Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 410

Wilson abrazó a Serene que estaba envuelta en la colcha y le gritó a la mujer que estaba parada allí mirándolos como si estuviera viendo un drama. “¡Sal!”.

Una sonrisa burlona se dibujó en el rostro de Ruby. Miró a la niña en la cama con una mirada de desprecio. “Te estaré esperando afuera para desayunar juntos. Traje el desayuno”.

Después de terminar su oración, Ruby se cruzó de brazos como una emperatriz y salió tranquilamente a la sala de estar.

El rostro de Wilson se oscureció y su voz era fría, “¡Cierra la puerta!”.

Ruby se volteó y le lanzó una mirada fría antes de cerrar la puerta con fuerza.

Wilson dejó escapar un suspiro de alivio después de que Ruby se fuera. Le preguntó a la persona en sus brazos, “¿Ella te hizo algo?”.

Serene estaba aterrorizada. ¿Qué chica no se asustaría cuando otra mujer irrumpiera para arrancarle la colcha después de haberse besado con su novio?

Fue extremadamente impactante.

La cara de Serene se puso roja y blanca al mismo tiempo. Ira, irritación, miedo... estaba sintiendo tantas emociones al mismo tiempo.

Ella miró a Wilson, lo empujó y dijo, “¿Quién es esa mujer?”.

A Serene no le agradaba en absoluto. Esa mujer la miraba con desprecio como una poderosa emperatriz.

Su mirada era excepcionalmente insultante.

Wilson explicó rápidamente, “Ella es mi colega”.

Los ojos de Serene se abrieron aún más. Ella se atragantó mientras le gritaba, “¡Estás mintiendo! ¡Conozco a todos nuestros colegas del hospital!”.

La ira se apoderó de ella y estalló en lágrimas. Sus ojos se pusieron rojos como un conejo provocado.

“¡Aléjate de mí! ¡No me toques! ¡Voy a volver a casa!”.

Se inclinó para buscar su ropa. ¡Lo único que quería hacer era dejar ese lugar!

Wilson la tomó en sus brazos y trató de sujetar su cuerpo, que aún luchaba por escapar de su abrazo. “Ella es solo mi amiga. No sabía que vendría hoy. Ella debe haberte asustado mucho. Vamos a verla más tarde y haré que se disculpe contigo”.

Serene hizo una pausa por un momento. “¿En serio?”.

¿Era ella realmente su amiga?

Sin embargo, la intuición de Serene le dijo que esa mujer gustaba de Wilson. Escondida detrás de sus ojos desdeñosos había hostilidad.

La oscura mirada de Wilson la miró profundamente. “Sí, no llores”.

El hombre extendió la mano y le secó las lágrimas. Agraviada, Serene se mordió los labios y lo miró con ojos llorosos. Ella sollozó, “¿Pero a dónde fuiste esta mañana?”.

“Salí a comprar el desayuno. Compré tus bollos al vapor favoritos”.

Serene resopló y su estómago rugió. Ella frunció el ceño levemente. Sus orejas comenzaron a ponerse rojas mientras Wilson la miraba de cerca.

“Tengo hambre…”.

Wilson bajó la cabeza y la besó en la frente. Luego, habló con voz suave, “Anoche lavé y colgué tu ropa para secarla en el balcón. Ya debería estar seca. Iré a buscarlos para ti”.

Serene se quedó sin habla.

¡Quién esperaría que este hombre de otro mundo supiera cómo lavar la ropa para otros!

Podía lavar las prendas exteriores con la lavadora. Sin embargo, él no habrá lavado su ropa interior con sus propias manos, ¿verdad?

...

Wilson salió de la habitación y vio a Ruby sentada en la sala de estar esperándolo.

Su expresión inmediatamente se volvió fría. “¿Por qué estás aquí?”.

Habló palabra por palabra, “Intenta tocar incluso un mechón de cabello de Serene y seremos enemigos para siempre. Ruby Luna, hazlo si tienes agallas”.

El corazón de Ruby tembló.

Han pasado por el infierno durante tantos años y mira lo que él estaba diciendo en este momento. ¿Quería convertirse en enemigo de Ruby solo por esa mujer irrelevante?

Ja, debe de estar hechizado.

¿Esa mujer le lanzó un hechizo a Wilson?

Wilson tomó la ropa y entró directamente en la habitación.

Entró en el dormitorio y vio a Serene sentada en la cama, distraída con los ojos inyectados en sangre.

Wilson se acercó y se sentó a su lado. Le entregó la ropa y le preguntó con voz suave, “¿Quieres que te la ponga?”.

Serene se sonrojó y dijo, “No, está bien”.

Wilson la obedeció y dijo, “Entonces, ponte la ropa. Sal y desayuna después de que hayas terminado de lavarte”.

Se levantó y un par de manos lo detuvieron, agarrándolo de las mangas.”No me has dicho quién es esa persona. ¿Ella todavía está afuera? Si ella es solo una amiga tuya normal, ¿cómo supo dónde vives? Ni siquiera le abrí la puerta esta mañana. ¿Cómo supo ella tu contraseña? Ni siquiera yo sé tu contraseña”.

Serene murmuró suavemente. Wilson volvió a sentarse a su lado y la miró profundamente. “¿Estás celosa?”.

Serene estaba molesta. “¿Quién diablos es ella? ¿Por qué... por qué te llamó Aret?”.

Ella lo llamó por su apodo. ¿Eran realmente amigos normales?

“Si no te gusta, le pediré que no me llame más por ese nombre, ¿de acuerdo?”.

Serene se mordió los labios. Con los dedos entrelazados, estaba confundida. “¿Quién es ella entonces? Wilson Jarret, no puedes mentirme”.