Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 144

Verian Mont salió de la mansión con algo de comida, pero el perrito callejero que estaba comiendo afuera había desaparecido.

Qué extraño, ¿será que se sentía lleno y se fue?

Miró a su alrededor y vio vagamente un automóvil negro que se alejaba a lo lejos.

Esperaba que no se lo hubieran llevado los traficantes de perros ilegales. El perro no era de una especie rara, por lo que no valdría mucho.

Verian vertió la comida en el pequeño recipiente, por si el perro callejero volvía a buscar comida.

...

En el Maybach negro, Kush Xavier abrió mucho los ojos y miró a Heaton Fudd a través del espejo retrovisor.

El perrito sucio en realidad estaba descansando sobre los pantalones de vestir de Heaton, ensuciándolos. Aunque a Heaton no le gustaba, simplemente frunció el ceño un poco pero no lo echó a un lado.

"Jefe, ¿desde cuándo le empezaron a gustar los cachorros?"

Antes, cuando Porotita Dulce había pedido un cachorro, Heaton fue el primero en oponerse a la idea. En primer lugar, tenía miedo de que el cachorro mordiera a Porotita Dulce. En segundo lugar, Heaton Fudd tenía TOC, por lo que no podía soportar tener un perro corriendo por la casa.

Heaton miró al cachorro e incluso lo acarició un poco. Resopló suavemente y negó rotundamente, "Solo quiero llevarlo a casa para Porotita Dulce."

Kush no creyó una palabra de lo que dijo. Era obvio que el Jefe le pidió que trajera al cachorro con un propósito.

Esperaba que... ¿el jefe no estuviera celoso del perro? ¿Será por eso que robó el perro?

Heaton preguntó: "¿Verificaste si es macho o hembra?"

"Probablemente macho, no miré."

Heaton frunció un poco el ceño y sus ojos se volvieron apagados.

¿Macho? ¿Incluso lo tocó con tanta pasión?

Ella era tan cariñosa y paciente con un perro callejero, pero se enojó después de unas pocas palabras mientras hablaba con él. Heaton se sintió gradualmente más disgustado y alejó al cachorro de su regazo.

El cachorro estaba asustado y sollozaba con sus grandes ojos oscuros bien abiertos, mirando a Heaton que estaba extremadamente serio, como si tratara de agradarle.

Kush no pudo controlar su risa. “Jefe, parece que le gusta mucho al perro. Simplemente lo metimos al coche, pero no ladró ni hizo ruido. Es un perro bastante bueno".

Heaton resopló con frialdad, "Hmph, ¿bueno?" Miró al lamentable perro y extendió la mano para jugar con él. Inesperadamente, ¡el cachorro abrió la boca y ladró!

Kush se sorprendió. "Jefe, no lo mordió, ¿verdad?"

Maldito perro. Había sido elogiado hace un segundo, ¡pero luego hizo una travesura! ¿Fue a propósito?

Los ojos oscuros de Heaton le dieron una mirada desagradable al cachorro. Si no lo hubiera esquivado rápidamente, su dedo ya podría haber estado sangrando.

¿Buen perro? Pensó que se comportaba como Verian Mont, que se veía bien por fuera, pero de hecho, ¡era muy peleador por dentro!

"Vayamos al veterinario a vacunarlo." De lo contrario, si accidentalmente mordía a Porotita Dulce, Heaton Fudd probablemente lo mataría.

Kush asintió y sonrió. “Claro, bañémoslo y desinfectémoslo también. Porotita Dulce se alegrará mucho cuando se lo lleve.”

...

Heaton Fudd regresó a la casa de los Fudd. Porotita Dulce estaba sentada en la sala viendo dibujos animados con Zaynie.

Cuando vio a Heaton, saltó del sofá y gritó, "¡Papá!" En ese momento, vio a un cachorrito moviendo la cola detrás de Heaton.

"¡Perrito!"

Porotita Dulce se agachó con entusiasmo para cargar al cachorro. Heaton le recordó, "Ten cuidado, que no te muerda."

"Papá, soy tan linda. ¡El perrito no me morderá!"

El cachorro yacía en los brazos de Porotita Dulce en silencio, sin hacer ninguna escena. Era casi como si fuera un perro diferente en comparación con hace un rato cuando trató de morder a Heaton.

Ciertamente extraño.

John miró hacia la puerta y bajó su brocha. Él sonrió amorosamente y dijo, “¿Oh? Ahí está mi pequeña nieta."

Se quitó las gafas y vio a Porotita Dulce con un cachorro en brazos. “¿De dónde vino el cachorro? ¿Papá finalmente te permitió tener un perro?”

“Fue papá quien me lo dio. Abuelo, su nombre es Leoncito."

El Viejo Amo se rió, "Es un perro, ¿por qué se llama Leoncito?"

“Yo tampoco lo sé. Papi lo nombró. Abuelo, ¿me vas a ayudar a buscar una madrastra?”

El Viejo Amo se sorprendió. "¿No se fue Verian Mont? Bueno, parece que las cosas entre ella y tu papá no funcionaron realmente y no quieres que papá te críe solo, ¿verdad? Si sirve de algo, él necesita tener una familia. No te preocupes, Porotita Dulce, el abuelo, definitivamente te encontrará una buena mamá. No queremos a quien no te trate bien."

Porotita Dulce hizo un puchero mientras acariciaba a Leoncito. “Está bien, abuelo. Debes encontrarme una buena madrastra".

"Ya que estás de acuerdo, traeré a tu papá para una sesión de emparejamiento mañana".

John tomó una pila de fotos y se las pasó a Porotita Dulce. "Mi querida niña, elige una para tu papá".

Porotita Dulce pasó bastante tiempo mirando las imágenes y señaló una bonita. "Abuelo, esta tía se ve muy bonita".

John lo miró. Era la preciosa hija de los Yaleman, Yvette Yaleman. Ella parecía calificar.

"Está bien, traeré a tu papá para que conozca a esta tía mañana".

“Está bien, abuelo. ¡Entonces voy a salir a jugar con Leoncito! "

John tenía curiosidad. La niña siempre había odiado que la gente le intentara encontrar una madrastra, pero ¿cómo es que ella tomó la iniciativa de pedirle una?

Por otro lado, el Viejo Amo pensó que Porotita Dulce era una niña, después de todo, probablemente necesitaba amor maternal.

Cuando Porotita Dulce dejó el estudio con Leoncito, subió al estudio de Heaton Fudd.

“Papá, le dije al abuelo. ¡Dijo que te llevará a una sesión de emparejamiento mañana!"