Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 85

Heaton Fudd tenía una expresión seria en su rostro después de salir de la sala de pacientes.

Porotita dulce se encontraba acurrucada en los brazos de Verian Mont mientras sus párpados se volvían más pesados. La pequeña bribona ya no podía mantenerse despierta y estaba a punto de quedarse dormida. Heaton Fudd le ordenó a Verian Mont, "Lleva a Porotita dulce a casa para que descanse, ¿bien?".

Verian Mont estaba atónita. "¿Qué pasará contigo?"

"Me quedaré aquí para cuidar al anciano. Debería estar bien después de esta noche".

“Todo este calvario comenzó gracias a mí. Déjame quedarme aquí para cuidar al anciano contigo".

“Incluso si no necesitas descansar, Porotita dulce no puede esperar mucho más. Llévala a casa primero".

Verian Mont bajó la cabeza y miró a la pequeña bribona que estaba completamente exhausta y estaba a punto de quedarse dormida en sus brazos. Ella asintió. "Bien entonces. La enviaré a la escuela mañana por la mañana ".

Heaton Fudd sacó sus llaves del bolsillo de sus jeans y se las entregó. “Conduce mi coche a casa. No es seguro tomar un taxi tan tarde".

Ella aceptó las llaves. "Primero llevaré a Porotita dulce a casa, luego..."

Después de solo un par de pasos cargando a Porotita dulce, se dio la vuelta y dijo: "¿Te recojo en el hospital después de haber enviado a Porotita dulce a la escuela?"

Heaton Fudd estaba allí de pie con su cuerpo increíblemente delgado y elegante. La saludó con la mano mientras la miraba con una mirada compasiva y cálida. "No hay necesidad. Haré que Kush Xavier me recoja mañana por la mañana. Date prisa y vuelve ahora, ¿bien?".

No estaba segura de por qué un par de simples oraciones de su parte hicieron que su corazón se sintiera tan cálido.

Quizás fue la forma en que la vio partir desde la distancia. Fue tan natural y no destacaba en lo más mínimo. Realmente se parecían a una pareja casada. Esto la hizo sentir increíblemente feliz.

...

Después de que Verian Mont llevó a Porotita dulce a casa, llevó a la niña a su habitación y le limpió su pequeña cara con una toalla tibia, se quitó la chaqueta y la observó por un rato. Después de eso, no perturbó el sueño de la pequeña bribona. Cerró suavemente la puerta de la habitación de la niña.

"Verian Mont, ¡de verdad eres una maldición!"

Verian Mont escuchó esa vil declaración justo cuando cerraba la puerta.

Movió la mirada y todo lo que pudo ver fue a Nancy Xander mirándola furiosamente. Ella se burló, "Cuñada, con respecto a esta terrible experiencia, parece que tú también eres responsable de esto, ¿verdad?"

“¡Hmph! ¡Qué chiste! Fuiste tú quien agitó tanto a papá al comportarse de forma extraña para mandarlo al hospital. ¿Cómo es que yo soy responsable?"

"Cuñada, ¿cómo supiste que fue mi comportamiento lo que lo agitó?"

Nancy Xander se burló, “Por supuesto. ¡Fueron las sirvientas las que me lo dijeron! ¡Ustedes estaban discutiendo tan violentamente en ese momento que hasta las sirvientas los escucharon! Verian Mont, ¡has avergonzado completamente a la familia Fudd!"

"No hay necesidad de fingir, cuñada. Tanto papá como Heaton Fudd no están aquí y sé que fuiste tú quien le contó a papá sobre nuestro matrimonio falso. Sin embargo, ¿por qué quieres llevarme a la ruina?”

Nancy Xander la miró con expresión insatisfecha. "Sobreestimas tu valía. Por mucho que quisiera exiliarte de la casa de la familia Fudd, no haría algo tan estúpido. Si hubiera sido yo quién le contó a papá sobre el matrimonio falso entre Heaton Fudd y tú, hubieras sido capaz de deducirlo sin muchos problemas, ¿verdad?"

Eso era cierto. Incluso con lo amarga que era Nancy Xander con Verian Mont, era posible que no fuera ella quien le dijera a Don Fudd. Sin embargo, había muy poca gente que supiera de este asunto. ¿Quién era el que la odiaba tanto para haber querido usar tal información para exiliarla de la familia Fudd?

Aparte de Nancy Xander, la única persona en toda Ciudad del Norte en la que podía pensar era Wanelle Sheen.

Nancy Xander se acercó a ella y se burló. Empujó el documento que sostenía en sus manos. "No hay necesidad de que yo sea una soplona. Verian Mont, si quisiera que fueras exiliada de la casa de la familia Fudd, bastará con una declaración mía. Soy la única amante de Heaton Fudd. Yo era, soy y lo seguiré siendo".

Después de que Nancy Xander colocara un documento desconocido en sus manos, entró arrogantemente a su habitación. Fue entonces que Verian Mont miró el documento con el ceño fruncido.

… Un informe de ADN.

Ella arqueó violentamente sus cejas.

En un extremo estaba Heaton Fudd. En el otro extremo, era Zayne Fudd.

El informe de parentesco decía que eran padre e hijo.

Los dedos que sujetaban el informe palidicieron ligeramente.

Zaynie realmente era el hijo de Heaton Fudd...

Sintió que su corazón contraerse con fuerza mientras una serie de complicadas emociones se manifestaban en su interior.