Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 862

Después de salir del coche, Calum se acercó al Porsche 911 rojo y golpeó la ventanilla.

"Hola, ¿necesita ayuda?".

Como era de esperar, al bajar las ventanillas del coche se podía ver a una hermosa joven.

Cherie echó un rápido vistazo al espejo retrovisor y vio un Bentley negro detrás de ella. Se dio cuenta de que había obstruido el coche con sus terribles habilidades para aparcar.

Se disculpó frenéticamente. "Lo siento mucho, mis habilidades para aparcar son horribles".

Calum contestó amablemente: "Bueno, si no le importa, estoy dispuesto a ayudarle".

Calum pensó para sí mismo: 'El tiempo del jefe es muy valioso. Será una pena que pierda su tiempo aparcando un coche'.

Los ojos de Cherie se iluminaron al alegrarse de que otra persona estuviera dispuesta a aparcar su coche por ella. Significaba que ya no tendría que preocuparse por ello.

Se desabrochó el cinturón de seguridad y respondió con una sonrisa: "Gracias".

Fue en ese momento cuando Cherie salió del coche.

Boyle, que estaba sentado en el asiento trasero del Bentley negro, levantó la vista e inmediatamente notó la silueta familiar de sus recuerdos.

Sus ojos comenzaron a brillar.

Boyle pudo ver claramente el mismo rostro que había estado añorando y echando de menos a lo largo de los años cuando Cherie se giró para mirar el Bentley negro.

Era ella.

El corazón de Boyle se aceleró en su pecho.

Calum no tardó en terminar de aparcar su coche.

Cherie le dio las gracias amablemente: "Muchas gracias".

"No se preocupe".

Calum volvió al Bentley negro después de que ambas partes se dieran las gracias.

Después de eso, Cherie cogió su bolso y entró en el edificio cuando terminó de aparcar su coche.

La ventanilla de privacidad del Bentley negro se fue bajando poco a poco.

Boyle estaba completamente concentrado en su esbelta silueta mientras decía: "Choca con su coche".

Calum se quedó atónito. No entendía qué quería decir su jefe con eso mientras preguntaba: "¿Jefe?".

"Dije que te estrelles contra ese Porsche 911".

Calum supuso que había escuchado mal a su jefe, así que preguntó: "¿Por qué?".

¿Acaso la joven había ofendido a su jefe sin saberlo?

Boyle respondió con voz grave: "Deja de preguntar por qué y haz lo que te digo".

Calum se quedó sin palabras.

¿Era realmente aceptable que hiciera algo así?

Sin embargo, Calum no tuvo más remedio que obedecer la orden de su jefe. Rezó una oración silenciosa por la joven antes de estrellarse contra su coche.

Era un Porsche 911 e independientemente de quién lo condujera, seguía siendo un coche decente.

¿No entristecería el choque a la conductora?

Calum apretó los dientes, cerró los ojos y pisó el acelerador antes de que se oyera un fuerte golpe.

El Bentley negro chocó por detrás al Porsche 911 rojo.

Calum se quedó con los ojos abiertos al ver el desastre. Estaba completamente aturdido.

Por otro lado, Boyle parecía extremadamente tranquilo. No tenía ninguna reacción a lo que acababa de ocurrir.

Calum preguntó: "¿Y ahora qué, jefe?".

Boyle ordenó con calma: "Deja nuestros números para que el dueño del coche se ponga en contacto con nosotros para hablar del acuerdo".

Calum se quedó sin palabras.

¿Su jefe estaba poseído hoy? ¿Estaba demasiado aburrido y no tenía nada mejor que hacer?

Calum solo se atrevió a quejarse de su jefe en su corazón. No se atrevió a decir en voz alta lo que pensaba.

Boyle le recordó: "Deja tu número".

"¿Eh?" Calum estaba confundido. Sin embargo, aceptó. "Claro, jefe".

Tras dejar su número y aparcar su coche, tanto Boyle como Calum entraron juntos en el edificio.

...

El organizador de la cena benéfica de esa noche era el Grupo Schindler. Un montón de directores generales y hombres poderosos ricos habían sido invitados.

El salón estaba muy iluminado y muy bien decorado. Había muchas flores frescas y champañas alrededor del salón.

Boyle permaneció en silencio e ignoró por completo al hombre.

Estaba completamente concentrado en la mujer del escenario. Era como una rosa, tan frágil y hermosa al mismo tiempo. Tenía un aspecto absolutamente impresionante.

Boyle se sintió egoísta y quiso mantenerla toda para él, ya que le daba envidia que una multitud la mirara al mismo tiempo.

Sin embargo, también quería que el mundo supiera lo increíble que era su mujer.

Sonrió mientras miraba el piano bajo las tenues luces.

Parecía que un reencuentro iba a ser realmente algo bueno.

En cuanto terminó de tocar, Cherie bajó del escenario y desapareció entre la multitud.

Llevaba un hermoso y sencillo vestido color limón. Hacía que su piel brillara aún más.

Boyle estaba completamente concentrado en la mujer.

Había demasiadas mujeres peleando por el afecto de Boyle. Sin embargo, Boyle era un hombre arrogante y las rechazaba a todas. Las mujeres que querían coquetear con él se marcharon al notar que Boyle las ignoraba.

Cherie estaba de pie junto a la mesa mientras comía un trozo de tarta de fresa.

Un hombre se acercó a ella y empezó a coquetear con ella.

La mirada de Boyle se volvió fría y parecía furioso mientras se acercaba.

"Cherie".

Cherie se quedó atónita y pensó que estaba alucinando. Se giró incrédula.

Aquel hombre llevaba un traje y también estaba de pie bajo el candelabro. Se veía guapo y elegante. Le pareció que era una ilusión.

Ella estaba completamente sorprendida.

Ambas miradas se cruzaron mientras el aire a su alrededor se sentía mucho más pesado. Su mente se quedó en blanco después de que por fin se reunieran en tanto tiempo.

Nunca espero cruzarse con él, ni tampoco que se encontrara con él tan repentinamente en un lugar tan casual.

Boyle se acercó a ella y parecía más intimidante que de costumbre.

Cherie apretó el puño y finalmente esbozó una suave sonrisa cuando por fin se acercó a ella.

"Cuánto tiempo sin verte, Cherie".

Ella parecía muy sorprendida.