Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 559

Ya era de noche cuando Serene pensó en cómo Joan la había cuidado durante los últimos días. Como ella se iba al día siguiente, ella decidió ir a la enfermería a despedirse de Joan.

Joan sonrió tan pronto como vio a Serene. "¿Qué te trae por aquí?, pensé que a Aret le gustaba tenerte para él las veinticuatro horas del día".

Serene se sonrojó. "Vamos, Joan. De todas formas, volveré a Ciudad del Norte mañana, así que estoy aquí para despedirme".

"¿Tan pronto? ¿Aret está dispuesto a dejarte ir tan pronto?".

Serene frunció los labios antes de suspirar y decir, "Quería quedarme aquí con él, pero él insiste en enviarme a casa".

Joan asintió. "Bueno, él está haciendo lo correcto. Después de todo, aquí no es seguro, y las condiciones de vida también son deplorables. Aún tienes trabajo en Ciudad del Norte, ¿no?".

Serene se olvidó por completo de su trabajo. "Fui secuestrada tan repentinamente, por lo que ni siquiera tuve la oportunidad de pedir permiso a la dirección del hospital. Estoy tan jodid*. Espero que no me despidan".

Serene revisó su cuenta de redes sociales de inmediato, pero no había ninguna conexión con el mundo exterior.

"Creo que solo puede explicarte con la dirección del hospital después de que regreses a Ciudad del Norte. No tenemos ninguna señal aquí; solo se puede usar internamente".

Serene hizo una mueca; ellos estaban bastante alejados del mundo.

Joan revisó los medicamentos. "Por cierto, creo que Aret terminó sus medicamentos. ¿Puedes darle este frasco más tarde?".

Serene tomó el frasco de medicamento y frunció el ceño. "Joan, ¿qué es esto?".

Serene era doctora, pero nunca había visto un medicamento como ese. El frasco estaba etiquetado solo con el nombre del medicamento, pero sin información sobre los ingredientes o el fabricante. Parecía más como un medicamento casero.

Joan se quedó atónita. Ella miró a Serene con una mirada extraña. "¿No sabes sobre la enfermedad de Aret?".

Mientras sostenía el frasco en su mano, Serene se sorprendió un poco por esa pregunta. "¿Enfermedad? ¿Qué es lo que él tiene?".

Parecía que Serene no sabía nada al respecto. Joan reflexionó unos momentos antes de suspirar y decir, "Bueno, ahora él está bien, así que supongo que no es un problema que tú lo sepas".

Joan se sentó. "Él tenía algunos problemas serios con su estómago, y ha sido recurrente últimamente. Por eso es que Thompson y Ruby se apresuraron a traerlo aquí para que recibiera tratamiento".

"¿Era... cáncer de estómago?".

El corazón de Serene estaba en su boca.

Joan respondió con un leve sonido. Cuando ella vio el rostro nervioso y preocupado de Serene, Joan la consoló. "No tiene que preocuparte; él está bien ahora. Thompson es un médico altamente capacitado en esta área, por lo que no dejará que Aret muera. Aret se ha estado recuperando bien después de la cirugía. Estas píldoras son los últimos avances de Thompson. Estará tan saludable como cualquier otra persona después de tres platos. Después de todo, su fuerza física es mucho mejor que la de una persona ordinaria. Así que él estará perfectamente bien".

"Pero, si él es tan fuerte cómo estás diciendo, ¿cómo pudo tener tal enfermedad?".

Joan se encogió de hombros. "Bueno, algunas enfermedades no tienen nada que ver con la fuerza física de una persona. Aunque la investigación médica dice que las enfermedades están relacionadas con los genes, pero quién sabe, algunas cosas están destinadas a suceder. Sin embargo, es un tipo tenaz".

A Serene le dolía el corazón. ¿Era por eso que él quería terminar con ella cuando se desmayó y fue enviado al hospital? ¿Era por su enfermedad?

¿Por qué no se lo dijo?

Cuando notó el enrojecimiento de los ojos de Serene, Joan extendió la mano para darle una palmada en el hombro y dijo, "No te sientas demasiado triste por eso. Todo está bien ahora. Después de todo, la gente como nosotros vivimos al límite. Nunca sabemos cuando nuestros enemigos rompan nuestras defensas para hacernos explotar, así que no lo pienses demasiado".

Ellos debieron haber experimentado numerosas situaciones de vida o muerte para poder hablar de la muerte con tanta calma.

Serene sabía que ella no era como Wilson y Joan. Ella no podía tomar la muerte ligeramente, ni había experimentado situaciones de vida o muerte.

Serene sollozó mientras murmuraba en respuesta.

Wilson podía sentir sus lágrimas en la espalda; se sentía como si le hubiera quemado la piel.

"Todos los demás lo sabían, entonces, ¿por qué me lo ocultaste? Soy tu novia. Wilson Jarret, ¿cómo pudiste hacerme esto? Qué pasa si te ocurría algo de repente y yo no sabia nada al respecto. ¿Cómo podría verte por última vez?".

Los labios de Wilson temblaron y dijo, "Entonces no nos veamos por última vez. No hay nada bueno en vernos por última vez".

"¿Qué pasa si no puedo dejar de pensar en ti y, aún así, no puedo encontrarte nunca más? Seré infeliz por el resto de mi vida".

"Lo siento. No lo pensé de esa forma".

Serene inmediatamente rompió a llorar. Ella sintió que era una mala novia, pero en cambio él se había disculpado con ella.

Serene lo abrazó con más fuerza. "No te dejaré nunca más. No tienes que ser el único en dar amor; yo también cuidaré de ti al mismo tiempo".

Wilson se rió y extendió la mano para llevarla a sus brazos. Él suspiró. "Mi querida Serene, has crecido, ¿no? Ahora sabes cómo cuidar a los demás".

Serene trazó sus cicatrices quirúrgicas y heridas de bala con los dedos. Su corazón se apretó de dolor y se mordió los labios. "Sé que estás acostumbrado a enfrentarte a la muerte, pero para mí, nada es más importante que seguir con vida. Wilson Jarret, quiero que sigas con vida. No puedes morir nunca".

Wilson se quedó mirando sus ojos llorosos mientras le hacía una promesa solemne. Palabra por palabra, él dijo, "Es cierto que nunca le he temido a la muerte, pero de ahora en adelante, haré todo lo posible para regresar contigo, vivo".

Había comenzado a temerle a la muerte por ella. Él usualmente pensaba en todo tipo de soluciones apuradas cuando se encontraba en situaciones peligrosas. Todo eso había cambiado; en cambio, él rezaría por un regreso sano y salvo para poder verla, aunque solo fuera desde muy lejos.

Wilson se dio cuenta de que necesitaba mantenerse con vida, y todo se debía a ella.