Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 658

Resumo de Capítulo 658: Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd

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Serene tenía buena memoria. Ella podía reconocerlos a casi todos.

Todos habían envejecido. Los hombres tenían barrigas de cerveceros y las mujeres comenzaron a maquillarse; algunos no cambiaron mucho, mientras que otros tuvieron cambios drásticos.

Cuando ellos tomaron sus asientos, algunas mujeres comenzaron a conversar con Serene.

"Serene, estás trabajando en el hospital, ¿verdad?".

"Solía hacerlo, pero ya no estoy con ellos", respondió Serene, alegremente.

Una de las damas bromeó. "¡Parece que el hospital te alimentó bien! ¡Mira lo grande que te has puesto!".

Otra dama frunció el ceño. "Vamos. ¡A nadie le gusta oír que han engordado!".

Serene se sonrojó. Estaban hablando entre ellas, cuando Wilson, que estaba a su lado, dijo a la ligera, "Serene no está gorda, está embarazada".

Las damas quedaron sorprendidas. Luego ellas dijeron, "¡Felicidades! ¿Quién hubiera pensado que te casarías tan temprano? Solíamos pensar que tenías problemas en el departamento del amor".

"Pero, Serene, ¿ya estás embarazada, y sin embargo no hubo invitación a tu boda? ¡Esperaremos el primer mes del bebé, entonces!".

Serene asintió. "¡Claro! ¡Perdí todos sus contactos!".

"¡Intercambiemos contactos, entonces!".

Serene se juntó con ellas, felizmente.

"¡Serene, tu esposo es tan guapo! ¿De qué trabaja?".

"Él parece un médico".

Serene le echó un vistazo a Wilson. Él se veía muy guapo, de hecho. Sus agraciadas manos daban la impresión de que tocaba el piano u operaba a gente.

Uno de ellos le dio una palmada a Serene en el hombro y dijo, "Marcus Kraft aún no está casado. Nos había preguntado por ti, parece que todavía le gustas".

¿Marcus Kraft? Era el seguidor más devoto de Serene, cuando todavía estaban en la escuela secundaria.

Él era un estudiante transferido, por eso él siempre fue intimidado. Serene solía defenderlo y se hicieron buenos amigos.

Ellos intentaron mantener contacto entre ellos, cuando se fueron a diferentes escuelas secundarias. Sin embargo, Serene perdió su contacto después de eso. Eventualmente, Marcus dejó de estar involucrado en la vida de Serene.

Ella no lo notó cuando entraron en la habitación.

"¿No viste a Marcus mirándote?".

Serene se sintió un poco incómoda; ella bebió un sorbo de su jugo y dijo, "¿Cómo es posible? Estoy casada. Además, no hubo nada entre nosotros".

"Puede que tú pienses eso, pero Marcus probablemente piensa lo contrario. Escuché que acaba de regresar de los Estados Unidos. Una vez que regresó, preguntó por ti. Sin embargo, alguien le dijo que te habías casado".

"Sí, eres su fruta prohibida".

Serene estaba nerviosa, cuando ella escuchó eso. Ella nunca estuvo en la mente de nadie, a excepción de Wilson.

Poco después, Wilson dijo fuera de la habitación, "Serene, mamá llamó para decirnos que regresáramos a casa".

Serene escuchó el mensaje de Wilson. Ella se despidió de Marcus y dijo, "Tengo que irme, ahora. ¿Hablaré contigo, la próxima vez?". Luego, ella se dio la vuelta y se fue.

Marcus finalmente se relajó; sus puños estaban fuertemente apretados en sus bolsillos. Ya no importaba lo que dijera el mensaje. Ella estaba felizmente casada. Quizás no era su destino estar juntos.

...

En el camino de regreso, Wilson miró a Serene. "¿Por qué no había escuchado hablar de este Marcus?".

Serene se rió, gentilmente. "Era un estudiante transferido en mi clase y solía ser intimidado por otros compañeros. Lo ayudé algunas veces, así que tuvimos una relación bastante buena entre nosotros".

"¿Relación?", Wilson enfatizó.

Serene miró a Wilson y rápidamente rectificó, "¡Me refiero a amistad! Espera un minuto. Una relación puede significar muchas otras cosas, ¡no tiene por qué ser romántica!".

"¿Querías que la relación fuese romántica?", Wilson presionó.

Serene agitó las manos en negación. "¡No! ¡No! ¡Solo lo traté como un buen amigo, lo juro!".

"¿Lo estás haciendo ahora? ¿Por qué escucho un indicio de culpa, en tu voz?".

Serene se quedó sin palabras. ¡No sentía ninguna culpa!

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