Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 66

Inconscientemente, Verian pensó que Heaton se refería a su subrogación, hace tres años. Naturalmente, ella entendió que él quería decir que ella ya era impura, ¡así que no debería fingir ser inocente y pura!

Parecía haber finas agujas que perforaban su corazón, ¡y el dolor era silencioso!

Agarró la camiseta y se dio la vuelta. Mientras se ponía la camiseta, dijo con voz fría.

"El presidente Fudd tiene dinero y poder. ¿Por qué quiere una mujer, como yo, que es como un bien de segunda mano? He dado a luz un hijo para alguien. ¡Me temo que el presidente Fudd no se sentirá cómodo haciendo nada conmigo!”

Su tono estaba lleno de una fuerte intención provocadora.

Heaton tiró de su cuerpo, la empujó contra el espejo del baño y le pellizcó la barbilla. El tono de él sonaba diabólico y sus ojos se veían extremadamente malvados.

"Si fuera un día normal, no desdeñaría hacerlo. Pero ahora estamos en este lugar desierto y me provocas. ¿Cómo no puedes ayudarme ahora?”

Verian estaba agresiva un segundo antes. Cuando el hombre poderoso la agarró, de inmediato se volvió cobarde. Ella encogió el cuello y se retiró al baño.

"¡T- Tú no juegues ahora! Si no quieres que Nancy esté triste... ¡Ah!”

El hombre la arrastró a sus brazos y bajó la cabeza para sellar sus labios rojos.

Cuando Verian pensó que no podría escapar de él esta noche, llamaron a la puerta de la habitación.

Verian volvió a la realidad con sensatez y extendió la mano para empujar al hombre que estaba sobre su cuerpo.

"Hay alguien... Heaton Fudd ... ¡Hay alguien!”

"¡No te preocupes por eso!”

Sin embargo, la llamada a la puerta fue tan agresiva que no se detuvo. Finalmente, arruinó el estado de ánimo de Heaton. Con rostro sombrío, se dirigió a la puerta.

Los delgados hombros de Verian no pudieron evitar temblar. La persona de afuera llegó en un momento equivocado, no tenía idea de lo que le pasaría a esa persona.

Tan pronto como Heaton abrió la puerta, vio a una dama encantadora que estaba vestida con un vestido sexy y se comportaba de manera seductora. Con sus uñas pintadas con esmalte de uñas rojo caliente, se tocó el pelo rizado. Ella pensó que era muy sexy y usó una forma de hablar informal para hablar con Heaton.

"Señor, 500 dólares. ¿Está interesado?”

La mujer también miró a Heaton.

Verian estaba dentro y su cuerpo estaba cubierto por una camisa. Ella bajó su cuerpo y salió. Cuando vio esta escena, casi se echa a reír. Allí, el rostro de Heaton se volvió extremadamente frío y severo. Habló con palabras heladas.

"No lo necesito”.

Levantó la mano y quiso cerrar la puerta, pero la mujer la bloqueó y se frotó contra él. Era raro ver a un hombre tan guapo. Ella debía entrar a su habitación esta noche, ¡incluso si no le cobraba!

"¡No se apresure a cerrar la puerta! ¿Qué tal esto? ¡Le doy un descuento a mitad de precio esta noche! ¡250 dólares!”

Verian se tapó la boca que estaba a punto de reír a carcajadas. 250 dólares...

El rostro de Heaton era severo, pero ahora se volvió más y más duro. ¡Esta era la primera vez que Verian veía a Heaton siendo “acosado sexualmente” por alguien! ¡Esta prostituta tenía una gran valentía!

El rabillo de los ojos de Heaton echó un vistazo y vio a la pequeña mujer que estaba encogiendo su cuerpo en la cama. Sus delgados labios se curvaron de repente. Cambió el tema de la conversación; se enfrentó a la prostituta y dijo: "¿La ves a ella? Esta es mi esposa. Es muy feroz. Si no te vas ahora, te prenderá fuego para quemar tu cabello”.

La mujer era sensata. Miró a Verian con desprecio.

"Una mujer que no tiene la capacidad de proteger a su hombre se convertirá en una arpía. Mira su cuerpo encogido…”

Inocentemente, Verian fue criticada sin motivo.

Se quitó la manta y saltó de la cama.

"¿De quién estás hablando?”

La prostituta seguía frotándose contra el cuerpo de Heaton y sus manos seguían tocándolo. Ella era muy coqueta.

"¡Me refiero a ti!", dijo la mujer.

La ira de Verian se despertó repentinamente y corrió para empujar a la mujer. Ella sacó el pecho y dijo con confianza.

"¡Este es mi esposo! ¡Lo estás tocando! ¡Encenderé un fuego para quemar tu cabello si no te vas!”