Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 745

Blaine se colocó un abrigo negro sobre los hombros y bajó las escaleras, preparándose para salir.

Cuando Cindy se topó con Blaine en el piso de abajo, ella sintió curiosidad al ver a Blaine vistiendo ropa informal. "Se hace tarde ahora. ¿A dónde va?".

"Necesito ocuparme de algunos asuntos".

Luego, Blaine salió de la mansión.

Cindy no era tonta. Aunque solo fue una respuesta a medias de Blaine, él debió haber salido a buscar a Ruby ya que ella aún no había regresado a casa a esa hora.

¿Qué tenía de bueno esa mujer que era digna de que Blaine estuviera pensando en ella constantemente?

...

En el casino.

Mientras Ruby y Stanley apostaban una gran suma de dinero en cada ronda de juegos, ellos habían atraído a muchos espectadores.

Había muchos tipos de personas en el casino y algunos ni siquiera estaban ahí para apostar. Con la tremenda riqueza de Ruby, había algunos matones que también estaban interesados ​​en ella.

Pronto, Ruby y Stanley fueron vistos como objetivos.

Stanley era una persona tímida. Cuando él se dio cuenta de que alguien los estaba mirando, agarró ansiosamente las mangas de Ruby para aconsejarle que estuviera alerta. "Jefa, hemos ido demasiado lejos y ahora somos objetivos. ¡Probablemente hay mucha gente aquí esperando una oportunidad para robarnos! ¡Será mejor que nos vayamos rápido!".

Ruby no tuvo miedo y dijo, "¿Por qué deberíamos tener miedo? ¿Has olvidado lo que hago para ganarme la vida? ¿Quieren meterse conmigo? De ninguna manera".

"Pero eres la única de los dos que puede pelear. ¿Cómo podemos pelear si hay muchos de ellos?".

"No entres en pánico. Sigamos apostando".

Stanley se quedó sin palabras.

Ciertamente, ¡él no podía sentirse tranquilo cuando estaba con Ruby!

Un rato después, el gerente del casino se acercó a ellos y habló con Ruby con una sonrisa en su rostro, "Hermosa dama, como has gastado la mayor cantidad de dinero aquí en el casino esta noche, nuestro jefe desea conocerte y ofrecerte una taza de té".

Ruby hizo un gesto con la mano de desdén y dijo, "No tiene que agradecerme. Estoy dispuesta a contribuir a su próximo indicador de rendimiento mensual o quizás también a su indicador de rendimiento trimestral. ¿Té? Olvídelo. No me gusta el té".

El gerente todavía tenía la típica sonrisa educada en su rostro y dio una reverencia levemente en señal de respeto. "Señorita, hasta ahora, no hay nadie a quien nuestro jefe no pueda conocer. Me gustaría, una vez más, insistirle a que me siga".

Ruby se golpeó la cabeza y le susurró al oído. “Mantente alerta. No te dejes cautivar por su apariencia. No es un hombre con el que podamos jugar".

Los ojos de retoño de durazno del hombre llamaron la atención de Ruby mientras él la miraba. "Eres una persona tan valiente. ¿Cómo te atreves a robar la tarjeta del Amo Blaine y gastar una enorme suma de dinero en el casino? ¿No tienes miedo de que envíe a alguien para que te atrape y te corte en pedazos antes de arrojarte al río Glaciar como alimento para peces?".

Stanley pudo sentir un escalofrío recorriendo su cuerpo. "Mald*ta sea. ¡Parece que este hombre conoce bien a Blaine!".

Ruby se burló, "¿Entonces me estás invitando a una taza de té por Blaine?".

"Entrégame la tarjeta de Blaine y les permitiré morir con sus cuerpos intactos".

Los labios rosados ​​de Ruby se curvaron hacia arriba y dijo, "No robé la tarjeta de Blaine".

El hombre se rio. "¿Qué ladrón admitiría que robó algo? Sin embargo, no puedo creer que haya logrado robarle algo al Amo Blaine y haya escapado con éxito. Todo lo que puedo decir es que te mereces elogios por tu valentía y tu ingenio. Habiendo dicho eso, tampoco eres una tonta. Lo único que no entiendo es... ¿por qué vendrías a un casino, un lugar público, y jugarías descaradamente con la tarjeta que robaste?".

"Eso es porque yo le permití que lo hiciera".

De repente, una voz profunda y familiar de un hombre sonó desde atrás.

Ruby se dio la vuelta y, contra la luz de la luna, ella vio a Blaine, quien estaba con un abrigo negro, caminando hacia ella.