorablemente, "Papá, vendré a verte de nuevo mañana."

Cuando solo quedaron Heaton, Nancy y Kush Xavier en la habitación, Heaton dijo con frialdad: "Puedes irte a casa."

Kush pensó que iba dirigido a él e inmediatamente respondió: "Sí". Se preparó para irse. Heaton frunció el ceño.

"¡¿Quién te pidió a TI que te fueras?!"

Sin palabras, Kush miró nerviosamente a Nancy.

Nancy frunció los labios y dijo: “Heaton, lo escuchaste. Papá quiere que me quede y te cuide."

Sunny Shea sonaba como si fuera la reina de un rey. La forma en que le advirtió sonaba tan justa que hizo que Verian Mont pareciera una amante.

Con su bolso en la mano, Verian la miró inexpresivamente. En ese momento en particular, cuanta menos reacción hubiera, más mostraría lo ridícula que era Sunny Shea.

"Señorita Shea, creo que ha cometido un error. Ya no tengo ninguna relación íntima con Heaton Fudd. Si quieres mostrar tu entusiasmo, probablemente deberías trabajar más duro en la cama."

¡Con solo unas pocas palabras frías, logró hacer que Sunny Shea apretara los dientes y la viera con ira!

¡Claramente, Verian Mont estaba insinuando que ella no era más que la compañera de cama de Heaton Fudd!

Sin embargo, ¿cómo podía Sunny Shea admitir la derrota tan fácilmente?

Resopló con frialdad y movió sus labios llameantes junto a la oreja de Verian. La espesa fragancia de su perfume casi hizo estornudar a Verian. Ella comenzó a hablar en un tono optimista.

“Verian Mont, Heaton dejó sus semillas en mi cuerpo ayer. Me abrazó y dijo que quería que tuviera un hijo Fudd. Mientras pueda quedar embarazada de un bebé Fudd, él me convertirá en la Sra. Fudd."

Un escalofrío recorrió la espalda de Verian.

Miró fríamente a la orgullosa Sunny Shea durante mucho tiempo.

"¿Por qué me miras de esa manera?"

"¡Hazte a un lado, me voy a trabajar!" Verian la hizo a un lado y se fue con una expresión fría.

Sunny Shea frunció el ceño, “Aw, ¿te vas así? ¡Eso no es nada divertido!”

Verian caminó cada vez más rápido y todo lo que resonaba en su mente eran las palabras de Sunny Shea.

Como mujer, sabía lo que significaba cuando un hombre le hacía una promesa como esa a una mujer.

Heaton Fudd permitió que Sunny Shea quedara embarazada de su hijo...