Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 826

Resumo de Capítulo 826: Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd

Resumo do capítulo Capítulo 826 de Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd

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Cherie estaba atrasada en muchas clases a causa de las lesiones.

Aunque Mandy le daba clases y le prestaba las tareas, Cherie podía llegar hacer algunas tareas de inglés o trabajos relacionados con la filosofía marxista, ya que lo único que tenía que hacer era memorizar todo palabra por palabra. Sin embargo, esta vez su tarea era de Matemáticas Avanzadas y no podía entender nada, ni siquiera después de mirar el texto durante mucho tiempo.

Como solía holgazanear durante la clase de Matemáticas Avanzadas, le costaba ponerse al día después de saltarse tantas clases a pesar de lo inteligente que era.

Se rascó la cabeza mientras miraba los problemas de matemáticas.

Oh, no. Si seguía así, ¿realmente fracasaría su examen final?

Sin embargo, no deseaba volver a tomar ningún curso o examen, ya que sería vergonzoso y una pérdida de tiempo para ella.

Boyle miraba la bolsa de valores en su computadora portátil mientras trabajaba en algunos problemas matemáticos propios que tenía en su cuaderno. Parecían problemas complejos.

Ella se acercó y lo miró fijamente antes de echar un vistazo a los colores parpadeantes de la cambiante bolsa de valores en su computadora portátil y le preguntó: "Oye Boyle, ¿eres capaz de ganar dinero con la bolsa todo el tiempo gracias a lo bueno que eres en matemáticas?".

"Bueno, ayuda ya que la base de la bolsa se basa en las Matemáticas Avanzadas, pero eso no es todo. Sin embargo, si utilizo algunas Matemáticas Avanzadas para ayudarme con mis inversiones en la bolsa, tendré más posibilidades de obtener beneficios. Así que, el mercado de valores depende mayormente del conocimiento y con algo de suerte, pero la mayoría de la gente sigue confiando únicamente en la suerte cuando se acerca al mercado de valores".

Cherie le dio una enorme sonrisa mientras decía: "Ya que tus matemáticas son tan buenas... ¿Puedes otorgarme una fracción de tus preciadas horas de trabajo?".

Boyle levantó las cejas mientras se acercaba a ella antes de colocar sus largos y delgados brazos en el respaldo de su silla. Bajó la cabeza para mirar sus problemas de matemáticas e inmediatamente le preguntó: "¿No conoces la teoría de cómo funciona este problema o tienes problemas para resolver este problema en concreto?".

Cherie dejó escapar una risa incómoda mientras mordía su bolígrafo y respondió torpemente: "Todo".

Boyle se frotó las cejas mientras se sentaba y le quitaba el bolígrafo. Subrayó algunos puntos principales y escribió algunas funciones antes de preguntarle después de cada punto: "¿Puedes recordar estas funciones?".

"Sí".

"Veamos entonces el siguiente problema. Tendrás que sustituir esta función trigonométrica en..."

Boyle le estaba enseñando como un profesor paciente y hacía que todo fuera muy fácil de entender. Como Cherie era inteligente, no tardó en entender las preguntas.

"Boyle, lo explicas mejor que mi profesor de matemáticas. Ahora veo por qué te dejan dar clases en nuestra escuela".

Boyle le dio una cálida sonrisa antes de darle una palmadita en la cabeza mientras le decía: "Date prisa y haz tu trabajo. Deja de tontear".

Cherie pasó todo el mediodía terminando sus tareas y memorizando algunos términos de inglés. Era muy productiva.

Después de unas dos semanas, la quemadura de los muslos de Cherie se había recuperado por completo. Afortunadamente, su metabolismo era rápido, así que la cicatriz de sus muslos no era tan evidente. Aunque le quedó una cicatriz tras el accidente, no tardaría en tener la piel tan limpia como antes.

Cherie regresó a sus clases cuando se recuperó por completo.

Su primera clase del día era de Matemáticas Avanzadas, y su profesor resultó ser uno de sus tutores.

El tutor llamó a Cherie al terminar la clase. "Oye, Cherie, espera un segundo. Tengo algo que decirte".

Cuando Cherie terminó de hacer la maleta, se apresuró y dijo: "¿Necesita algo, señor? Ya le entregué todas las tareas".

El tutor se rio y dijo: "No estoy aquí para hablarte de trabajo".

"¿Entonces...?".

"Bueno, ¿eres realmente la novia de Boyle?".

El tutor observó atentamente la reacción de Cherie con una mirada burlona mientras murmuraba: "Quien te viera mocosa. ¡Ni siquiera Layla fue capaz de conquistarlo! Eres increíble".

El tutor le dio un pulgar hacia arriba a Cherie mientras la elogiaba.

Cherie se puso nerviosa y se frotó el cuello mientras se preguntaba si salir con Boyle era realmente algo tan importante.

Incluso el tutor estaba impresionado por ello.

Después de eso se fue frenéticamente con la mochila en la espalda.

Cherie no había vuelto a su dormitorio durante casi medio mes. Cuando regresó a su dormitorio, se estaba preparando para empacar algo de ropa y artículos de uso diario de vuelta al apartamento de Boyle.

Parecía que técnicamente había empezado a vivir con Boyle.

Dado a que más adelante tendría que verse con él en citas seguidas, la convivencia con él parecía inevitable.

Sin embargo, en cuanto abrió su armario, se dio cuenta de que faltaba mucha de su ropa y no pudo encontrarla.

Cuando Natalie regresó a su habitación y Cherie levantó la vista, se dio cuenta de que Natalie llevaba la chaqueta nueva que Cherie apenas pudo ponerse.

Joy y Natalie volvieron juntas a su habitación y cuando se dieron cuenta de que Cherie había vuelto, la saludaron con una sonrisa.

"Por fin has vuelto, Cherie. Mandy me dijo que te habías quemado. ¿Estás bien?”.

Cherie le dijo a Joy: "Estoy bien. Todo está bien ahora".

"Es bueno escuchar eso. Después de que Mandy nos lo contara entonces, las tres estábamos planeando visitarte, pero nos llamaste y nos dijiste que te habían dado el alta, así que no pudimos ir".

"Oh, está bien. De todas formas no es nada demasiado grave".

Natalie se rio y dijo: "No volviste por un tiempo. ¿Estuviste durmiendo en casa de Boyle?".

El tono de su voz sonaba extrañamente siniestro.

Cherie respondió: "Eso es asunto mío. Natalie, ¿de dónde sacaste esa chaqueta?".

Con las cejas alzadas, Natalie le dijo: "Obviamente la compré yo misma. ¿Algún problema?".

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