Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 344

Un lujoso hospital privado en Florencia.

Verian dormía profundamente y no tenía conciencia de su entorno.

"¿Qué tan pronto podemos obtener los resultados de la prueba de ADN?".

"Antes del mediodía de mañana. Segundo Joven Maestro Del, no se preocupe. Le notificaré inmediatamente después de que se publiquen los resultados".

…

De camino a casa, Yale miró a la dama a través del espejo retrovisor. Parecía que había apoyado la cabeza en el hombro de Yandel. Procedió a ridiculizarla. "Segundo Joven Maestro, esta Señorita es tan tranquila y atrevida. Se emborrachó tanto y ni siquiera respondió cuando dos extraños la llevaron al coche. Tiene suerte de que no somos malas personas. Sus acciones cuando está borracha también se parecen a la de la Sra. Xylean”.

Yandel miró a la chica que dormía tan profundamente como si no se preocupara por nada del mundo. Sin embargo, sus ojos se oscurecieron cuando preguntó: "¿Pudiste encontrar alguna información sobre el paradero de Leannie?".

"Parece que la Sra. Xylean también está en Florencia. He enviado un grupo de búsqueda por ella. No se preocupe, Segundo Joven Maestro. Probablemente la verá mañana por la noche".

Los labios de Yandel se curvaron de alegría, y rastros de calidez y tranquilidad pasaron por sus ojos.

La joven en sus brazos se acurrucó contra él y murmuró: "Tengo frío... Heaton... abrázame...".

Yale sonrió. Aparte de la Sra. Xylean, nadie más se atrevería a actuar de manera tan coqueta con su Segundo Joven Maestro.

¡Esa dama probablemente era la hija de la familia Soan!

Yandel cubrió a Verian con una manta. "¿Todavía tienes frío?".

"Ugh... mucho mejor... Heaton... eres tan agradable y cálido...". Verian sonrió tontamente.

Se había emborrachado tanto que todo lo que podía pensar y ver era Heaton.

Ni siquiera debería estar pensando en ese hombre en ese momento.

"¿Quién es Heaton?".

Con los ojos cerrados, Verian sonrió estúpidamente. Fue una sonrisa bastante dulce. "¡Es mi marido...! Oh, no... es mi ex marido... yo... yo... me acabo de divorciar recientemente".

"Ya que no puedes olvidarlo, ¿por qué quieres divorciarte de él?".

Verian hizo un puchero al recordar los tristes recuerdos; incluso se sintió un poco agraviada. "Él es el que quería el divorcio... yo tampoco lo quiero... pero ¿por qué me abandonó? Prometió protegerme... siempre... ¿por qué me dejó ir?".

Yandel se rio disimuladamente. "Parece que los dos conocimos a personas que no pudieron cumplir sus promesas".

Yandel volvió a mirar a la chica inconsciente. Tenía el presentimiento de que ella era su hermana menor biológica.

"Está bien. Si realmente eres de la Familia Soan, secuestraré a este Heaton, te lo traeré y te dejaré hacer lo que quieras con él".

En ese momento, Verian ya se había desmayado.

Yandel movió su mirada hacia la nevada escena nocturna de invierno por la ventana. De repente, preguntó con voz ronca: "¿Cuánto tiempo ha pasado desde que Leannie me dejó?".

Yale no estaba seguro de si esa pregunta estaba dirigida a él.

Dudó antes de decir: "Creo que alrededor de un año".

"Han pasado 378 días".

Yale suspiró. ¿Por qué la Sra. Xylean dejaría a una persona tan leal y encantada como su Segundo Joven Maestro?

"Segundo Joven Maestro, después de que encontremos a la Sra. Xylean, debería ser más decisivo y agresivo con ella. De lo contrario, ¿cómo sabría ella de su poder? Incluso podría huir nuevamente. A veces necesitamos infundir algo de miedo en las mujeres".

Yandel siempre había sido una persona severa y estricta. Sin embargo, se volvería un tonto si se tratara de Xylean Yellen…

Yandel se frotó la frente y suspiró. "No me atrevo a enojarme con ella".

A pesar de que se había escapado varias veces durante los últimos años, y había empeorado mucho a lo largo de los años, Yandel seguía siendo reacia a tomar alguna medida en su contra.

Yale estaba preocupado, así que dijo: "Segundo Joven Maestro, con toda honestidad, usted ha malcriado a la Sra. Xylean. Otras personas la habrían reprendido y castigado si alguna vez estuvieran en tal situación. ¿Por qué la Sra. Xylean todavía está insatisfecha? Ella huye cada vez que tiene la oportunidad. ¿No sabe ella que tendría una vida más cómoda a su lado? Si yo fuera directo, diría que la Sra. Xylean es un poco inmadura…”.

"Cállate". La mirada de Yandel se volvió fría y sus ojos parecían aterradores.