Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 197

Verian estaba parada en el porche delantero mientras cargaba el desayuno. Ella cortésmente le preguntó si Kush quería entrar a tomar un poco de agua. Sin embargo, era natural que Kush se negara, ya que inmediatamente sacudió las manos y dijo, "No molestaré al jefe ni a la señorita Mont ahora".

Si entraba a tomar un vaso de agua y su jefe lo veía más tarde, ¡tendría que estar ciego para entender la situación en ese momento!

La pequeña cara de Verian se sonrojó mientras asentía. Cuando Kush estaba a punto de darse la vuelta y marcharse, Verian recordó lo que Heaton se negó a decirle ya que tenía mucha curiosidad por saber cuál era la razón por la que la invitó a salir aquella noche.

"Asistente Kush, hay algo que necesito preguntarte".

"Por favor, Señorita Mont".

"¿Sabes exactamente cuál fue la razón por la que Heaton me invitó al Hotel Árbol Banyan esa noche?"

Kush se rió burlonamente cuando dijo, "Señorita Mont, no debería haberlo dejado plantado esa noche. Esa noche, el jefe tenía la intención de proponerle matrimonio a la Señorita Mont”.

...

Después de que Verian terminó de refrescarse y colocar el desayuno que Kush trajo en un plato, frió dos huevos adicionales y calentó dos vasos de leche y los colocó en la mesa del comedor.

Ella acababa de salir de la cocina cuando Heaton se despertó. Con sus largas piernas, se acercó detrás de ella mientras envolvía sus largos brazos alrededor de su cintura. Frunció levemente el ceño al sentir la esbelta y delgada cintura de la mujer en su abrazo. "¿Por qué tu cintura sigue tan delgada después de quedar embarazada?"

No se atrevió a ejercer ninguna fuerza como si fuera capaz de partirla por la mitad. Se sentía suave y esbelta, haciéndolo enamorarse aún más de ella, pero al mismo tiempo, se sentía muy mal por ella.

Verian se dio la vuelta. Ella tocó accidentalmente los botones de su camisa cuando levantó el brazo. “Solo ha pasado más de un mes y el médico dijo que tomará al menos de cuatro a cinco meses para que el embarazo sea evidente. En algunos casos, algunas mujeres ni siquiera se destacan incluso después de estar embarazadas de seis meses. Todo esto es muy normal".

Heaton bajó la cabeza mientras la miraba. Luego notó la gran variedad de desayuno en la mesa. "¿Te despertaste tan temprano para prepararme el desayuno?"

Verian se sintió un poco culpable. Mientras se reía, dijo, "Solo freí dos huevos y calenté dos vasos de leche. El resto de la comida la trajo el Asistente Kush antes".

El hombre no emitió un sonido, por lo que Verian asumió que estaba enojado e inmediatamente dijo mientras sostenía su brazo, "Te prepararé el desayuno mañana por la mañana, ¿de acuerdo?"

Heaton levantó la mano y acarició suavemente el cabello largo, suave y esponjoso de ella, y respondió casualmente en un tono suave, "Está bien. No estreses tu cuerpo innecesariamente cuando estás embarazada".

¿No era culpa suya por estresar tanto su cuerpo?

Verian se quedó sin habla.

Verian hizo una mueca con los labios, ya que era raro que ella quisiera expresar sus emociones, pero el hombre las hizo a un lado.

Heaton entró en el baño para refrescarse mientras Verian lo seguía con pasos suaves. Mientras Heaton se cepillaba los dientes frente al fregadero, Verian abrazó su cintura por detrás.

La mujer apoyó su pequeño rostro contra los anchos hombros de él mientras gentilmente lo llamaba, "Heaton".

La única respuesta que recibió fueron los sonidos de él cepillándose los dientes.

Verian se frotó suavemente contra él. "La noche que me invitaste al Hotel Árbol Banyan, ¿realmente pensabas proponerme matrimonio?"

Aunque ya sabía la verdad del Asistente Kush, ella quería escucharla de él.

Heaton escupió la espuma de pasta de dientes de su boca antes de hablar en un tono muy neutral sin ninguna emoción, "Nop".

Al escuchar su negación, Verian infló las mejillas y lo miró con sus ojos claros. "El Asistente Kush ya me dijo que planeabas proponerme matrimonio esa noche".

¿Estaba tratando de negar el hecho ahora?

Después de que Heaton terminó de cepillarse los dientes y refrescarse, apartó sus pequeñas manos, se dio la vuelta y miró fijamente su pequeño rostro ligeramente preocupado. Habló en un tono especialmente casual, "Es cierto que planeaba proponerte matrimonio esa noche, pero me dejaste plantado, ¿verdad? Así que después de que pasó ese momento, ya no tengo ganas de hacerlo en este momento".