Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 39

Verian persiguió a Porotita Dulce enojada hasta su habitación en el segundo piso.

Porotita Dulce ya se había subido a su suave cama. Estaba escondida debajo de la manta con una de sus muñecas Peppa Pig, llorando tristemente.

Verian se acercó y se sentó junto a la cama. Consoló a la niña angustiada. "Quizás papá estaba ocupado con algo antes, así que no podía asistir a la clase de actividades para padres e hijos de Porotita Dulce. Porotita Dulce, ¿puedes dejar de llorar?"

Porotita Dulce abrió la manta enojada. Su cuerpecito estaba sentado en la cama y sus grandes ojos estaban tan rojos. Tenía un aspecto lamentable, como un pobre conejito abandonado. "¡A papá le gusta más mi hermano que Porotita Dulce! ¡Porotita Dulce ya no ama a papá! ¡Hmph!"

La comparación del amor recibido entre los niños se hizo de forma no intencionada. Además, Heaton era claramente parcial. Hirió el corazón de Porotita Dulce.

Verian estiró las manos y abrazó a la niña en sus brazos. Levantó las manos para frotar suavemente sus lágrimas y la consoló suavemente. "Por favor, deja de llorar. No te verás bien si tus ojos se inflaman por el llanto".

"Monty, ¿por qué a papá le gusta más mi hermano? ¡Mi papá es mío! ¿Es porque Porotita Dulce es desobediente?"

La niña frunció el ceño y miró a Verian con su rostro húmedo, atormentado y desconcertado. Verian se congeló y se sintió aún más angustiada.

¿Cómo debería responder a la pregunta de Porotita Dulce? ¿Debería decirle a Porotita Dulce que era porque Zaynie era el hijo de su padre?

Verian solo podía intentar cambiar de tema e intentar desviar su atención. "¿No dijo papá que la próxima vez irá a la clase de actividades para padres e hijos de Porotita Dulce?"

"Fue solo porque Porotita Dulce estaba enojada que papá hizo esa promesa. ¡Mi hermano solo lo pidió una vez, y mi papá aceptó inmediatamente! ¡Porotita Dulce se lo pidió a papá varias veces antes, pero él nunca fue!"

La pequeña niña sonaba celosa. Sus grandes ojos parpadearon y las lágrimas cayeron. Verian se sintió angustiada y no supo cómo consolarla.

Porotita Dulce sorbió con su pequeña nariz y el puente de su nariz se movió. Se sentó allí y dijo lamentándose: "Mi hermano tiene a tía y a papá. Porotita Dulce no tiene mamá ni papá. Buaaaa..."

Cuando la Porotita Dulce terminó de hablar, rompió a llorar y no pudo contener más las lágrimas.

Verian la abrazó e instantáneamente acarició la cabeza de la niña. Ella bajó la cabeza para besar su frente blanca como la leche y dijo: "Ellos no se preocupan por ti, pero tú todavía me tienes a mi. Yo me preocupo por ti".

"Monty... Buaaaa... ¿Te gusta más Porotita Dulce? Buaaaa..."

"Sí, me gusta más Porotita Dulce. Deja de llorar, ¿de acuerdo?"

"Porotita Dulce, papá no lo hizo a propósito. Por supuesto, eres la favorita de papá".

Porotita Dulce apretó la boca y hundió la cabeza en los brazos de Verian con enojo. "Hmph, ya no amo a papá. ¡Papá, vete!"

Anteriormente, Heaton no asistía a las clases de actividades para padres e hijos de Porotita Dulce porque Don Fudd siempre peleaba con él para que asistiera. John Fudd amaba mucho a su nieta, más porque Porotita Dulce siempre fue obediente y linda desde que era joven. Ella era la niña de los ojos del viejo maestro. Don Fudd siempre peleaba con él por la oportunidad de cuidar a Porotita Dulce, pero el trabajo siempre lo mantenía ocupado. Por lo tanto, después de que Porotita Dulce pudo caminar y hablar mejor, Don Fudd la cuidó a menudo.

Desde que el viejo maestro se retiró del ejército, sólo tenía tres cosas que hacer en casa, a saber, criar peces, jugar al ajedrez y cuidar de su nieta. Siempre traía al Porotita Dulce a visitar las casas de sus amigos del ejército.

Sin embargo, Heaton no esperaba que esto hiciera que Porotita Dulce tuviera la idea errónea de que no tenía el amor de su padre.

Heaton se sentó junto a la cama y le explicó pacientemente a Porotita Dulce. "Papá siempre quiso ir a las clases de actividades para padres e hijos con Porotita Dulce, pero el abuelo siempre decía que quería ir. El abuelo ama tanto a Porotita Dulce que papá debe dejar ir al abuelo. Tu hermano no ha tenido papá desde que era joven, pero él les dice a los niños de la clase que yo soy su padre. Sí papá no va, tu hermano se sentirá muy avergonzado. ¿Porotita Dulce quiere poner triste a tu hermano?"