Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 687

Blaine se le quedó mirando durante un minuto, antes de hablar en un tono muy frío, "¿Así que todavía te deshonrarás al mantener tus sentimientos por Lobo Blanco, a pesar de que ya tiene un hijo?".

Que desgracia.

Cualquiera podría llamarla desvergonzada. ¡Sin embargo, Blaine era la única persona no digna de llamarla así!

Él había sufrido una lesión grave durante una misión en el País A. Ella fue la única que arriesgó su propia vida para salvarlo. Sin embargo, cuando él se despertó al día siguiente, él estaba abrazando a Cindy y seguía hablando incoherencias sobre cómo fue Blandita quien lo había cuidado toda la noche.

Ruby no quería ser una mujer celosa ni era alguien que fuera fácilmente envidiosa. Sin embargo, cada vez que Blaine la agitaba, era porque se aferraba a Cindy. Esto la hizo preguntarse si simplemente la usaba como una herramienta para proseguir su relación con Blandita.

Ruby tragó saliva, apretando sus palmas mientras miraba furiosamente a Blaine antes de exclamarle claramente: " Incluso si Wilson está casado y tiene hijos, incluso si no me ama, solo lo amaré a él durante toda mi vida. Director Filo Helado, ahora que ha recibido su respuesta, ¿puede liberarme?".

Blaine inmediatamente la empujó fuera de sus brazos. Esto hizo que Ruby perdiera el equilibrio y se tambaleara unos pasos hacia atrás.

Blaine retiró su comportamiento frío y caminó hacia su coche. Cuando él estaba a punto de abrir la puerta y entrar al coche, el hombre habló en un tono realmente siniestro, "Ruby Luna, nunca me ruegues por nada más, la próxima vez que nos encontremos".

Ruby no se inmutó mientras se reía. Ella luego dijo, "Si no es por nuestras misiones, no creo que nuestros caminos se vuelvan a cruzar más nunca".

Blaine entró en su coche con sus largas piernas e inmediatamente pisó el acelerador. Él desapareció en un rastro de humo negro frente a sus ojos.

Ruby se llenó de lágrimas, ligeramente, mientras miraba el coche negro que desaparecía.

Al final del día, ella todavía era humana. Durante los cien días que ellos pasaron juntos, Blaine gritaba el nombre de Blandita, cada noche que se iba a dormir.

Ella solo se enteró de la existencia de Blandita, por Cindy. Parecía que Blandita era una mujer que Blaine no podía superar en su vida.

Blaine cerró los ojos mientras se inclinaba hacia atrás en su asiento, donde recuerdos dolorosos pasaban por su mente.

Él confió en ella hace diez años y, como resultado de su fe en ella, ella le trajo un mundo de dolor y perjuicio. Esa batalla en Nueva York le había costado la vida a innumerables camaradas...

Él perdió a muchos de sus camaradas más cercanos y a ella también, esa noche...

Cuando ellos se encontraron, de nuevo... aquella esa noche cuando ambos estaban en Limburgo del Este... ella parecía no recordar en absoluto quién era él.

Ellos eran extraños... y tal vez ese sería el mejor punto de partida para ellos... La mejor manera de encontrar sus hogares, en la compañía del otro.

‘Oh, Blandita... No tienes idea... de cuánto he hecho por ti...’.